Lunes de Icónicos (Versión ItSA): Lo bueno, lo bonito y lo caótico de los conciertos
¡En unos pocos días It Sounds Alternative cumple dos años! Y nos queremos dar el lujo de celebrar toda esta semana. Para empezar a festejar, como equipo decidimos contar nuestras anécdotas favoritas de conciertos, lo bueno, lo bonito y lo caótico que puede ser ir a ver a tu banda favorita: juntar plata, la espera infinita, los errores que cometes y los mejores recuerdos con los que nos quedamos.
Nunca hemos contado quienes están detrás de ItSA y queremos compartir estos hechos salidos de nuestras cajitas de recuerdos con entradas a modo de presentar a nuestro equipo. Esperamos que lo disfruten, se rían y sufran un poquito con nosotres.

Boy Pablo en Chile (2019):
Uno cuando es un adolescente carente de dinero propio tiene que hacer esfuerzos ahorrando y poder comprar entradas para los conciertos de sus bandas favoritas. Y efectivamente, así fue cuando anunciaron el concierto de Boy Pablo, ya que recién pude comprar la entrada un mes antes del concierto con toda la presión de mi amiga que quería ir a toda costa.
Llegamos dos horas y media antes, y por suerte una compañera cercana nos hizo la paletiá de guardarnos puesto. Compramos harta comida por si acaso y de gula me sampé varias galletas mientras esperábamos en la fila para entrar a la Blondie.
Cuando abrieron las puertas nos hicieron entrar de a grupos de 5 personas, pero una vez pasada la puerta de entrada corrimos como salvajes por esas clásicas e interminables escaleras de la Blondie para quedar en primera fila, sin embargo aún faltaba una hora para que el concierto iniciara. Hasta ahí todo iba bastante bien, faltaban 10 minutos pero de pronto dejé de sentir mis brazos y piernas. Lo único que atiné a hacer fue a contarle a mi amiga que creía que me iba a desmayar y lo primero que hizo fue meterme una galleta en la boca, para ese momento mi boca ya no respondía y a los segundos yo ya estaba saludando a diosito.
Por suerte, al estar en primera fila me dejaron pasar la reja y cuando desperté me dieron agua para tragar esa galleta y cuando me sentí mejor volví donde estaba mi amiga. Lo vacilado y lo cantado no lo olvidaré jamás
-Melissa, 18 años, INFP y virgo, hace unos días atrás puteó a un compañero por instagram pensando que era su primo.
Roger Waters en Chile (2012):
A los 16 años uno toma malas decisiones. Mi papá me invitó al concierto de Roger Waters (yo, como buen hijo, lo invité años después a David Gilmour) y fui con una amiga del pasado. Nunca fui muy pretencioso con respecto a la música y en verdad Roger era mi integrante menos favorito del circo que fue Pink Floyd, pero esa banda básicamente me crió, entonces era un momento importante. Muy importante.
Había empezado un tratamiento médico (ya saben, depresión) poco antes y no podía saltarme las pastillas, pero tampoco quería andar pendiente de eso en este Gran Día, entonces me las tomé todas en la mañana y partí a la aventura. Ya al mediodía casi no nos quedaba dinero, porque gastamos todo en cosas inútiles, por lo que se venía una tarde sin comida ni agua… Y me pasó la cuenta cinco minutos antes del concierto.
Me sacaron inconsciente del mar de gente, vomité desmayado en la enfermería de cancha, desperté llorando porque pensé que me había perdido el concierto. “Tranquilo, ahora va a empezar”, me dijeron. Salimos corriendo y mientras nos devolvían al sector de la gente comenzó el show.

Viví un concierto fantástico con la puesta en escena más grande que había visto en mi corta vida y acceso ilimitado a papas fritas, bebida y galletas gracias a esta mala decisión, porque obvio les guardias no querían que un adolescente estúpido muriese en pleno concierto. Pude morir igual porque a la salida tomamos bebida de una botella que estaba en el piso, pero no importa, porque fue una de las mejores noches que había vivido hasta esa época.
-Daniel, 26 años, piscis e INFP, alérgico al detergente de ropa en polvo.

