
Recomendación: Robert Johnson
Otro miércoles de recomendaciones y además a vísperas de Halloween, es por esto que hablaremos esta vez de Robert Johnson quien pareciera ser la persona más indicada. Se estarán preguntando por qué, pero es necesaria una introducción histórica y biográfica para poder entrar dentro de los terrores de su vida.
Robert nació en un pequeño pueblo del estado de Misisipi en el año 1911 y su infancia se caracterizó por ser bastante precaria, su madre era hija de esclavos en una época en la que en Estados Unidos los derechos para los afroamericanos eran bastante complejos.
Desde pequeño el señor Johnson presentó un gran interés por el blues y debido a esto comenzó a tocar armónica, en la cual era muy diestro, pero él deseaba aprender a tocar guitarra para ser como sus grandes ídolos: Son House, Willie Brown, Lonnie Johnson, Ike Zinneman, Charly Patton o Skip James. Pero el gran problema era que no tenía muchas habilidades para tocar la guitarra, de hecho la mayoría de las personas que lo conocieron en este periodo de su vida decían que sus habilidades eran bastante precarias, por no decir nulas.
Una vez que Robert cumple 18 años encuentra a su primera amada, con quien contrae matrimonio dejándola embarazada, pero lamentablemente, tanto su esposa como su hijo mueren en el parto, como si él estuviera maldito desde ese momento. Cuando ocurre esto el comienza a vivir una vida nómada.
La vida de este personaje está sujeta a muchas historias, una de estas es que debido a este suceso terrible él comenzó a tocar guitarra y practicar en los cementerios, “acompañado de su mejor audiencia”, como se suponía que él decía. Se quedaba hasta largas horas de la noche tocando en estos lugares, algunas personas comentaban que también se le podía ver conversando solo frente a las tumbas. Hay que considerar que se documenta que la muerte de su primera esposa e hijo lo afectaron de tal forma que comenzó a desarrollar una gran depresión y ahogar sus penas en alcohol. Esto se puede sentir en su canción «Love in Vain»:
Volviendo a su vida de viajero, Robert se pierde de los mapas hasta que encuentra un nuevo amor con una mujer mayor. Las cosas no resultaron muy bien y es ahí cuando él decide volver a su ciudad natal, pero en el trayecto tocó en la mayoría de bares que pudo, donde disfrutó de una vida bohemia llena de alcohol, tabaco y mujeres.
Dentro de este gran regreso, como verán la historia tampoco es muy lineal, se le ve tocando con dos de sus ídolos Willie Brown y Son House.Sorprendiendo al público por una técnica de slide inigualable y ser muy prodigio al interpretar su instrumento. Ante esto la gente le comienza a preguntar cómo fue que mejoró tan rápido en su instrumento, ya que se le conocía de antes como el fracasado sin talento que alguna vez tocó en esos lugares, a lo que él respondió, “que había vendido su alma al diablo en un cruce de caminos de Clarksdale (entre el 49 y 61) para aprender a tocar de esa manera”, esto está documentado en su canción «Crossroad Blues». Dejando a todos boquiabiertos y preocupados de estar cerca de un sujeto bendecido por el mismísimo Satanás.
Cabe destacar que su técnica en la guitarra es deslumbrante hasta el dia de hoy, pareciera en ocasiones que fueran 2 personas las que están tocando la guitarra, como en su canción «Me and the devil blues», donde hace referencias constantes a conversaciones que él sostiene en su dia a dia con el diablo al que le vendió su alma para poder tocar mejor la guitarra.
Nuestro querido Robert, el primer músico en decir que hizo un pacto con el diablo para poder mejorar sus habilidades con el instrumento, encontró su fin a los 27 años en un bar tras intimar con una mujer casada, el esposo de esta envenenó el whisky del Sr. Johnson dejándolo en agonía por tres días antes de morir.
La vida de este músico de blues tan llamativa y su música igual de influyente que muchos artistas lo toman como referente o maestro, siendo uno de esto Jimi Hendrix, quien también murió a la edad de 27 años.
Continuando con su influencia podemos encontrar a Eric Clapton, con su canción «Sweet Home Chicago», de la cual hace un cover en al que podríamos conversar en un próximo martes de covers.
Ahora quedan solo las preguntas si realmente él mejoró gracias a una habilidad paranormal ocurrida en este cruce de cuatro esquinas o simplemente fue por esta cantidad incalculable de horas que pasó en un cementerio hasta tarde donde nadie lo iba a interrumpir por lo tenebroso del evento, y donde ningún alma viva lo iba a poder escuchar mejorar. Y por último, ¿Su muerte tendrá que ver con el famoso club de los 27 años y alguna maldición que dejó el señor Robert Johnson a la humanidad tras su pacto con el Diablo?