Semana Radiohead: «Hail to the thief»
Seguimos avanzando en nuestra semana de Radiohead, quienes ganaron nuestro mundial de bandas de la década de los 90’s (la plantilla está en nuestras historias destacadas de nuestro perfil de instagram, si es que quieres escoger tu propio ganador).
Pero el disco de hoy ya pasó a la nueva década, los 90’s quedaron atrás y Radiohead siguió reinventándose y trabajando con distinto material y distintas formas de trabajo. Hablamos de su quinto disco de estudio lanzado el año 2003, «Hail to the thief», el cual combina un poco sus trabajos anteriores y deja de lado el sonido notoriamente más electrónico de «Kid A» y «Amnesiac».
En el momento de producir y grabar este disco, la banda buscaba claramente apartarse de las computadoras, a diferencia de los trabajos mencionados anteriormente que se grabaron en el transcurso de un año y, en vez de confiar en los instrumentos “originales”, los electrónicos destacaron por la mayor parte. Esta vez, la idea central de la banda fueron las presentaciones (y grabaciones) de los instrumentos en vivo, aunque no pudieron despegarse de los sintetizadores y otros instrumentos de esta índole.
Su grabación fue corta y precisa, sabían a lo que iban y definitivamente no querían perder tiempo. Ni siquiera Thom Yorke, el vocalista de la banda, iba pensando demasiado en arreglar las letras de las canciones, solo lo hacía casi por inercia para que quedaran mejor con las melodías. Jonny Greenwood, guitarrista de la banda, recuerda que ni siquiera se dieron tiempo para estresarse sobre el proceso y que en dos semanas ya prácticamente tenían todo listo. En sus palabras, “fue la forma más mágica de hacer las cosas”.
Por otro lado, las temáticas del disco son algo más oscuras de lo que aparentan sus melodías que la misma banda describió como “pop brillante, claro y estéticamente bonito”. Al momento de escribir sus letras, Yorke quiere mostrar estupidez, pánico, ignorancia e intolerancia en los personajes y las historias creadas en el universo que contiene el disco.
El artista también mencionó que a pesar de no querer escribir nada que estuviera cargado a lo político, y al miedo que se sentía en el día a día, le fue inevitable. La forma más clara de ver este fallo es en el mismo nombre del disco, ya que “Hail to the thief” fue una frase usada por protestantes en contra de George W. Bush durante las elecciones presidenciales estadounidenses en el año 2000.
El trabajo contó con tres singles: «There, There», «Go to Sleep» y «2+2=5». Musicalmente varía desde canciones rock que van creando un clímax poderoso como lo es el primer tema del disco, «2+2=5», hasta baladas lideradas por el piano, como lo es el caso de «Sail To The Moon» e incluso podemos apreciar un poco de jazz en la canción «We Suck Young Blood». La parte electrónica del disco se destaca en canciones como «The Gloaming (Softly Open Our Mouths in the Cold)».
Si bien «Hail To The Thief» fue recibido de buena forma por los críticos y el público, no es el favorito de la mayoría de los fans y definitivamente no es tan popular como lo llegó a ser su álbum de 1997, «OK Computer». Pero no se puede negar que es uno de los mejores, ya sea recibiendo el trabajo terminado como sabiendo el trabajo detrás de la producción, las letras y el estado mental en el que se encontraba la banda al momento de grabar, «Hail to the Thief» es un trabajo que fácilmente puede envolverte en sus emociones y hacerte parte de aquel universo ficticio.