Sufjan Stevens
Nadie puede negarlo, somos una generación de jóvenes deprimidos, muchas veces solitarios e introvertidos. Somos los que encuentran refugio en un par de audífonos y una playlist melancólica y no es de extrañar, las canciones tristes pueden llegar a ser placenteras e incluso adictivas. Entonces, ¿Por qué no disfrutar mecernos de vez en cuando en la melancolía que nos brinda este arte?
Hoy en nuestro especial de Gente Triste, les traemos a uno de los más grandes compositores de nuestro tiempo, un hombre sensible de letras frágiles, Sufjan Stevens.
Desde pequeño estuvo unido al arte, aprendió tarde a leer porque sus padres decidieron inscribirlo en un colegio donde los niños estaban invitados a aprender por su cuenta, por lo que a la edad de ocho años ya tocaba varios instrumentos, cuyos nombres no sabía escribir.
Si nos dedicamos a escuchar su discografía nos daremos cuenta fácilmente que ha pasado por muchísimas etapas creativas: folk, chamber pop, e incluso sonidos más electrónicos, pero hay algo muy propio de Sufjan que ha sido transversal en todas sus creaciones y es su emotividad. Un claro ejemplo de esto es «Carrie & Lowell» (2015) un álbum que nació del dolor y la pérdida, un proyecto sanador en el que el músico se desnuda, se expone y a través de once canciones logra contarnos parte de su historia, particularmente de su complicada infancia, todo esto a raíz del fallecimiento de su madre, lo más conmovedor y nostálgico del disco es que nos da a entender que perder a alguien es aún más doloroso cuando sientes que no lo amaste lo suficiente.
Pero la tristeza no está plasmada únicamente en ese álbum, son decenas los éxitos que ha lanzado y que han estado cargados de ese sentimiento que hace que se nos apriete el pecho, algunos de ellos son: «Casimir Pulaski Day», «The Seer’s Tower» y «Borderline».
Y es por eso que te invitamos a que te regales un momento para escuchar a este maravilloso artista, es un hecho que su emotiva voz será la mejor compañía en este domingo triste <3