
Jueves de Cine:
«(500) Days of Summer»
Volvemos a encontrarnos con un jueves de cine y el día de hoy les traemos una película que se ha ganado un lugar entre las comedias románticas clásicas, y que aún así se mantiene incomprendida por muchos. Hablamos de «(500) Days of Summer».
Es un film del 2009, dirigido por Mark Webb y escrito por Scott Neustadter y Michael H. Weber, basado en uno de los romances de la vida real de Neustadter: cuando se estaba recuperando de un doloroso rompimiento, conoce a una chica de la que se enamora perdidamente, pero su pasión intensa no se vio correspondida y todo terminó en una ruptura inolvidablemente terrible.
Protagonizada por Joseph Gordon Levitt como Tom y Zooey Deschanel como Summer, nos presenta una narrativa no lineal desde el punto de vista de Tom sobre sus 500 días de relación con Summer, mostrándonos momentos felices y amargos que contrastan en el montaje. Cabe resaltar que esta no es una historia de amor, y que la chica real en la que está basada Summer, dijo sentirse más identificada con Tom cuando leyó el guión.
Tom, el protagonista del film, cree no hallar la felicidad completa hasta que encuentre a la indicada, y de pronto conoce a Summer, y en su mente romántica la idealiza y trata de hacer que llene cada expectativa que tiene de una pareja, mientras Summer cree que el amor es una fantasía y no le da demasiado peso en su vida, y lo deja claro desde el principio. Ese mensaje no llega bien al receptor. En palabras del crítico de cine Roger Ebert: “aquí está una extraña película que comienza contándonos cómo terminará y trata sobre cómo el héroe no tiene idea de por qué”.
La música toma un papel fundamental en la historia, y es que retrata la atmósfera de los momentos de la relación que vamos visitando, con canciones alegres como «Us» de Regina Spektor en el montaje de los créditos iniciales, «You Make My Dreams» de Hall & Oates en la escena de baile posterior a su primera noche con Summer o «Quelqu’un m’a dit» de Carla Bruni cuando él trata de definir la relación pero ella dice que no importa porque está feliz, y canciones tristes como «Please, Please, Please Let Me Get What I Want» de The Smiths cuando Tom está tratando sin éxito de conectar con Summer y «Hero» de Regina Spektor en la icónica escena de expectativas vs. realidad.
Además de que la película suena muy bien todo el tiempo, hay canciones particularmente importantes en la trama, como es el caso de «There Is a Light That Never Goes Out» de The Smiths, que marca la primera interacción entre Tom y Summer y el flechazo que impulsa toda la película, así como también «Sweet Disposition» de The Temper Trap, que aparece en dos momentos muy importantes: en un paseo por la ciudad en el que Tom le habla a Summer sobre la arquitectura y lo apasionante que es para él, por lo que se genera una conexión importante entre ellos, para él al menos; y el otro es cuando se encuentran en un tren camino al matrimonio de una amiga en común luego de distanciarse por un tiempo, cuando suena la canción, esa conexión vuelve, al menos por un instante.
Se lanzaron dos álbumes de banda sonora del film, el primero con un compilado de las canciones pop, indie rock, rock alternativo y folk que se usaron a lo largo de la película y el segundo con el score original compuesto por Mychael Danna y Rob Simonsen. Este score se mezcla a la perfección con las canciones elegidas y guía las emociones que sentimos mientras vemos desarrollarse la relación entre Tom y Summer.
A través de los años, Summer quedó como la villana casi indiscutible de la película, que supuestamente ilusiona a Tom y luego rompe su corazón, pero la verdad es que no es así. Summer deja claro lo que piensa sobre el amor y lo que está dispuesta a dar en una relación desde el principio y Tom acepta sus términos, pero lentamente comienza a exigir más y a asumir cosas que no son reales. Al ver la historia desde su punto de vista es fácil caer en la idea de que ella es la mala del cuento, cuando en realidad ambos cometen errores, como todos nosotros.
Los dejamos invitadísimos a ver o revisitar esta gran película, disfrutar de su montaje innovador, su humor ácido y su soundtrack inolvidable, y tratar de darle una vuelta, porque no todo es lo que parece.