Molly Nilsson

31-08-2022 | Recomendaciones

¿Te suena el nombre de Molly Nilsson? Si es que no o tal vez de manera muy lejana, entonces nuestro especial de mitad de semana cumple con su objetivo: traer recomendaciones que puedan llegar al Spotify de más de alguna persona. 

Molly Nilsson es el nombre de la cantante y productora sueca que, con su distintivo synth pop melancólico con destellos de los 80, logra todo por su cuenta. Su música podría describirse como la perfecta conjugación del DIY (hazlo tú misme), porque desde escribir las letras de sus canciones, grabar los videoclips, organizar giras y hasta mantener un sello discográfico dependen de su propio trabajo. Y ya veremos lo bien que le resulta. 

Con 37 años y una carrera aún en ascenso, Molly Nilsson actualmente vive en Berlín, lugar donde sentó las bases de su trabajo musical que hoy en día cuenta con 9 álbumes. Pese a lo transversal que puede llegar a ser su público, desde sus inicios en la ciudad alemana la cantante conectó con la escena musical queer. Tal vez por su sonido o por ser “el espacio más abierto que le permitió probar cosas y equivocarse”, al momento de presentarse en el bar Ficken 3000. 

Si nos vamos a sus composiciones, la nostalgia aparece en el corazón de ellas. La misma artista ha mencionado que quería que su música “sonara como algo que has escuchado antes en algún lugar, pero no puedes recordar dónde. En tu infancia o en un sueño. Incluso si nunca lo has escuchado, te hace sentir que deberías tener recuerdos conectados a este”. 

Lo más curioso y lindo llega al saber la forma a través de la cual dio esta respuesta. Fue vía email para un artículo de Daily Nexus, donde el autor describe que Molly Nilsson responde todos los correos que le llegan de sus seguidores. Una forma que fácilmente puede hacernos pensar en un tiempo aún más atrás, con la comunicación por carta previo al auge de las redes sociales. 

La canción «1995» pareciera retomar esta misma idea. A través de un video con la cantante en primer plano, la primera frase que llega es “Windows 95”, mientras imágenes avanzan atrás enmarcadas en el logo del sistema operativo y la letra continúa con preguntas del tipo: “So what’s wrong with living in the past?” (¿Qué tiene de malo vivir en el pasado?) / “And what’s wrong with living in a dream?” (¿Y qué tiene de malo vivir en un sueño?) 

Para finalmente dar un cierre, porque: “Deep inside of me, I’ll remember 1995” (Muy dentro de mí, recordaré el 1995), nos dice Molly Nilsson. La canción bien podría ser una versión más oscura de «1995» de Charli XCX junto a Troye Sivan, quienes le cantan a la época donde se coreaban las canciones de Britney Spears o Michael Jackson que sonaban en MTV y los propios CDs.

«1995» forma parte del sexto álbum de Molly, titulado «Zenith» (2015). Desde ese disco a la fecha, la cantante ha lanzado «Imaginations» en 2017, «2020» el 2018 y, recientemente, «Extreme» a principios de 2022. Siempre manteniendo un estilo de autoproducción con lanzamientos que buscaban salir casi todos los años. 

Su álbum «2020», lanzado en 2018, incluso pareció una premonición de la pandemia y las crisis que aún dejan sus residuos. «Every Night is New», tema que abre el álbum, se ubica en una noche de capitalismo tardío, en tiempos pre apocalípticos: “It was a late Capitalist night / It was in pre-Apocalypse times”. Para esas mismas fechas, en Estados Unidos Trump buscaba definir el género como una “condición biológica e inmutable otorgada al nacer” y en Chile, al año siguiente viviríamos el estallido social. Sin embargo, Molly se planteaba también mirar hacia adelante, hacia un futuro distinto que estaría por llegar. 

El último disco con el que nos sorprendió Molly fue «Extreme», tras cuatro años desde el lanzamiento de «2020». El videoclip del sencillo «Pompeii» adelantó lo que sería su último álbum, el cual vale la pena escuchar de principio a fin. En el video vemos a la artista cantando y bailando en solitario por calles vacías. Sin embargo, el sonido de los sintetizadores presentes en la canción nos invita a la pista de baile, aún cuando sus letras no tratan precisamente de bailar. 

Más allá de lo musical, Molly también habla desde lo político a través de la postura DIY que ha adoptado. La artista fundó Dark Skies Association, sello discográfico bajo el cual publica sus álbumes. En un mundo dominado por hombres, la propuesta de Molly ha sido abrirse espacio en la escena musical, usando a su favor las nuevas tecnologías y, por supuesto, su talento personal. 

Si no conocías a la cantante, ¡te invitamos a correr a hacerlo a continuación, escuchando su último trabajo musical!