Palace
Como cada miércoles, es esperada la llegada de algún artista o banda que aumente nuestra colección de recomendaciones dentro de este especial. En esta oportunidad, los seleccionados son el grupo londinense Palace, quienes han acaparado la atención del público inglés con atmósferas abrasivas e inquietantes que se suman al dramatismo vocal con que interpreta el líder del trío.
En los inicios, Palace estaba conformado por Leo Wyndham, Rupert Turner, Matt Hodges y Will Dorey. Sin embargo en 2019, mismo año de estreno de su segundo disco, se conoció la separación de Dorey como bajista de la banda.
Desde el 2012 con sus primeros lanzamientos, la banda ha ido creando un repertorio de canciones que han terminado por encantar cada vez a más personas, a pesar de estar bajo un escenario británico algo saturado y competitivo debido al gran número de otras bandas que han surgido al mismo tiempo de su conformación.
La música que presenta Palace da lugar para escuchar sonidos con raíces provenientes tanto del blues como también del rock progresivo que se pueden escuchar con el uso constante de la guitarra eléctrica. Junto a ellos, las acústicas psicodélicas implementadas y derivadas de artistas como King Crimson, Pink Floyd y Yes!, impulsan creaciones musicales que aseguran aquel gusto que el grupo describe como “transportar a otros lugares”.
A la fecha, los británicos cuentan con tres álbumes consagrados y varios EP que, propiamente, han sido considerados como receptores vigorosos de energía y que enmarcan su progreso natural de influencias acaparadas en el tiempo.
Su primer álbum, «So Long Forever», estrenado en 2016, navega la idea de lidiar con la pérdida en diferentes formas y la ruptura matrimonial de los padres de Leo, vocalista principal. Tres años después, llega «Life After» con algunos arreglos progresivos en su carrera musical. Los emotivos y melancólicos sonidos del indie continúan en esta segunda entrega, en donde además las letras sobre el dolor se siguen escuchando, pero con claras intenciones de alejarse del lado negativo para centrarse en la superación de las situaciones que acomplejan la existencia y continuar en ella. Una de las canciones más desgarradoras del trabajo de los británicos en esta oportunidad es «Heaven Up There».
Este grupo de amigos encomendó su camino durante sus años de adolescencia con la idea de hacer música para divertirse y para pasar las tardes juntos después de la escuela a la que todos asistían. El presente futuro profesional estaba lejos de lo que los ingleses, en un comienzo, consideraban solo como un hobby. Leo Wyndham asegura de aquel tiempo que luego del repudio generado por algunas de sus canciones en internet, comenzaron las sorpresivas llamadas para tocar en conciertos por los bares de Londres.
“Tuvimos que pensar en un nombre para la banda, y mi hermano pequeño propuso Palace, de broma. Todo surgió de una forma muy honesta y orgánica, y cada cosa que nos ha ocurrido ha sido un regalo porque nunca esperamos nada” aseguró el líder para un medio español.
Luego de varias presentaciones en vivo por Reino Unido, Europa y Estados Unidos, y que siguen en curso al día de hoy, la banda despliega su tercer trabajo musical con reflexiones aturdidas sobre el existencialismo con canciones como «Gravity» creada, como aseguran, de “aquellos pensamientos nocturnos solemnizadores que pueden mantenernos despiertos en un estado de paranoia, dudando de nuestro propio propósito y lugar”.