Semana Radiohead: «In Rainbows»
Nos estamos acercando a los últimos días de nuestra semana dedicada a la mejor banda de los noventa (según ustedes): ¡Radiohead!
Llegó el momento de hablar de «In Rainbows», séptimo álbum de estudio de los británicos lanzado en octubre del 2007 y sucesor de «Hail To the Thief» del 2003 (hablamos ayer de este disco, ¡revisa su reseña!). El disco fue muy comentado desde el momento de su lanzamiento, ya que la banda decidió utilizar el método “paga lo que puedas”, lo que hizo que los sitios de música se concentraran meses en la pregunta sobre si las personas habían pagado lo que realmente valía el disco, en vez de preocuparse en el material en sí.
La grabación del disco empezó en febrero del 2005, con un trabajo pausado y sin ningún final específico, según Yorke. No fue hasta el 2006 y después de una gira por Europa y Estados Unidos, que la banda comenzó a finalmente atar cabos y resolver las canciones con las que habían estado experimentando desde hace años.
El álbum es considerado uno de los más cercanos de la banda, según críticxs. Y es que las temáticas que rondan las 10 canciones están directamente relacionadas con un aspecto más íntimo, quizá no de Yorke y compañía, pero sí de un sentimiento persistente en la existencia humana, como lo es el amor o lo que podemos lograr entender de amor hoy en día. Canciones como «All I Need» (que es como un «Creep» más suave) o «House of Cards» son la demostración perfecta de tal idea de amor con la que muchxs sufrimos, inalcanzable y doloroso. (Consejo ItSA: No las dediquen, ámense un poco).
La banda deja de lado las ideas críticas sobre la sociedad moderna para pasar a hablar de sus, quizá, consecuencias, como en «Jigsaw Falling Into Place», inspirada en las noches en Oxford cuando Yorke presenciaba a la gente emborracharse hasta perder el conocimiento en un intento de poder lidiar con todos los malestares que les aquejaban y que aquejan hasta hoy. O «Nude», que grafica la frustración que puede existir cuando se cree tener todo, pero aún está ese sentimiento de que falta algo para alcanzar la “perfección”. Siempre acompañado de ese sonido tan característico de la banda, lleno de un caos controlado, supurante de experimentación y curiosidad.
Ahora, un punto aparte es el arte del disco. Creado por Stanley Donwood, quien ha trabajado con la banda desde sus inicios, el arte fue variando a medida que el álbum se grababa y las ideas dentro de él cambiaban. Pasó de una idea muy suburbana y distópica a dejar que la organicidad de la música se abriera camino dentro de la visualidad. El mismo Donwood explicó que fue después de experimentaciones con cera, tintas y agujas quirurgicas que llegó al arte icónico que conocemos hoy, lleno de color y dinamismo. La popularidad del arte es comparable incluso con el de «Unknown Treasures» de Joy Division, llevando a la portada a poleras, polerones e incluso propaganda del Apruebo.
«In Rainbows» se ha convertido en un disco de culto no solo para lxs fans de Radiohead, sino que para el mundo, llenando listas de mejores lanzamientos hasta 13 años después de su estreno y batallando eternamente con «OK Computer» en la lucha del mejor disco de los ingleses. Y aunque no sabemos la respuesta a esa batalla, lo que sí sabemos es que es uno de los discos más bellos jamás hechos y que nunca nos cansaremos de escucharle.