Interpol en Argentina (2019):
En el 2019, Interpol se presentó en el Teatro Vorterix de Buenos Aires, Argentina, como sideshow del festival Lollapalooza de ese mismo año. Fue la primera vez que los vi en un show solos, y también la primera vez que viajaba fuera de Chile solo por un concierto. Ya había visto a Interpol en vivo, pero siempre en festivales, así que esta vez ya era especial solo por ser el primer concierto real de Interpol al que asistía.
Creo firmemente que la anticipación y el hecho de que viajé para verlos ayudó a que fuera el mejor concierto en el que he estado, porque he ido a muchos, de muchas bandas, y todos han sido importantes para mi. Pero en ese caso era Interpol, mi banda favorita, en un país que me gusta mucho y cuyo público siempre ha sido enérgico y precioso.
Fui la niñita más feliz en esa hora y media, desde la voz de Paul Banks adornando las melodías de «Pioneer to the Falls» y «Say Hello to the Angels» que son mis canciones favoritas, hasta la forma preciosa en que Daniel Kessler tocaba la guitarra con esa pasión bonita que siempre me ha gustado. He visto a Interpol en vivo un total de cinco veces, pero esa vez en el Teatro Vorterix es y siempre será mi favorita.
De todas las veces que ví a interpol en vivo, siempre los pude ver tipo en aeropuerto, hotel, o cosas así. La mayoría de las veces estuve revoloteando cerca de ellos al punto que Daniel kessler me hacía pat-pat en la cabeza, pero en esta ocasión me quedé simplemente mirando como otras personas les hablaban, estando demasiado cansada. Daniel me miró una vez y luego se dio vuelta a mirarme de nuevo y saludarme con la mano, con eso me quedé más que pagada, la verdad.
-Valentina, 26, INFP, sol en virgo, luna en piscis y ascendente en sagitario. Está segurísima de que hay fantasmas en su edificio pero le da penita que nunca quieran hablar con ella.
Muse en Chile (2019):
Era 12 de octubre del 2019, un día antes del concierto de Muse en Chile, estaba desesperada porque no tenía entrada y tampoco la plata suficiente para comprar una, así que me picó el bichito de “¿y si voy al aeropuerto?” y cuando intentaba auto convencerme de que era una mala idea, un amigo me decía “así empieza todo, vas al aeropuerto, te motivai y compras una entrada a dos pesitos”, y mientras le decía “eso no va a pasar”, agarré mis cosas y me fui a esperarlos.
No puedo decir que en el aeropuerto no me fue bien, porque pese a que Muse no llegó, conocí a LP (las cosas de la vida). Seguía pensando y repitiéndome a mi misma “no puedo perderme a Muse de nuevo”, así que llegué a mi casa a buscar entradas baratas por Facebook (sí, facebook). Desperté al día siguiente con algunos mensajes, coordiné temprano para juntarme con alguien y pagué 15 mil pesos por un ticket que costaba casi 50 (así que claramente mis amigxs me odiaban un poquito por eso).
Corrí al Estadio Nacional e hice la fila. No podría haber sido mejor, estaba con amigues, comiendo papas fritas y esperando al show. Un rato antes de la apertura de puertas decidimos ir al baño, y la única opción era un local de comida china que estaba cruzando la calle. Compramos algo para comer, pasamos y di dos pasos afuera del lugar cuando dije “no tengo mi entrada”. ¿CÓMO NO TENÍA MI ENTRADA SI ESTUVO AHÍ TODO EL DÍA? Entramos en pánico, volvimos y mi amiga la encontró. Por suerte cuando se me cayó, quedó al revés y no se veía el logo de la banda, así que nadie más la vió antes.
Volví a la fila, esperamos 15 minutos, entramos, corrí, quedé en la reja de cancha general y presencié uno de los mejores shows de mi vida, porque bueno, finalmente es Muse, no podría haber sido de otra forma. (Aprovecho a pedir disculpas públicas a mis amigues que entraron en pánico conmigo).

-Vicky, 23 años, INTJ, dice que no cree en la astrología pero se sabe su sol (cáncer), luna (escorpio) y ascendente (capricornio). Come las donas rellenas con cuchillo y tenedor (y la molestan por eso).

