Mujeres Bacanes: Weyes Blood

¡Al fin es viernes! Y les traemos algo bueno para el especial de hoy. Hablaremos de una mujer que ha encontrado en el pop un lienzo ideal para darle vida a sus inquietudes. Nos referimos a la cantante, compositora y multi instrumentista Weyes Blood.

Hija de una pareja de músicos hippies, su padre incluso trabajó en la escena musical de los años 70 e inicios de los 80. Nació el 11 de junio de 1988 en Santa Mónica, California y durante toda su infancia se mudó muchas veces de ciudad, entre ellas Scotts Valley, Doylestown y Portland. Su familia era estrictamente religiosa, diciendo en su propias palabras: “fui criada en un hogar verdaderamente espiritual. Así que desarrollé mi propio cinismo porque siempre hay cosas en la Biblia que realmente me enfurecian … ”

Su nombre real es Natalie Laura Mering, a los 15 años empezó a escribir canciones bajo el nombre de Wise Blood, que luego cambiaría a Weyes Blood. 

Wise Blood es el nombre de un libro de Flannery O’Connor, el cual es un clásico de la literatura del siglo XX. El libro cuenta la historia de Hazel Motes, un joven de veintidós años atrapado en una lucha interminable contra su fe innata y desesperada. El protagonista declara que su sangre es sabia, así que vivirá su vida como a él se le plazca, ya que esta es un símbolo de su naturaleza espiritual, de la inocencia y la divinidad que fluyen a través de él y lo guían porque está en un estado sumiso, sin ejercer su libre albedrío contra Dios.

Es una música, una cantante, pero la particular experimentación con todo, desde la extrañeza de la escena del ruido local de principios de la década de los 2000 hasta su dominio actual de la balada atemporal, la destacan como una alquimista sonora meticulosa. Ha estado activa en la música underground desde 2006, y ha grabado cuatro álbumes de estudio. Por su edad es una millennial, pero sus gustos y actitudes la sitúan más bien en la generación de sus progenitores; para ser más precisos, en los tiempos en que su papá y mamá aún no se habían conocido. 

“Me cuesta relacionarme con gente de mi edad. Me considero más bien una viajera en el tiempo. De pequeña imaginaba un mundo muy distinto”.

Mering se comporta con discreción serena, y nos dirige una mirada curiosa que no incurre en el escrutinio. Acostumbrados a que las cosas nunca sean lo que parecen en esta feria falsaria del siglo XXI, sorprende que Natalie se comporte con la misma elegancia que desarrolla en sus canciones.

Voces angelicales, suaves acordes de guitarra, sintetizadores y sonidos propios del psych-pop, aderezados con tintes folk, marcan su discografía, en la que prevalecen sufridas letras de romanticismo contemporáneo con un cierto toque elegante de los 70s. Desde su primer trabajo, «The Outside Room» Natalie ha hecho que el público la considere como una de las vocalistas más distinguidas de la actualidad.

Después del lanzamiento de su álbum debut y otros trabajos más, decidió mudarse de Nueva York a Los Ángeles, donde llegó en ceros, sola, sin dinero y sin ningún contrato o trabajo. Su momento de revelación fue cuando lanzó su tercer disco, «Front Row Seat to Earth» bajo la disquera independiente Mexican Summer,  y con el que se fue de gira por toda Europa y Estados Unidos.

Tres años pasaron (2019) y así fue como alcanzó la aclamación y reconocimiento mundial, con su más reciente lanzamiento «Titanic Raising», el cual es un discurso sobre la perfección e imperfección de la humanidad. Construido con una poderosa orquesta, cuerdas, sintetizadores, guitarras, y una voz magistral hacen a este disco un escape ideal al apocalipsis del dia a dia. Digno de un impacto histórico y monumental, este trabajo se convirtió sin duda en uno  de los mejores de aquel año, si no que el mejor.

Las inquietudes artísticas de Natalie han hecho de Weyes Blood un proyecto que traspasa los límites musicales y explora el territorio visual. En él, Mering siempre se ha movido con naturalidad y cierta audacia hasta construir un corpus videográfico que complementa sus composiciones sonoras, para traducir en imágenes no tanto su significado explícito, sino que  las recreaciones que, a partir del mismo, surgen en su cabeza y lleva a la realidad. Por esto y más, es imposible no estar enamoradxs de esta mujer tan bacán.