Semana Radiohead: «OK Computer»
Seguimos con nuestro especial dedicado a la legendaria banda británica Radiohead. Les recordamos que durante esta semana estaremos compartiendo nuestros discos favoritos del grupo y para el día de hoy hemos escogido su tercer álbum, el famoso «OK Computer».
Era 1996 y Radiohead iniciaba los primeros ensayos de su tercera entrega luego de una larga y agotadora gira promocional del aclamado «The Bends» (1995). Motivados por la idea de grabar el «OK Computer» de manera autónoma, iniciaron la búsqueda de un lugar alejado de los productores y los estudios que pudiese otorgarles la libertad que tanto estaban buscando, luego de que su disquera les permitiera grabar sin presiones, sin una fecha límite.
Finalmente el sitio escogido fue una enorme mansión deshabitada propiedad de la actriz Jane Saynmour, donde pudieron experimentar con las posibilidades sonoras que se daban en el lugar, de esta forma, jugando con el eco y con las texturas de las paredes de cada rincón dejaron su creatividad volar, adentrándose en su propio mundo.
Nacido de la ansiedad y la paranoia, para muchos puede ser considerado como un disco un poco melancólico y futurista, capaz de retratar la sociedad actual como si en su tiempo fuese una suerte de profecía, ya que abarca una serie de tópicos alusivos a los actuales malestares propios de la posmodernidad, como el abuso de poder, el consumismo y la deshumanización producto de los avances tecnológicos que en ese momento no eran tan evidentes como lo son hoy, prueba de esto son éxitos como «Air Bag», «Fitter Happier», «Let Down» y, por supuesto, «No Surprises».
En términos artísticos fue grabado de la manera más pura posible, cuando la creatividad de la banda estaba en su apogeo y sin duda alguna es uno de los discos más fáciles de digerir de Radiohead.
Una de las canciones que puede, de cierta forma, “resumir” lo que es el «OK Computer» es «Paranoid Android», corte de casi seis minutos y medio que cuenta con cuatro secciones diferentes descritas por Thom Yorke como “cuatro estados de ánimo distintos”. Curiosamente, sin necesidad de contar con un coro, se convirtió en una de las más grandes joyitas de la banda, probablemente porque a medida que avanza te mantiene atento y con la sensación de que se aproxima algo aún mejor.
Lo cierto es que 23 años después de su lanzamiento bastante se ha dicho de este disco y probablemente bastante se seguirá diciendo por su capacidad de trascender como uno de los más grandes álbumes en la historia de la música alternativa y más específicamente del rock alternativo, pero es innegable que la atemporalidad es una de sus características principales, como tan bien es innegable el hecho de que es un álbum lleno de pequeños detalles que podemos redescubrir cada vez que nos damos una oportunidad para escucharlo de nuevo.