Unknown Treasure: «Human Sadness» de The Voidz

Mucho se puede decir y escribir sobre la figura de Julian Casablancas dentro de la escena alternativa. Para bien o para mal, desde su trabajo con The Strokes a sus incursiones solistas, el neoyorkino ha sabido generar un impacto donde son tantos quienes lo atesoran como quienes prescinden de él y su arte. Y podría escribirse también que de desconocido no tiene mucho, considerando el impacto que ha tenido su música en la cultura popular mundial; sin embargo, el tesoro musical al que dedicamos este sábado es el redescubrimiento de su faceta más íntima y experimental, que vio la luz hace casi 7 años. Nos referimos al primer single de su proyecto alternativo The Voidz: «Human Sadness».

La canción fue lanzada oficialmente el 2 de septiembre de 2014, como primer single de «Tyranny», primer álbum de la banda entonces llamada Julian Casablancas + the Voidz. En él, la música se aleja del ambiente clásico del garage rock y el indie, profundizando en los territorios del rock experimental y el ruido, siendo «Human Sadness» su mejor maximización. Concebida originalmente como parte del soundtrack de «The Unseen Beauty» (documental acerca de Sam Adoquei, pintor y padrastro de Casablancas), el tema es una obra desmedida y ambiciosa de casi 12 minutos que destaca por sus ideas, su concepto y su significado, en la que prima la experimentación a través de sonidos chillones, computarizados, guitarras estridentes y autotune. 

Bañado en disonancias que logran representar lo decadente y lo sublime, el single fue inspirado por la orquesta de ocho miembros del Titanic, que se dice que tocaron hasta su muerte. “El mundo se va a acabar y tú decides tocar música. Eso es básicamente lo que sucedió en el Titanic y de una manera extraña y ‘triste’, es como la vida: oscura. Pero puedes ver a la vida como un ‘manejo de la negación’ «, afirma Casablancas.

Musicalmente, la canción se compone de 4 acordes básicos (Rem, Sol, Do y Lam) y sigue un círculo de progresión de quintas, que se sabe que es el patrón de acordes más común y efectivo que se encuentra en los arreglos musicales de todos los géneros. Estos cuatro acordes que constituyen su base fueron sampleados desde la composición inacabada de Mozart, «Réquiem en Re Menor» y contribuyen al vínculo entre la tensión discordante y los pasajes más etéreos y sintetizados de la canción. A través de toda la disonancia y la armonía, se puede percibir la progresión de la emoción y sus pequeños momentos de belleza melodiosa en medio de todo el “desorden”, donde la desesperación se transforma en ira, la ira en anhelo, el anhelo en tristeza, la tristeza en desesperación y así sucesivamente.

El quid del tema se centra en una línea adaptada de Rumi, poeta favorito de Casablancas: “Más allá de las ideas del bien y el mal existe un valle, te encontraré allí”. La frase, a modo de mantra, resuena inquietantemente a lo largo de toda la canción, casi completamente enmascarada por un lick de guitarra en 8-bits y el uso del autotune. “Esa línea es una manera ingeniosa de describir la intensidad y el anhelo y la belleza y la esperanza y la desesperación y la imposibilidad de una comprensión total de la muerte y la vida y el más allá y la nada y el todo”, dice Casablancas. «Es un pensamiento poderoso que de alguna manera está lleno de alegría y tristeza». Ambos elementos, musicales y líricos, contextualizan el ímpetu y el significado detrás del tema, que es literalmente un réquiem al padre de Julian, John Casablancas (fundador de la agencia de modelos Élite), quien falleció debido a un cáncer en 2013, y con quien nunca tuvo una buena relación.

Respecto a su composición, Julian expresa que escribir «Human Sadness» fue un proceso muy agotador: “Fue muy intenso trabajar en ello. Nunca trabajé en una canción en la que la gente (los músicos que grababan la canción) estuviera al borde de las lágrimas. (…) Es como estar en la mesa de operaciones: trabajando para hacerlo emocional. Pero este fue un momento raro en el que me sentí tragado por ella». Así, en términos de trauma, su creación es un microcosmos del impacto que el tema genera tanto en el oyente como en el autor, pues escribir una canción sobre una relación alienada con su padre fue, al menos hasta cierto punto, un proceso terapéutico.

Pese a haber sido lanzado en 2014, el single cuenta con un vídeo oficial publicado en mayo de 2015, que mezcla imágenes en secuencias con guiños a «The Twilight Zone» o «Apocalypse Now» y entrelaza diferentes viñetas de desesperación, supervivencia y heroísmo con una fotografía oscura y psicodélica. “La idea de que cada miembro de la banda tenga su propia historia siempre está ahí para mí”, afirma el vocalista, “pero siempre es difícil en un video corto, así que esta era la oportunidad», pues cada integrante de la banda aportó con imágenes que idearon mientras grababan el disco, y que dramatizaron en el video entre otro banco de imágenes de guerra y sexo. Las escenas crean flashbacks pre-apocalípticos que encajan en una narrativa más amplia que se desarrolla a lo largo del clip.

La estética del vídeo fue basada en “canciones y videos de músicos turcos en los años setenta y la imagen fija de un grupo loco, extraño y atractivo de una banda de los sesenta en un programa de televisión» afirma Casablancas. Sus escenas de flashback también lo muestran como empleado de una tienda, relacionándose con una mujer en la playa (interpretada por Juliet Joslin, su esposa) y viendo imágenes de guerra en la televisión para dramatizar cómo el mundo llegó a su fin. Conectando todo, hay tomas de cada miembro tocando en una sala blanca usando lentes también pintados de blanco, un guiño a la portada del álbum «Big Science» de Laurie Anderson, pero también un comentario sobre la tecnología. «Todos en este futuro tenían su propio entretenimiento», dice Casablancas, «a partir de ahí, simplemente nos divertimos».

La angustia y la tristeza no son emociones agradables de ninguna manera, a veces ni siquiera son soportables, pero Julian logra transformarlas en algo nuevo, emocionante y novedoso; y tiene éxito en su ambicioso esfuerzo porque logra superar la pretensión y la banalidad de sus abundantes clichés. Es esa fealdad, ese desorden y esa cruda desesperación lo que penetra tan profundamente para luego, cuando todo se resuelve, lograr que las secciones armoniosas sean aún más conmovedoras. Con «Human Sadness», Julian Casablancas nos presenta su opus más hermoso y agridulce que es tan complejo como la emoción humana misma y, al hacerlo, ayuda a otros, así como a él mismo, a aceptar y sobrellevar su trauma, y por eso le estamos y estaremos eternamente agradecides.