
Martes de ohana: arcade fire
En nuestro segundo martes de Ohana traemos una banda que amamos en ItSA, favoritxs de la casa, el refrito más frito de nuestras notas: Arcade Fire.
Lxs canadienses no son extrañxs a dejar el negocio entre familia, o a crear familia junto a sus compañerxs de banda. De hecho, el nacimiento de la banda está totalmente ligado al momento en que Win Butler conoce a Régine Chassagne, por allá por el 2001.
Arcade Fire nació en realidad como un dúo, entre Win y Josh Deu, ex compañeros de escuela. En su periodo universitario ambos comenzaron a crear música y a mostrarla en distintos escenarios pequeños, uno de estos ubicándose en la universidad McGill, dónde conocieron a Régine y le propusieron unirse a la banda. Según Josh, no había ninguna razón particular por la cual Régine pudiese aceptar, ya que sólo tenían unos demos con guitarra, nada fuera de lo común, pero que una conexión instantanea con Win fue el factor decidor.
En 2003, Win y Régine contrajeron matrimonio, y comenzaban a trabajar en su primer EP, del mismo nombre de la banda.
Fue en el invierno del mismo año, en el medio de una presentación, que Win y Richard Reed Parry discuten, siendo el último el que renuncia sobre el escenario. Ahí mismo se consideró el fin de la banda, pero los planes eran otros. Después de este evento, los integrantes restantes unieron a Tim Kingsbury y a Will Butler, hermano del vocalista, para completar la banda y continuar la promoción de su EP.
Así, ya había un matrimonio y un par de hermanos en la banda. Esta unión hace que la banda sea aún más cercana, ya no es solo el grupo de amigxs con talento que se juntan por que sí, acá es toda una vida, la banda es la vida y la vida es la banda. Tan así que en más de una ocasión Régine ha referenciado a Haiti, su país de origen. La primera vez fue en su álbum debut, «Funeral», el cual también estuvo inspirado en eventos familiares, particularmente la muerte de varios abuelxs y miembros de las familias de lxs integrantes. Aquel álbum cala tan hondo por lo mismo, porque a pesar de ser tan barroco deja un sentimiento de familiaridad, de cercanía e intimidad, nos acoge en esas penas tan desoladoras como es perder a alguien que ama para siempre en este plano.
Otra ocasión en dónde la tierra madre de la cantante se vuelve relevante es en la concepción de «Reflektor», el cuarto álbum de estudio de la banda, ya que a partir de un viaje a Haiti tanto Win como Régine se sintieron interpeladxs por las sonoridades y visualidades utilizadas en los rituales locales. Así, los temas se vieron permeados por las experiencias que ambxs vivieron en el país.
En 2013, Win y Régine tuvieron su primer hijo, el cual creció dentro de mucha intimidad y secretismo dentro del círculo de la banda, hasta hace solo unas semanas, en donde el primogénito hizo una aparición especial en el último lanzamiento de la banda, «Generation A», canción que habla del contexto sociopolítico tan tenso que se vive en Estados Unidos (y el resto del mundo), y que deja ver como las próximas generaciones serán las que tomen el poder para cambiar el mundo.
Amamos a Arcade Fire y muchxs deseamos que Win y Régine nos adoptaran para poder vivir tan de cerca la experiencia que significa el arte de esta banda hermosa. El peso ahora recae tanto en la descendencia de Win y Régine, como en lxs hijxs de Will, para que mantengan la herencia de sus familiares.