Recomendación: Handsomeboy Technique

La recomendación de este miércoles está caracterizada por las 3 erres de la electrónica y el sampleo: Reutilizar, reenvasar y recrear. Desde Kyoto para el mundo, y para cada oído dispuesto, Handsomeboy Technique es el proyecto en solitario del DJ y productor Yoshitaka Morino. Iniciado en el año 2004, su música da cuenta de la hiperactiva imaginación del japonés y es una mezcla entre material grabado y samples de otros artistas. Su sonido podría describirse como un sample-pop con influencias house y hip-hop, influenciado por la escuela de bandas como The Avalanches y The Go! Team.

Pese a su discreta y poco conocida carrera musical, que sólo cuenta con 3 álbumes y un par de colaboraciones y remixes, el japonés es uno de los artistas más respetados dentro del mundo de los DJs experimentales en Asia y Europa y ha logrado convertirse en un hit en las tiendas japonesas desde su debut. Caracterizado por el estilo o método Plunderphonics, que hace referencia a canciones compuestas exclusivamente por piezas de otras canciones, Morino define el objetivo de su música como el crear y abrir puertas dentro de las “murallas” (o gustos) que las personas construyen, en relación a los distintos géneros o estilos que se pueden encontrar.

La carrera formal del proyecto comienza en julio del año 2005 con su primer elepé «Adelie Land». Este es una combinación instrumental y estelar de alegría, nostalgia y ritmos bailables, que por mucho tiempo fue considerado como “el segundo disco de The Avalanches” debido a sus similitudes sonoras y técnicas, además de su innegable calidad. Sin pregonarlo a los cuatro vientos, cada elemento del álbum funciona a la perfección. Las cuerdas entran, salen y vuelven a entrar, las trompetas y trombones resuenan de manera colectiva, cada beat se desenvuelve en una elegante pero energética sutileza y, si se escucha atentamente el coro de «Season of Young Mouss», se puede encontrar una de las líneas de bajo más funky que puedan deleitar a los oídos.

Respecto a su composición, Morino recuerda haber usado un secuenciador ya descontinuado, en el que ingresaba valores numéricos con la ayuda de una calculadora en una delgada pantalla en blanco y negro.

Dicha meticulosidad y ambición al crear música se verían exponencialmente reflejadas en su segundo larga duración. Lanzado en febrero de 2009, «Terrestrial Tone Cluster» se basa en los cimientos establecidos en «Adelie Land», pero esta vez con un sonido mucho más nítido y refinado. El álbum logra un delicado equilibrio, siendo a la vez fresco y sereno, pero con una energía contagiosa que amenaza con desbordarse en cualquier momento. Si «Adelie» es el evento principal, «Tone Cluster» es la fiesta exclusiva después del evento. En él, las canciones siguen teniendo ese sonido brillante y exuberante del primer álbum, pero esta vez bajo una paleta de texturas mucho más grande para elegir, ya sea desde los fragmentos tropicales y electrónicos de «A Flick Of A Trick», hasta la felicidad pura y eufórica en el bubblegum-twee-pop de «When The Sun Shines».

Pese a que algunos pasajes sonoros se basen un poco demasiado en el sampleo repetitivo y en aspectos del género trance, este segundo álbum es la continuación soleada y maravillosa de un primer trabajo que había puesto unos estándares esquívamente altos.

Un torbellino de color, extravagancia, espíritu y una miríada de estilos que se unen con un objetivo en común: la felicidad.

Tras la publicación de su segundo álbum, Morino desaparecería del internet y las redes y no sería sino hasta 12 años después que el proyecto volvería a deleitarnos con su trabajo más arriesgado y ambicioso hasta la fecha.

Coincidentemente titulado «Technique», el tercer álbum del japonés fue lanzado en junio de 2021 y tiene como eje central la belleza de las melodías. En sus 10 canciones, el álbum continúa por la senda del sampleo, pero esta vez explotando cada recurso posible en pro de la nostalgia y la dulzura, más allá del frenetismo o el baile. Haciendo alusión a su título, deliberadamente o no, es el reflejo de un artista en busca de aquellos elementos en bruto que compongan la canción de indie pop perfecta. Así, «Technique» funciona tanto como un excelentemente disfrutable disco de pop veraniego, como una clase magistral de cómo hacerlo. Abriendo con sonidos que en un principio pueden parecer muy audazmente pomposos como para comenzar un disco pop, estos terminan por caer en su lugar como un perfecto rompecabezas sonoro, profusamente orquestado y afinado con un grado casi inhumano de rigurosidad. A diferencia de sus 2 discos anteriores, en este predomina una estructura más tradicional dentro de las canciones, así como letras, versos y coros que escapan de la exclusividad del sample y logran entregar al álbum un carácter aún más cohesivo.

Es la habilidad de Morino para ver la belleza en las cosas. Ya sea que se trate de una olvidada pista de soul, algún prometedor vocalista europeo o una lista de chascarros radiales, siempre existe la pregunta de cómo puede tomar estos sonidos familiares y hacer que se unan para formar algo más. Y es que todo suena tan familiar, e incluso nostálgico, que es cuando das un paso hacia atrás y dejas que la música te inunde, cuando realmente brilla. Ya sea conscientemente o no, cada vez que se escucha a Handsomeboy Technique, es difícil no sentir una sensación de unidad y visión detrás de todo. El mismo Morino lo explica mejor que nadie: “Incluso en el hardcore, el punk o el noise, hay canciones que considero hermosas, y no es sólo un tema de melodía o textura, es la pureza”.