
LUNES DE ICÓNICOS: St. Vincent & Dua Lipa en los Grammy 2019
Este último lunes del mes nos vestimos de gala, pues nos transporta a la entrega de premios Grammy de hace nada más dos años. Después de años de ceremonias en donde suelen destacar unas presentaciones por sobre otras, el día 10 de Febrero de 2019 fuimos testigo de una colaboración tan sensual como icónica. Discutiblemente la mejor presentación de aquella noche, fue el poderoso dueto de St. Vincent con Dua Lipa, en el que ambas mezclarían sus sencillos «Masseduction» y «One Kiss».
El espectáculo comienza con una Annie Clark (nombre detrás de St. Vincent) misteriosa, apareciendo entre las sombras, vestida de negro y cantando a la par de un riff cargado al fuzz en su guitarra. Luego, uniéndose a Clark durante el coro de «Masseduction», se escucha la voz característica de Lipa, quien aparece tras Annie casi como su imagen especular, de cabello negro recogido y look monocromático. Ambas, intercambiando miradas cómplices y jugando con su cercanía corporal, se unirían en una pequeña rendición del clásico de Aretha Franklin «Respect» que daría paso a la interpretación de One Kiss», colaboración original de Calvin Harris con Lipa. Una bailó, otra rockeó, y la actuación se convertiría en una de las más comentadas de la noche.
La colaboración entre ambas artistas se formó de último minuto, luego de que la idea fuese planteada por el productor Ken Ehrlich (gestor de otras colaboraciones icónicas como la de Beyoncé con Prince o la de Elton John y Eminem). Pese al entusiasmo de ambas por colaborar, tuvieron menos de una semana para conocerse y armar el espectáculo, una vez confirmada su aparición. “Esas canciones son las dos caras de la misma moneda”, afirma Clark sobre el porqué de las elecciones musicales. “Se tratan de seducción y sexo y todas esas cosas. Luego, quisimos hacer un pequeño guiño a la difunta y gran reina del soul, así que fue como ‘¿Y si cantamos «Respect» como algo así extraño y dom-sub, como el sexo?’ No sé si esa canción alguna vez ha sido cantada con esa entonación”.
Respecto al espectáculo en general, y a su indudable vibra queer, este resulta interesante y empoderante a partes iguales, desde la posibilidad de interpretar y cantar diversos temas dentro de los estándares televisivos, hasta cada pequeño detalle y guiño musical. “Canto sobre poder de la seducción en todos los niveles, ya sea la seducción sexual, la seducción política, el totalitarismo y esta necesidad de tener un orgasmo”, menciona Annie al respecto y continúa, “La seducción es emocionante, pero también es una transferencia de poder; es una abdicación o una adquisición de poder, pero entonces, ¿cómo se ve el poder?»
Ese aire seductor también se vio propiciado por la imagen tan similar proyectada por ambas artistas. Sin embargo, esto no fue más que una coincidencia, o “alquimia”, en palabras de Clark. “Queríamos hacer algo más grande y sexy que la suma de sus partes. Toda la actuación estuvo entre seis pies y seis pulgadas entre nosotras y nuestros ojos. Creo que la simplicidad y la intensidad de eso funcionó”. Tanto el carácter incidental del asunto como la idea de la sensualidad también es complementada y su alcance es expandido por Dua: “Nos reíamos porque era narcisista de alguna manera, parecíamos gemelas, como si estuviéramos cantando para nosotras mismas en el espejo. Lo llevamos al punto de tener esta vibra empoderante de ‘Me amo a mí misma’ «.
Durante la ceremonia, ambas artistas no sólo se llevarían el éxito de su presentación, sino que cada una recibiría también uno de los galardones en distintas categorías. St. Vincent en mejor canción de rock por «Masseduction» y Dua Lipa en mejor artista nuevo. Un momento icónico que sin duda habitará en nuestras cabezas por bastante tiempo.