«Chao» de Yorka
El vibrar de un celular, la respuesta de una voz aterciopelada que rompe la espera diciendo “me siento bien”, como la incertidumbre de una respuesta que no llega, contrastada con el matiz vibrante, lleno de esperanza y… ¿por qué no decir? Casi a gusto con el tiempo que esta demora puede llegar a tomar. Así nos recibe Yorka en primera instancia en su nuevo disco «Chao», un LP de 10 canciones lleno de desamores, tragos amargos, suspenso, combinado con una pizca de ilusión. Su nombre nos lo dice, es un coqueteo intenso con las despedidas y los tiempos que dedicamos a experimentarlas en carne propia.
Yorka y Daniela Pastenes, con 13 años de carrera, hoy nos presentan la consolidación de un nuevo rostro, mientras intentan enamorarnos con su claroscuro vocal. Una ambivalencia, donde Yorka con el terciopelo de sus cuerdas vocales se ve complementada de forma exquisita por la dulzura de su hermana Daniela. Voces que bailan en distintos tintes, que se acompañan, que a veces se complementan y de vez en cuando se unen, pero siempre se acompañan.
Nos manifiestan que la clave para su actual sonido radica en el disfrute del viaje de su composición, el jugar tanto como sea posible y emprender quizás uno de los viajes más duros para cualquier músico autodidacta: el ceder un poco el espacio creativo y aceptar que este proceso puede ser algo enriquecedor cuando se trabaja en colectivo, para evitar en palabras de Yorka hacer “música muy desechable o que nazca muerta”.
El álbum originalmente se llamaría «Casas», pero luego de una pequeña reflexión sobre que todas sus canciones son de alguna forma despedidas, parecía natural llamarlo con un audaz «Chao». El disco fue compuesto en plena pandemia, tras la muerte de su padre en un fatídico 24 de diciembre del 2018, seguido por mudanzas, tiempo fuera de Chile y rupturas amorosas. “un álbum para acompañar a quien tenga que despedirse, decir adiós es crecer”.
Esta nueva entrega mantiene la esencia indie folk del dúo San Bernardino, pero se enaltece en un juego entre Pop y RnB, donde priman las guitarras acústicas, mientras se elaboran sutiles ambientes, que a ratos se tornan hipnóticos y en otros momentos distendidos, inclusive familiares.
El viaje comienza con «Ándate», la timidez de una solicitud de compañía que nos espera con la honestidad de una guitarra Folk que avanza y vuelve a cada momento con aún más intensidad, entregándose a la posibilidad de un posible retorno (“Ándate cuando quieras, ya sabrás la manera de volver”). Por otra parte, el Single «Mentí» nos muestra una fórmula pop ya conocida, con un bajo bastante sabroso que nos habla de las palabras guardadas en nuestros corazones para conversaciones pendientes que esperamos algún día llegar a verbalizar. «Película de Terror» es uno de los puntos fuertes del disco, increíblemente pegajosa, y es la primera canción escrita e interpretada por Daniela. Se puede respirar su melancolía e intensidad, nos engancha desde la tensión de su puente para enfrentarnos directamente al sabor agridulce de un “bailando una última vez, por si mañana no te vuelvo a ver”.
«Me atrapo» es un brillante RnB que no tiene nada que envidiarle a Jorja Smith. Interpretaciones geniales, fraseos con muchísimo sabor, un bajo que con slaps danza a través de toda la sección rítmica, coros de voces increíbles. Una canción absolutamente bailable, que realmente llama a estar en el espacio físico donde fue grabada. «Me gustaría decirle» crea un contraste absoluto, con una marcha agotada, un aura llena de deseos prohibidos y la agonía presente de una garganta que se mantiene apretada con palabras que no han podido ser articuladas, que lloran junto a guitarras estridentes, que salen directo del pecho para poder plasmar el pesar de una realidad que no ha podido llegar a ser.
«Viento» es una canción llena de sabores fuertes y latinoamericanos, voces en todas direcciones, que van y vuelven, llenando hasta el más mínimo de los espacios, simplemente imposible de ignorar como brisas a toda velocidad en campo abierto que directa e implacablemente acarician nuestros rostros, un himno con gusto a festival para ser bailado, mientras nos refrescamos dejando salir la nostalgia a presión, un viento que mueve todo lo que encuentra a su paso, mutando, creciendo, siempre avanzando. «Chao» se despide con «La torpeza», una tierna balada pop con una letra agridulce, que nos invita a jugar con el retrato de una despedida, de esas que ojalá no terminen jamás y se alarguen tanto como puedan, con la dulzura de un abrazo infinito que esperamos nunca termine.
Este álbum fue llevado de la mano por el aclamado productor Cristian Heyne y brillantes Feats latinoamericanos como Gepe, Lido Pimienta, Shirel y Femi, logrando una sobresaliente receta que nos habla de distancias, de intimidad, de compañía y de las barreras que hemos atravesado estos últimos años en el confinamiento. Se hace sentir el cuan difícil ha sido para el arte la suspensión de eventos, o el como tocar por streaming no es un sustituto para la cercanía que nos ofrece la calidez humana de la compañía.
Un álbum lanzado un lluvioso 23 de Junio de 2022 en la ciudad de Santiago, justo al comienzo del invierno, pero que nos recuerda que la primavera está a la vuelta de la esquina y que no nos queda más que aceptar la espera y abrazarla una vez que ya haya llegado.