Lunes de icónicos: Bring me the horizon en el Royal albert Hall

La banda británica Bring Me the Horizon se formó en el año 2004 en lo que sería los comienzos de la escena metalcore. Para el año 2008, con el single «Chelsea Smile» de su segundo álbum de estudio «Suicide Season», eran una de las bandas más reconocidas en la escena.

La prensa alternativa de la época mantenía una relación de amor y odio con la banda, por una parte mostrando lo fácil que era para el público alternativo resonar con las canciones como si fueran bailables en una fiesta de año nuevo. Por otro lado, algunos esperaban con ansias el fin del metalcore para ver a las bandas como BMTH desaparecer. Pero pasados los años, lo único que se ha visto por parte de la banda liderada por Oliver Sykes es una evolución que los ha mantenido en el ojo del huracán que es la escena alternativa de las últimas décadas.

Solo esto, ya convierte a la banda en una icónica. Pero hoy hablaremos de una de las presentaciones favoritas de los fans y la más apreciada en términos de calidad musical: el álbum «Live at the Royal Albert Hall».

Junto a la orquesta sinfónica Parallax Orchestra, la banda británica armó un show de 83 minutos con lo mejor de su repertorio en el centro artístico de renombre, comenzando con una apertura de cinco minutos que fue la introducción a la canción «Doom». Estos primeros minutos marcaron la atmósfera inmersiva que los fans de la banda vivirían por la próxima hora y media.

El show avanza con «Happy Song», «Go to Hell, for Heaven’s Sake», «Avalanche» y «It Never Ends», en las cuales se apoyan fuertemente en la orquesta liderada por Simon Sobson sin perder la esencia versátil inclinada al metalcore que los vió nacer. La mezcla de las voces, los arreglos y sintetizadores por parte de Jordan fish, la batería y las cuerdas hacen una mezcla maravillosa que deja en claro que la música de cámara y el rock no son universos paralelos sino coexistentes.

La banda sigue el concierto con «Sleepwalking», «Empire», «Throne» y «Shadow Moses». Mostrando versiones extendidas siempre jugando con los diversos instrumentos a su disposición. Para cuando avanzan hasta la canción «Drown», Oliver Sykes hace una pausa para recordar la verdadera razón por la cual se hizo ese concierto. La organización caritativa Teenage Cancer Trust organizó una serie de conciertos para ayudar a la juventud británica que sufre de cáncer. En su momento, Sykes aprovecha para reconocer el trabajo de la Organización, diciendo que «No estamos aquí para hablar de lo que hace el cáncer, sino de cómo nos ha unido a todos nosotros y cómo podemos pelear contra él, juntos.«

Este discurso queda unido a una performance particularmente emotiva en la que la orquesta se luce para amplificar la atmósfera triste y esperanzadora al mismo tiempo antes de cerrar el show con «Oh No».

Sin duda este show fue la primera vez que el Royal Albert Hall vió una presentación que incluía cosas específicas de la escena hardcore como los distintivos moshpits y wall of death, y esta es solo una de las facetas de Bring Me the Horizon, quienes se mueven entre géneros musicales y eras diferentes, pero hasta el día de hoy, esta faceta es nuestra favorita. Te dejamos con lo que fue «Throne» en esta edición icónica por parte de BMTH.