Green Day en Chile (2010):
Era el 2010 y yo tenía doce años cuando vino Green Day a Chile. Era el primer concierto de una banda que me gustaba y que no estaban separados y/o muertos (inserte referencia al grunge), por lo que insistí para poder ir, hasta que mi hermana me apañó.
Llegó el día y nosotros estuvimos desde temprano en el estadio. Recuerdo haber caminado por unos pasajes, pasando una especie de protección que estaba sin supervisión, hasta llegar a la fila, que era muy corta, lo que nos alegró. Después de una o dos horas después, desde la dirección opuesta a la que llegamos, vimos a lo lejos una estampida de gente corriendo hacia nosotros, ya que parece que habían abierto una protección en otra calle. Ahí nos dimos cuenta de nuestra suerte, de encontrar un camino alternativo, y saltarnos una barrera.
Antes del concierto principal hubieron dos teloneros: Primero, BBS Paranoicos (quienes se enojaron porque la gente no se sabía los temas), seguido de Attaque 77. Finalmente, empezó Green Day, con un show en el que lanzaron poleras,se dieron vuelta de puesto, subieron a fans al escenario a cantar, tocar guitarra y bajo, a quienes les regalaron sus instrumentos (nunca sufrí tanto no saberme bien una canción), tocaron covers, y Billie Joe corrió de una esquina a otra por tres horas. Sí, tres horas duró el show, en el que se dieron una vuelta por todo lo que yo conocía en ese momento. Cuando salí, sabía que me habían faltado unos dos temas que me hubiese gustado escuchar, pero ¿qué iba a reclamar con tanto repertorio y tan buen concierto?
-Sebastián, 23 años. Acuario (no sabe lo demás porque no sabe a que hora nació) e INFP. Le sube la bilirrubina (en serio).
Miranda en Chile (2018):
Desde chico (cuarto básico, circa 2005), recuerdo que fue Miranda! el primer grupo musical que amé a primera escucha, que seguí, y por el cual me apasioné. Pasé tardes enteras viendo religiosamente el DVD de sus discos «Es Mentira» y «Sin Restricciones» en vivo, traspasando las letras al papel para aprenderlas, y pensando -con un poco de pena- en lo mucho que me hubiese gustado estar ahí saltando y gritando a todo pulmón. Pero cambia, todo cambia, y con el tiempo y la adolescencia y el «clóset» en el que escondí mis gustos «de niñita», también se fue parte de esa pasión, y por muchos años dejé de disfrutar de su música (cabro hueón).
Cuando entré a la U, y comprendí que avergonzarme por mi gustos musicales era, por lo bajo, ridículo, se volvió a encender ese fuego en mi corazón que gritaba «es miranda! mi amor» y que se reencontraba mucho más profundamente con las letras y la música del grupo. Lo malo era que para ese entonces, año 2014-15, sus últimos discos no me llamaban la atención, en sus presentaciones en vivo ya casi ni tocaban las canciones que marcaron mi tierna infancia, y la oportunidad de ser parte de un show como el de ese DVD se veía más lejana que nunca.

Pero el universo trabaja de maneras misteriosas, y el año 2018 anunciaron un show de despedida de sus 2 primeros discos (sí, esos mismísimos discos), con la premisa de tocarlos completos el 17 de Noviembre de ese año en el teatro Caupolicán. Me deschaveté, compré la entrada apenas pude y el resto es historia. Poco me importó mi práctica profesional e inventando alguna chiva viajé desde Concepción a la capital a vivir el mejor show de mi vida, ese donde en primera fila, y durante casi 3 horas, salté, bailé, grité y lloré a moco tendido como había imaginado tantas veces frente a la tele.
-César, 25 años, INFP, sol y luna en fuego, ascendente aire. Salió en la tele por haber tuiteado el parte que le sacaron por comerse un completo en la calle.
Frank Iero en Chile (2019):
La verdad no he ido a tantos conciertos como me habría gustado, les amigues que tenía nunca apañaban, pero cuando una banda me gusta mucho aunque sea solita, voy igual. Eso planeaba hacer cuando supe que venía Frank Iero a Chile. Apenas pude compré mi entrada, fui a las reuniones que convocó el mcrmychile y sin imaginarlo terminé en la espera más larga de la vida en el aeropuerto el día que venía Frank. Nunca había estado tan cerca de un artista que admirara tanto y estaba muy feliz. Aunque aún no era el día del concierto, no podía con tanta emoción.
El día del concierto fue terrible, porque como cualquier persona quería llegar temprano, pero las responsabilidades existen y ya había faltado un día a la U para ir al aeropuerto. Mis clases terminaban tarde y había un taco infinito. Así que llegué cuando las puertas estaban abiertas y la fila avanzaba. Me venía corriendo con toda la adrenalina encima, muy amablemente alguien que conocí en el aeropuerto nos dejó ponernos en la fila a mí y una amiga que conocí ahí también (sí, me colé, ódienme). Nos quedamos en el segundo piso y mientras esperábamos pedí un vodka con chocolate que estaba exquisito, aunque ni eso me quitó los nervios y la excitación del momento.

Había demasiada emoción junta, My Chemical Romance es una banda que significa mucho para mí, así que escuchar a Frank en vivo fue maravilloso. Su música es muy sincera y desborda energía arriba del escenario. No lo podía creer, las luces, las guitarras distorsionadas, todo fue genial. Grité, canté y estaba acompañada de gente muy buena onda. Un recuerdo que vivirá en mi memoria por siempre.
-Carla, 22 años. Leo ascendente y sol, luna en géminis. INFP. Le gustan mucho las tortugas.