Semana Radiohead: «The King of Limbs»

¡Ya casi termina nuestra semana dedicada a Radiohead! Cada día hemos publicado un disco de esta legendaria banda británica especialmente para ustedes, quienes hace algunos días le han otorgado el triunfo en nuestro mundial de los 90’s. Hoy es el turno de su octavo trabajo de estudio: «The King of Limbs» (2011).

Si consideramos que el lanzamiento anterior a «The King of Limbs» fue «In Rainbows» (2007), es lógico que se haya generado una alta expectativa por lo que estaba por venir, más aún después de cuatro largos años de espera. Por lo que, tal vez, el hecho de que se tratara del trabajo más corto de la banda hasta la fecha y que, además, se permitieran experimentar y explorar nuevos sonidos terminó por ser algo un tanto decepcionante para muchos de los fanáticos de Radiohead. No obstante, «The King of Limbs» desde el momento que se lanzó fue bastante aclamado por la crítica, incluso llegando a ser nominado a cinco categorías de los premios Grammy, incluyendo la de mejor álbum alternativo.

Entonces, si no se parece a ninguno de sus trabajos anteriores, ¿cómo podríamos empezar a describir «The King of Limbs»?

Básicamente como un trabajo más sutil, lento y calmado a lo que estábamos acostumbrados, con tintes muy oníricos, algo “embriagantes” que nos provocan la sensación de estar “flotando” en cada canción. Los principales sentimientos que transmiten son nostalgia y emotividad, todo el álbum posee una vibra bastante profunda, donde se opta más por la electrónica en lugar del rock alternativo característico de la banda.

Su enfoque no se centra mucho en las letras de las canciones, ya que estas más bien parecen bastante ambiguas, abstractas, casi como si fuesen un divague, en lugar de ello le prestaron especial atención al sonido, a las texturas de cada canción y cómo estas pueden llegar a trasmitir sensaciones a los oyentes.

Realmente «The King of Limbs» no es un mal trabajo, para nada, pero teniendo en cuenta toda la discografía que lo antecede, las ocho canciones que lo componen pueden dejar un “gusto a poco” a muchos. No obstante, es un álbum donde podemos encontrarnos con la faceta más orgánica y natural de Radiohead, faceta que probablemente no la encontremos en otro de sus álbumes. Solo son ellos permitiéndose explorar nuevas sonoridades y descubriendo una parte de ellos mismos que desconocían, algo sumamente valorable en términos de crecimiento y originalidad.