
Jueves de Cine: «Breezeblocks»
¿Cómo se sienten esta semana post eclipse? ¿Fueron de los que cantaron el himno nacional al revés para revertir las desgracias del año? En honor a este vergonzoso evento, les traemos un especial que también va hacia atrás. Hoy hablamos de «Breezeblocks».
Es una canción de la banda británica de indie rock, Alt-J, perteneciente a su primer álbum «An Awesome Wave» del 2012. Escrita por todos los miembros de la banda y producida por Charlie Andrews, el tema contiene múltiples referencias al libro de niños «Where the Wild Things Are» («Donde viven los monstruos»), como en la frase “do you know where the wild things go?” o la frase repetitiva del final “please don’t go, I’ll eat you whole, I love you so”.
El videoclip fue dirigido por Ellis Bahl y es el primer video oficial de la banda. Está protagonizado por Jonathan Dwyer, Jessica DiGiovanni y Eleanor Pienta y, además de la preciosa fotografía (que por la calidad de imagen los ocho años que han pasado ni se sienten), tiene una forma muy particular de contar el relato: al revés y en cámara lenta.
El video comienza con una mujer muerta dentro de una bañera llena de agua con un bloque de cemento encima, una escena que calza a la perfección con la primera línea de la canción: “she may contain the urge to run away but hold her down with soggy clothes and breezeblocks” (“ella puede contener la necesidad de huir pero atrápala con ropa empapada y bloques de cemento”). Mientras tanto, el hombre que la asesinó está en el suelo a un lado, con las manos en la cabeza donde resalta su anillo de matrimonio.
Es posible llegar a una primera conclusión de que quien yace muerta en la bañera puede ser su esposa, y mientras el relato va avanzando, o mejor dicho, retrocediendo, vemos una violenta pelea entre la difunta y el hombre, forcejeos con el bloque de cemento y una suerte de persecución a través del departamento mientras nos ponemos más y más del lado de nuestra protagonista femenina, que expresa miedo en los ojos, solo para descubrir al final que la real agresora era ella, quien lo sorprende al entrar a su casa con su esposa amarrada en el closet y un cuchillo en la mano.
Es por eso que el video y la canción misma se encarga de confundirnos y realmente no sabemos de qué lado ponernos, ya que al entregarnos la información desordenada, se cambia toda la perspectiva de la situación y cada detalle cuenta: ¿Quién es el bueno y quién es el malo? y, ¿acaso importa? Nos hace cuestionarnos la representación de género y si es realmente justificable un asesinato si es en defensa propia. La paleta de colores apagada y sombría de tonos fríos le aporta a la sensación de violencia y ambigüedad de la situación, además de la falta de fuentes naturales de luz, ya que no se ve ninguna ventana en todo el video.
Porque el orden de los factores sí altera el producto, lxs dejamos invitadisimos a disfrutar de este ya clásico videoclip y ver de qué lado están; del de la mujer agresora pero asesinada o del hombre víctima pero asesino.