Mujeres Bacanes: Fiona Apple

Advertencia: Este especial contiene menciones a temáticas sensibles (acoso, violación, trastornos alimenticios, etc). Si eres sensible a estas temáticas, no leer o hacerlo con precaución.

Por fin llegó el viernes, y junto a él, nuestro esperado especial de mujeres bacanes. Hoy es el turno de una mujer virtuosísima, que jamás se ha callado una opinión ni ha evitado hacer canciones de temas controversiales e importantísimos, además de ser la  autora de uno de los mejores álbumes del año (si no el mejor). Hablamos de Fiona Apple.

Fiona Apple McAfee Maggart es una cantante, compositora, pianista y poeta neoyorquina, hija del actor Brandon Maggart y la cantante Diane McAfee. Estudió piano en su niñez y comenzó a escribir sus propias canciones a los 8 años de edad. Su infancia fue complicada, ya que sufría acoso escolar por su aspecto físico, lo que desencadenó en pensamientos homicidas y suicidas por lo que la dirección de su escuela le recomendó a los padres que la enviasen a terapia, pero terminó teniendo efectos contraproducentes en una niña ya bastante inestable y melancólica. En sus propias palabras, “la terapia me jodió la vida”, pero lo peor estaba por venir.

A los 12 años, fue violada por un extraño en su camino de regreso del colegio a su casa, un suceso horroroso que desencadenó en una anorexia nerviosa que ha estado yendo y viniendo en diferentes momentos de su vida, que ella explicó como una forma de evitar que su cuerpo fuese un anzuelo para los depredadores.

La música se convirtió entonces en el medio en el que expresaba todo lo que sentía y que los demás no parecían entender. Siempre escribiendo primero la letra y luego el acompañamiento, compuso montones de canciones que grababa en cintas de cassette y repartía entre sus amigos. Así fue su entrada al mundo de la música, haciendo llegar una de esas cintas con su amiga, que era la niñera de los hijos de Kathryn Schenker, una productora de música, quien quedó tan fascinada con lo que escuchó que la hizo llegar a Andy Slater, un ejecutivo de Sony Music. Al poco tiempo ya le habían ofrecido un contrato discográfico.

Así fue como las canciones que circularon por años entre sus amigos, conformaron su primer álbum «Tidal» en 1996, cuando tenía apenas 18 años. El debut alcanzó 3 veces la certificación de platino y Fiona recibió un Grammy a la mejor interpretación femenina de rock vocal por «Criminal», la canción más famosa de su carrera. Aunque los críticos especializados la llenaron de elogios, la prensa no fue más piadosa que sus compañeros de colegio, llenándola de comentarios crueles sobre su físico y exagerando todas sus reacciones. Y es que su música no encajaba con la norma de ese entonces, donde la melancolía y descontento era de los cantantes masculinos y los mensajes de fortaleza e independencia de las cantantes femeninas, viene Apple con sus letras llenas de vulnerabilidad y traumas sin moralejas ni reivindicaciones, porque no había por qué.

Sus declaraciones públicas no ayudaban a limar asperezas en su relación con la prensa, y la verdad es que probablemente nunca tuvo intenciones de hacerlo. En su recepción del premio MTV al mejor video por «Sleep to Dream», que fue presentado por el mismísimo Elton John, su discurso sacó silbidos y aplausos de los asistentes, pero despertó la furia de los organizadores y la prensa. Declaró que “este mundillo (de la música) es una mentira, y ustedes no deberían moldear su vida según lo que nosotros decimos que es ‘cool’ o por la ropa que vestimos o por las cosas que decimos”. Esto provocó aún más comentarios hirientes, e incluso una parodia de una comediante a la cual Fiona admiraba. 

Su segundo disco llegó en 1999, titulado «When the Pawn…» en su versión abreviada ya que en realidad es un poema de la artista que surgió luego de leer comentarios despectivos en la sección de cartas al editor de una revista, y mantuvo por un tiempo el récord del título más largo en la historia de la música. Un disco musicalmente mucho más maduro, tanto que era difícil de creer el poco tiempo que había pasado entre el primero y este, y que terminó por consolidar el respeto y admiración de sus colegas, siendo invitada por Johnny Cash a grabar una versión de «Bridge Over Troubled Water» de Simon & Garfunkel, que apareció en el último álbum de Cash antes de morir. Finalizando la gira de este disco, comenzó a contemplar seriamente la idea de retirarse de la música, pero no lo hizo. Y menos mal. 

Durante la grabación de su 3er disco, los ejecutivos de la disquera intentaron entrometerse de más en su proceso creativo, y ya habiendo coqueteado con la idea del retiro, decidió ponerse firme y declarar que el disco se hacía como ella quería o simplemente no habría disco, dándose la inusual situación en la que la disquera presiona a la artista y la artista se va a su casa a ver una serie en su sofá. Se filtraron algunas versiones tempranas de las canciones que estarían en el disco y comenzó una campaña de los fans para que la dejaran grabar el disco. Finalmente el 2005 llegó «Extraordinary Machine», su disco menos comercial a la fecha, pero no por eso menos exitoso.

7 años más tarde, en el 2012, llegaría «The Idler Wheel Is Wiser Than the Driver of the Screw and Whipping Cords Will Serve You More Than Ropes Will Ever Do» o simplemente «The Idler Wheel», con un sonido más retorcido y menos asequible, pero aun así llegó al top 3 de las listas de EEUU. Desde ese momento que no habíamos tenido ni luces de Fiona Apple… hasta este año que pasó de ser terrible a tener una luz de esperanza con su último disco, «Fetch The Bolt Cutters».

El título está inspirado en una frase que pronuncia el personaje de Gillian Anderson en la serie «The Fall», cuando investiga el crimen de una mujer torturada. Un trabajo que se viene gestando desde el 2015 y que se ha convertido, según un puñado de críticos, en el mejor de su carrera y probablemente el mejor del año. La artista afirma que este, a diferencia de sus otros álbumes, éste la ayudó a superar un montón de cosas y a mantenerse sobria. El disco cuenta con la colaboración vocal de Cara Delevingne y de sus cinco perros: Mercy, Maddie, Leo, Little y Alfi.

Lxs dejamos invitadisimos a disfrutar de su discografía, sobre todo su lanzamiento más reciente, entregarse a la profundidad de sus historias, bailar con sus ritmos y tal vez llorar un poquito, les aseguramos que no se van a arrepentir.