
Jueves de Cine: «The Hunchback of Notre Dame»
Llega un nuevo jueves que trae de la mano a nuestro especial de películas, y hoy hablamos de una pelicula que contiene asesinato, abuso emocional, racismo, corrupción y lujuria, pero es de Disney y para niños: «The Hunchback of Notre Dame».
Es una película animada de 1996, dirigida por Gary Toursdale y Kirk Wise, producida por Walt Disney Pictures y adaptada de la novela francesa «Nuestra Señora de París», escrita por Victor Hugo. Fue dibujada a mano en su mayoría, contando con 620 artistas, 72000 lápices y 1.2 millones de horas de trabajo, animando solo los fondos y las multitudes digitalmente. Cuenta la historia de Quasimodo, el campanero de la catedral de Notre Dame, y su lucha por ser aceptado por la sociedad… en palabras muy simples.
Disney venía de filmar clásicos instantáneos como «The Lion King» y «Beauty and the Beast», por lo que parece extremadamente arriesgado pasar a adaptar una sombría y oscura novela en la que un hombre deformado sufre ante una sociedad intolerante. Y aunque el resultado de la adaptación atenuó bastante algunos aspectos, sigue conteniendo una muerte en los primeros 5 minutos, por nombrar un ejemplo suave.
Y es que la historia parte con una familia siendo arrestada, una mujer siendo asesinada a los pies de una iglesia con un bebé en brazos, el responsable del asesinato a punto de lanzar a dicho bebé a un pozo por considerarlo un monstruo, pero se detiene solo para mantenerlo encerrado y atormentado el resto de su vida, convencido de que si lo es. Claro que más adelante en la historia planea exterminar a los gitanos mientras acosa a una de ellos, humillan a Quasimodo en público, queman una casa con una familia dentro… En fin, parece milagroso que la película fuese apta para niños, y lo fue.
El secreto de su éxito fue combinar estos momentos horribles con dosis de amor y esperanza (además del trío insufrible de gárgolas que fueron las protagonistas de todos los trailers de la película), y logró el visto bueno de “apta para todo público” con mínimos ajustes de sonido, como atenuando la palabra “pecado” en una de sus canciones o haciendo que el sonido del olfateo de Frollo en el cabello de Esmeralda sonara más suave.
Realmente no podemos profundizar más en la película sin adentrarnos en su música brillante, así que vamos a eso. La música fue compuesta por Alan Menken y Peter Schwartz, que quisieron trabajar en la película atraídos por los temas de los marginados sociales y la lucha de Quasimodo por liberarse del dominio psicológico de Frollo. Su trabajo nos entregó una de las mejores bandas sonoras del cine y LA mejor canción de villano que existe, pero dejaremos lo mejor para el final.
La película abre con «The Bells of Notre Dame», que con su epicidad nos marca el tono de la película, y nos cuenta, mediante el bufón Clopin, la historia de origen de Quasimodo y cómo llegó a las manos del malvado Frollo, asesinando a su madre gitana y encerrándolo en el campanario de la catedral. Todo esto, acompañado del diálogo de la historia que se cuenta, efectos de sonido y claro, unos coros que nos ponen los pelos de punta cantando el «Dies Irae», del que ya hemos hablado antes y que hace referencia a la muerte.
«Out There» comienza con Frollo manipulando a Quasimodo, convenciéndolo de que la única persona que le mostrará piedad en todo el mundo es él, que es un monstruo y la sociedad jamás lo aceptará, con un acompañamiento musical sombrío acorde al tono de lo que ocurre. De pronto la música cambia de tono a algo más alegre y esperanzador mientras Quasimodo canta sobre cuánto le gustaría pasar un día entre la gente. El primero de los dos contrastes entre Quasimodo y Frollo.
«Topsy Turvy» es la canción del festival de los bufones que protagoniza Clopin. Es el primer día de Quasimodo en las calles de París y trata de pasar desapercibido hasta que en un concurso de máscaras horribles, Esmeralda confunde su cara con una máscara y es coronado como el rey de los bufones, una situación agradable si no fuese por el terrible desenlace. Uno de los guardias le lanza un tomate y desencadena una ola de humillaciones por parte de la multitud que terminan amarrándolo a una plataforma, desgarrando su ropa y lanzándole todo tipo de objetos, deteniéndose sólo cuando Esmeralda se alza para defenderlo.
Escapando de los guardias que la persiguen luego de su hazaña heróica, Esmeralda entra a la catedral y canta una de las canciones más emotivas de la película, «God Help the Outcasts», en la que declara no ser creyente de este dios y no le pide nada para ella, sino que pide ayuda para su gente, los marginados. Esto se contrasta con las plegarias del resto de la gente en la iglesia, que piden amor, fama, riquezas o gloria solo para ellos.
Luego de alzarse para defender a Quasimodo, lo conoce de más cerca en su campanario y comienzan una amistad, pero Quasi se enamora perdidamente. Este amor tan puro lo expresa en «Heaven’s Light», una balada preciosa en la que dice que veía “luz celestial” iluminar a los amantes que divisaba desde su torre, pero que ahora esta luz estaba sobre él por tener la suerte de conocer a Esmeralda, que no teme estar cerca suyo ni besar su mejilla, e incluso puede que le importe.
El brusco contraste de «Heaven’s Light» es «Hellfire», la versión de Frollo con la que hasta comparten acordes y figuran como una sola en la banda sonora. Frollo debe ser el villano más siniestro y malévolo de la historia de Disney, y esta canción, que estuvo a punto de quedar fuera de la película por lo fuerte que es, es la confirmación. En ella, Frollo le habla a la virgen María sobre lo justo, puro y bueno que es en comparación con la gente común y le pide explicaciones por la lujuria desenfrenada que siente por Esmeralda. Compara este deseo con el fuego del infierno y culpa a Esmeralda por tentarlo, por embrujarlo, por encender la llama de su deseo y luego culpa al Diablo porque es más fuerte que él. Le pide a María que destruya a la gitana o que deje que sea suya, pero luego lo pone en sus propias manos haciendo a Esmeralda elegir entre él o la hoguera. Nada turbio, ah.
Las canciones son casi igual de buenas en inglés o en español latino, con Tim Hulce, Tony Joy, Heidi Mollenhauer y Paul Kandel en las voces de Quasi, Frollo, Esmeralda y Clopin respectivamente en su idioma original y Adrián Barba, Fernando Escandón, Fernanda Meade y Julio Sosa en español latino. Además «Sueña», la canción de los créditos en su versión en español es interpretada por nada más y nada menos que Luis Miguel.
Sin duda un clásico de Disney con su historia compleja, sus personajes completos, sus horrores y su grandiosa banda sonora, aunque nos hace cuestionarnos si deberíamos verla con nuestros hijes/hermanes/sobrines pequeños. Lo dejamos a conciencia de cada quien, ya llegarán al momento adecuado de apreciar esta joya.