La Victoria de lxs resentidxs

Hace un año, vivíamos el día después de una de las marchas más grandes que ha existido en Chile. Protestas diarias marcaban el día a día desde hacía ya dos semanas antes, siendo la piedra angular el 18 de Octubre del 2019 donde manifestaciones multitudinarias en distintos puntos del país demostraban el malestar de la ciudadanía.

Un malestar que no se vio ni se oyó venir, como dicen muchxs, porque es un malestar que se vive diariamente, para la gran mayoría de nosotrxs nos es imposible verlo como algo externo a nuestro ser. Fuimos, somos y seremos parte de la población que padece y adolece justicia. 

Un 25 de octubre hicimos historia con una marcha que convocaba a un millón doscientas mil personas en uno de los puntos que ha visto como mucha de esa misma gente se ha presentado históricamente para protestar por la educación, por el agua, por las mujeres, por el país completo. Un 25 de octubre también 7 millones 500 mil personas se presentaron a votar a lo largo del país. Muchxs por primera vez, con convicción y esperanza de que esa línea azul fuese la concretación de un año entero de expresar nuestro descontento como nunca antes. La pandemia no fue impedimento, tampoco los aplazamientos de parte del gobierno, que hizo mucho más favorable y significativa la fecha.

Así mismo como tal gobierno se coronaba como el gran ganador de esa marcha histórica, ahora senadores, ministrxs y diputadxs que vociferaban penas del infierno a lxs manifestantes y a lxs adherentes del Apruebo se suben al carro de la victoria, que no les recibe porque no da más de gente que realmente debe estar ahí. De gente de Puente Alto, La Pintana, Quilicura, El Bosque y Maipú. Este carro no da para ciertas personas de Las Condes o Vitacura, porque está construido a base de cajas de cartón, llanto y sudor, a base de rencor y resentimiento por todas las veces que se han reído de nosotxs, de todas las veces que nos mandaron a levantarnos más temprano para ahorrar en el pasaje o a comprar flores porque estaban baratas, de todas esas veces que se reían y decían que el Rechazo ganaría porque ellxs tenían el poder y porque la gente sabía lo que les convenía, sin saber nada de la gente, porque la gente siempre ha sabido lo que le conviene, le ha convenido votar que No, le ha convenido votar Apruebo. 

Eternamente nos han tratado de tontxs, de ignorantes, de que no sabemos como ha de manejarse la política o la economía, cuando tenemos magísteres en ambos temas. Nuestras mamás, nuestras abuelas sacaron doctorados de economía cuando han tenido que calcular cuántas monedas tienen para poder llegar a fin de mes. Son expertas en negociados políticos cuando tienen que ir a pedir fiado al almacén porque se les terminó el arroz o los fideos. Y hay una gran mayoría que ha sido testigo de aquello y se cansó. Nos cansamos de ver cómo nos humillan cada día, de que nos hagan batallar por lo que nos pertenece y se nos debe por derecho. Nuestras mamás han tenido que luchar por el pan, nosotrxs por nuestra educación. 

Este día es el día después de un momento histórico en nuestro país, es el día en donde podemos sentir que el trabajo ya está hecho, pero así como no nos detuvimos hace un año, no podemos parar ahora. Así como no dejamos que los ojos de Gustavo y de Fabiola (y de muchxs más) y que la vida de miles de compatriotas fuese en vano y votamos por construir una Nueva Constitución, no podemos dejar que esas personas que no saben lo que es vivir el día a día vuelvan a pisotearnos una vez más, y con nuestro permiso. Hemos de demostrarle que si sabemos de lo que hablan y muy bien, porque es nuestra vida y nuestro futuro. Y si alguien ha de trabajar por el, que seamos nosotrxs mismxs.