Gente Triste: James Blake

Otro domingo, otro especial de Gente Triste y el protagonista de este es un conocido de la página, James Blake (¡aguanten los refritos!). Haciendo memoria, hablamos de James para nuestro muerto, pero nunca olvidado especial #CaminoAlLolla. ¿Se acuerdan de Lollapalooza? (Lotus, devuelve la plata).

Volviendo al tema, James Blake se ha transformado en una de las revelaciones de la última década desde la publicación de su EP “CMYK”, el cual le trajo reconocimiento desde la crítica y sentó una base sólida para su álbum debut. Así, el álbum homónimo y principalmente “Limit to your Love” fueron la presentación de James hacia el mundo más mainstream con letras melancólicas y derechamente tristes, acompañadas de sonidos que llaman a una introspección.

Después de su debut, Blake se transformó en el niño prodigio de la industria, sobre todo la más cercana al R&B o al rap, colaborando con una diversidad de artistas como Kendrick Lamar o Beyoncé, siempre dejando su marca clara por donde pasa.

A su vez, su carrera solista también se ha ampliado y solidificado. Su segundo disco “Overgrown” dejó las experimentaciones netamente electrónicas para adentrarse a un mundo más cálido, apoyado por la influencia del R&B, el soul y el amor… Posteriormente, “The Colour in Everything” nos acerca más a las capacidades vocales de Blake, apartándose a momentos de los sintetizadores, pero sintiéndolo mucho más cercano que en sus otras placas.

El año pasado, Blake estrenó “Assume Form” con las colaboraciones estelares de Rosalía y Travis Scott, pero que pasan un poco a segundo plano cuando se comprende la totalidad del disco y cómo es mucho más que eso. Es una especie de carta de amor en 13 partes, una declaración hermosa y cohesionada, que demuestra cuánto el artista ha crecido tanto musical como personalmente.

Y es que Blake siempre ha sido abierto respecto a cómo lidia con su depresión y lo difícil que es en una sociedad que exige entereza de parte de los hombres (por eso es necesario el feminismo, ¿ven?), además de ser bastante comprometido respecto a todas las causas sociales que nos afectan diariamente.

En un día de invierno como este, siempre es bueno escuchar musiquita que vaya a tono y James es el ejemplo perfecto, dejándonos siempre con una alegría agridulce, pero alegría al fin y al cabo.