
Jueves de Cine: «Matilda»
Por acá nos encantan los jueves, y es que tenemos la oportunidad de hablar de películas que nos encantan con música hermosa que nos han marcado para siempre, y hoy volvemos a nuestra infancia con un clásico de clásicos. Hoy hablamos de «Matilda».
Es una película de 1996 basada en la novela homónima de Roald Dahl, dirigida y producida por Danny DeVito y protagonizada por Mara Wilson. Trata sobre la joven Matilda Wormwood que vive con su familia mediocre, abusiva y negligente. A pesar de la falta de amor y atención desarrolla habilidades increíbles para su edad, una pasión por la lectura, el aprendizaje y además descubre que tiene habilidades telequinéticas, que luego utiliza para lidiar con su familia y con la terrible directora de su colegio, Agatha Tronchatoro.
En su estreno tuvo críticas predominantemente positivas, pero fué un fracaso en la taquilla, recaudando solamente 33 millones de dólares en todo el mundo, con un presupuesto de 36 millones. A pesar de ello, hoy es considerada un clásico de todos los tiempos y cuesta encontrar a alguien que no la haya visto o que no sienta al menos un poquito de cariño y nostalgia por ella.
DeVito además de dirigir y producir, es la gentil voz narradora de la película y también personifica al terrible padre de Matilda, junto a su entonces pareja Rhea Perlman que interpreta a su negligente madre, pero en la vida real fueron todo lo contrario. Durante el rodaje, la madre de Mara fué diagnosticada con cáncer de mama en etapa terminal, entonces la pareja le dedicó toda la atención a la pequeña Mara para apoyarla en ese difícil momento, volviéndose una especie de padres postizos durante esos meses. La madre de Mara falleció meses antes del estreno de la película, pero Danny DeVito se las arregló para mostrarle un corte casi terminado de la película, para que pudiese ver la actuación de su hija.
Pam Ferris, quien interpreta a Agatha Tronchatoro, no salía del papel al terminar las escenas para que el temor de los niños hacia ella fuese más genuino. Además, sufrió varios accidentes durante el rodaje, terminando con puntadas en los dedos por la escena en la que lanza a una niñita de las trenzas y con polvo de tiza en los ojos en la escena del castigo final de Matilda.
Se usaron 7 mini actores para interpretar a Matilda en todas sus etapas de crecimiento: 3 bebés recién nacidos, una bebé de 9 meses, una pequeña actriz de 2 años, una niña de 4 y finalmente Mara Wilson quien interpreta a la Matilda de 6 años, pero que al momento del rodaje tenía 8 años. Se alejó de la industria a los 13 años porque le era muy aburrido y pesado hacer lo mismo una y otra vez hasta que el director decidiera que estaba bien. Luego mencionó también que fué sexualizada por los medios y los fans incluso siendo tan pequeña, algo de lo que todas las mujeres son víctimas lamentablemente.
La película misma está llena de magia, magia que se logró en su mayoría a través de efectos prácticos, como trenzas falsas y una grua para cuando la malvada Tronchatoro lanza a una niñita o una tiza con imán para cuando Matilda hace que la tiza escriba sola para asustar a Tronchatoro. La escena de Bruce y el pastel se grabó en dos semanas, donde el pequeño realmente comió muchísimo pastel, tanto que luego de un par de tomas se llevaba el pastel a la boca, pero luego del corte lo hacían escupir para no hacerlo explotar de pastel.
La música original de la película está compuesta por David Newman, que hizo un excelente trabajo retratando el tono de la historia de forma sonora, con melodías alegres e inocentes para acompañar a Matilda en sus lecturas, una más tosca para su familia y una oscura y amenazante para Tronchatoro. Logra ser reconocible para cualquiera que conozca la película y solo por eso ya tiene puntitos a favor.
Además cuenta con dos canciones populares: «Send Me On My Way» de Rusted Root, que ahora asociamos inevitablemente con la primera película de «La Era de Hielo», pero que había aparecido 6 años antes en dos momentos preciosos de la película: cuando vemos por primera vez sola y feliz a Matilda, preparándose el desayuno y visitando la biblioteca, y luego cuando es adoptada por la señorita Miel y tiene a alguien que se preocupa por ella por primera vez en su vida.
La otra canción es «Little Bitty Pretty One» de Thurston Harris, que acompaña una de las escenas más icónicas de la película, esa melodía en la que piensas cuando piensas en Matilda: cuando Matilda comienza a dominar sus poderes y prueba diferentes cosas en la casa, como servirse cereal con leche, abrir y cerrar las cortinas y luego todo en la casa comienza a moverse y bailar al ritmo de la canción. Para esta escena se mezcló el uso de efectos prácticos y CGI de una forma tan perfecta que incluso ahora pasa desapercibido si no se pone la suficiente atención en cada detalle. Un momento grabado en la memoria de todos justo al ladito del pequeño Bruce y su enorme pastel de chocolate (¡Bruce, Bruce, Bruce!).
Lxs dejamos invitadisimxs a revisitar este clásico que esconde maravillas en cada rincón, y por supuesto a verla si por algún motivo aún no tienen el placer de hacerlo.