Mujeres Bacanes:

Sasami

La mujer bacán a quien dedicamos este especial de viernes lo ha hecho todo, desde componer música y arreglos orquestales para películas, comerciales, bandas y álbumes de estudio, pasando por ser profesora básica de música y estar a cargo de los sintetizadores en una banda de indie rock, hasta tener una carrera solista en consolidación y ascenso que mezcla el pop-rock alternativo, el shoegaze y el nu-metal. Una oración tan larga y amplia como su carrera y versatilidad dentro de la industria, nos referimos a Sasami Ashworth, o SASAMI, así, en mayúsculas.

Pese a haber adquirido mayor notoriedad durante este año gracias al sonido y la estética de su último disco «Squeeze», la carrera musical de SASAMI tiene larga data. Y es que la música siempre fue el motor de Ashworth, quien comenzó su carrera como pianista y trompetista en un camino de conservatorio hacia una carrera como músico clásico. Tras obtener un título en educación musical en 2012, se convertiría en parte de la escena de Los Angeles, su ciudad natal, en parte gracias a su hermano JooJoo, guitarrista y vocalista de la banda de shoegaze Froth.

Tras años combinando la pedagogía con su desarrollo musical, habiendo proporcionado arreglos para Curtis Harding, Wild Nothing y Vagabon, y habiendo ayudado a Nate Walcott en los arreglos para Mavis Staples, Jenny Lewis y First Aid Kit, Ashworth se uniría en 2015 a la banda de indie rock Cherry Glazerr, a cargo de los sintetizadores. Sin embargo, su papel nivelando y amalgamando las osadas canciones de la banda californiana sólo duraría dos años y medio, pues a comienzos de 2018 se separó del grupo para actuar por su cuenta y hacerse un nombre. Así, SASAMI volcó sus energías en la creación de su álbum debut, lo escribió mientras estaba de gira con Cherry Glazerr y lo grabó a un ritmo acelerado durante el inusual tiempo de inactividad en su apretada agenda.

«SASAMI», lanzado el 8 de marzo de 2019, relata la desaparición de las relaciones románticas y platónicas en un lenguaje sencillo y sincero en el que los oyentes pueden proyectar fácilmente sus propias experiencias. A lo largo de los diez temazos del álbum, Ashworth desarrolla un sonido tranquilo, amargo y apasionante construido sobre un trabajo de guitarra tenso, disperso y vertiginosamente arreglado y un canto levemente nasal como un susurro. Esa combinación de intensa identificación y melodías que se enganchan suavemente hicieron del álbum un debut que destacó dentro de una escena que había construido un hype considerable previo al lanzamiento. La vara había sido superada con creces.

Los poemas que escribiría en sus idas a la playa tras sus jornadas matutinas y vespertinas de enseñanza se convertirían en la base de sus dos primeras canciones, «Morning Comes» y «Jealousy»; esta última entre las más fuertes del álbum, junto con «Callous», su sencillo debut (catalogado como mejor canción nueva por Pitchfork) y «Pacify My Heart» con creces la mejor canción del álbum. “La letra y la composición eran muy conscientes”, dice Ashworth sobre el álbum, “por lo general, me siento mucho más emocional cuando escucho las partes instrumentales” citando la mitad posterior de «Pacify My Heart» como «realmente cargada de emociones«.

Tres años después, su segundo y más reciente álbum «Squeeze», lanzado en febrero de este año, llegaría a subvertir y prácticamente romper con el sonido desarrollado en su álbum homónimo. El disco nació del deseo de hacer algo que sonara más hostil. Ashworth comenzó a transitar por este camino más oscuro después de haberse dirigido a un retiro de escritura el día después de asistir a un espectáculo organizado por la banda de sludge metal Barishi (a quienes luego reclutaría para tocar como su banda de apoyo en vivo). Sin poder quitarse de la cabeza la intensidad de esa música, comenzaría a pensar en el tipo de poder que un intérprete puede ejercer con sonidos pesados. Así, Squeeze, combina los elementos delicados de «SASAMI» (2019) con un sonido mucho más pesado y abrasivo, con rastros de Kittie, Chelsea Wolfe y Poppy que a la vez dibuja similitudes con el pop infusionado en metal de Rina Sawayama.

ue Ashworth pueda unir tantos sonidos diferentes en un álbum y hacer que tenga sentido es un triunfo; todas estas ideas diferentes terminan acentuándose entre sí. Los cambios de frecuencia salvajes del álbum suenan más o menos como el interior de la cabeza de une misme: momentos en los que piensas que lo tienes todo resuelto, siendo perseguidos por dudas paralizantes.

Al día de hoy, sus impecables trabajos musicales la han llevado a telonear a Mitski, Snail Mail, Soccer Mommy, Japanese Breakfast, Liz Phair, The Breeders y hasta Blondie, solo por nombrar algunos. Su capacidad para abrirse a artistas destacados la atribuye a un cambio en la industria: «No hay nada más importante o más poderoso que las mujeres que se animan y se apoyan unas a otras«, afirma. “Durante años y años y décadas y siglos ha sido una industria dominada por hombres, desde la época en que existieron Bach y Beethoven. Ahora el mundo se ha dado cuenta del hecho de que las mujeres pueden crear música increíble y esta se puede vender y puedes ejercer ese poder capitalista”.

Escribir sobre la tristeza y el sufrimiento es difícil de hacer, especialmente cuando todavía estás averiguando qué decir y cómo decirlo, pero desde un principio SASAMI ha encontrado su inspiración en el entorno femenino que la ha rodeado y desde el cual se nutre para ponerle melodías a los amargos secretos que esconden la superficie de sus canciones. Desde el primero de sus álbumes, Sasami Ashworth logra articular un pop de fina producción y brutal honestidad, que te mira a los ojos en un género caracterizado por mirar al suelo. “Siempre he estado de gira con bandas de mujeres, y eso puede ser una batalla física para convencer a la gente de la música de que mereces su cuidado y atención”, afirma la artista. “Constantemente te dicen que bajes los amplificadores. Así que es esta manifestación muy literal de, cuanto más siento que estoy hecha para ser pequeña, simplemente subo el amplificador y mi voz se vuelve más agresiva”.