Gente Triste: «3» de half•alive

Último domingo triste del año, momento perfecto para acostarse en la cama y mirar el techo escuchando melodías doloridas que pueden tanto sanar nuestro corazón como hacer que el mundo duela un poco más. Los acompañantes de nuestras lágrimas de hoy son una banda de la que hemos hablado antes, pero aún así les daremos una pequeña introducción.

half•alive es una banda de Estados Unidos, más específicamente California, conformada por Josh Taylor en la voz, J Tyler Johnson en el bajo y Brett Kramer en la batería. Durante el 2015 Josh Taylor se embarcó en una aventura: Pretendía escribir 50 canciones en 7 meses, proyecto que finalizaría el 30 de diciembre del mismo año.

A este proyecto se le unió Brett Kramer, con quien al año siguiente decidieron formar una banda. Fue en el 2017 que todo se consolidó, particularmente en el momento en que se dio a conocer el fin de la banda a la que Josh Taylor pertenecía. Junto con este anuncio se dijo también que un EP sería lanzado por la nueva banda de Josh, este EP siendo el que nos convoca.

«3», considerado por plataformas de streaming como un sencillo y por la banda como un EP, nos dio a conocer un poco de lo que half•alive tenía (y tiene) para ofrecer. Tal como su nombre sugiere, el EP está conformado por tres canciones, siendo estas «The Fall», «Aawake At Night» (sí, con dos “a”) y «Tip Toes», parte de aquel proyecto de 50 canciones que maduraron por más de un año antes de dar vida a este trabajo en particular. Cabe destacar que fue después de este lanzamiento que la banda añadió a su tercer integrante, el bajista J Tyler Johnson.

«The Fall», primera canción con la que nos encontramos, puede hacernos rememorar fácilmente aquel año que ya está siendo visto bajo una perspectiva romántica: El 2014. Beats marcados, una voz llena de sentimiento que a ratos parece ser hablada en vez de cantada (no, no usaremos la palabra rap) y sintetizadores se entremezclan para dar como resultado un ritmo relajante que acompaña perfectamente lo que se nos cuenta en la letra.

Tal como todo el disco, se centra en un tipo de tristeza apagada, resignada. Es un relato de sentimientos, una expresión de vulnerabilidad hacia la misma persona con la que el hablante parece no poder mostrarse vulnerable. Da vueltas a la idea de no poder abrirse emocionalmente, no poder sentirse seguro, pero desde un punto en el que ni siquiera es capaz de luchar contra eso, tan solo asume su incapacidad de confiar y la deja en evidencia, sin la necesidad de hacer algo al respecto.

Este corte presenta también uno de los dos vídeos musicales con el que nos encontramos en el EP. Este se basa alrededor de la banda tocando y comienza con el vocalista en un cuarto para después unirse a los demás. Camina por todo el lugar e incluso se encuentra en un momento en una sala de operación, ante lo cual simplemente se pone de pie y abandona el lugar, quitándose la bata y reemplazándola por su accesorio habitual. En todo instante canta y muestra un control sobre la situación que lo rodea. No sigue él a la cámara, la cámara lo sigue a él en lo que desea hacer, entre juegos de luces y colores que van desde el azul más pálido al rojo más furioso.

La segunda canción, «Aawake At Night», nos presenta con un ritmo incluso más relajado. Una guitarra suave y un vídeo con colores tierra nos introduce a lo que parece ser un corte más tranquilo que el anterior. De a poco nos damos cuenta, sin embargo, de que el empoderamiento sobre las emociones desaparece en esta canción, siendo reemplazado por el anhelo y la necesidad de tomar el control sobre la vida, de encontrar algo por lo que valga la pena seguir que no sean simples sueños.

Es en el coro que se genera una explosión de colores y sonidos, al menos durante este instante. Los sonidos certeros y secos de la batería junto con un teclado de sonido poco tradicional acompañan hasta el instante en que sonidos computarizados vuelven todo más intenso, instante donde los colores se toman más aún la pantalla junto con el vocalista bailando con movimientos fuertes, nuevamente entre juegos de iluminación.

La canción varía entre versos tranquilos y coros desesperados, tal como en la parte lírica este sentimiento de desesperación aumenta poco a poco. En el vídeo se muestra al vocalista perder el control de su cuerpo a ratos, culminando con su presencia en un estacionamiento vacío durante la noche. En este lugar habla solo, pregunta a dios si está despierto durante la noche, diciéndole que ha sido abandonado y preguntándole si está haciendo lo correcto. 

Esta es una banda que tiene un leve trasfondo religioso, ya que precisamente Josh y Brett se conocieron en una iglesia, pero en una que no está dedicada a una religión específica, sino que solo es un lugar de encuentro espiritual. Es natural, entonces, que este sea un tópico que Josh aborda en los momentos de mayor desesperación. Llega incluso a tener sentido para las personas no religiosas, cualquiera en los peores momentos puede acudir a la espiritualidad religiosa, ya sea preguntándose por qué no es real o refugiándose en ella para encontrar una respuesta.

«Tip Toes» cierra, entonces, este trabajo. Es quizás una de las canciones menos conocidas de la banda, o una de las que menos ha recibido atención durante estos cerca de seis años de carrera. El camino sigue su curso natural: La primera parte del EP nos mostraba tranquilidad y empoderamiento, la segunda desesperación, y en este cierre el hablante lírico está simplemente perdido.

Describe que está sintiéndose como si estuviese teniendo un infarto, como si estuviese muriendo y todo lo que encontró en el corte anterior se le estuviese arrebatando. Está sufriendo de una muerte identitaria, está en guerra consigo mismo y se pierde en un presente plagado de sensaciones contradictorias, su ego luchando con sus sentimientos de manera constante. Esta muerte es necesaria, lo admite, para que su corazón sea libre, pero el proceso parece ser agresivo y desgastante.

Y precisamente esto lo expresa también la sonoridad de la canción, dándonos un instrumental más agresivo, con versos cantado a gritos simples y otros ahogados, la tensión haciéndose presente en cada instante del corte. La batería acompaña con más rapidez, al igual que el teclado y los sintetizadores, junto a esta sensación de ahogo que el hablante lírico narra.

Pero este camino no tiene un final feliz. Termina el EP en su punto más alto de intensidad, dejándonos tan solo con un silencioso vacío que puede llegar a ser abrumador. En un año en que la desesperación y búsqueda de motivos para seguir ha sido un problema constante en las vidas de la persona común, cerramos tal cual la vida cierra este 2020: Aún en la desesperación, una venda en los ojos de todxs al no saber qué depara el futuro.

Quizás no tengamos un mensaje o un final positivo en este último domingo de gente triste del año, pero les dejamos al menos un trabajo debut fantástico de una banda que no hace más que sorprendernos con cada lanzamiento. Podemos, al menos, escuchar este EP y reflejarnos en él, con este trío de músicos llevando a flor de piel todo aquello que sentimos en períodos de encuentro, pérdida y búsqueda constante.