
DPR en Chile: Manía y estímulo
El pasado 18 de octubre debutaron en suelo chileno el colectivo artístico coreano de Hip-Hop y R&B, DPR (Dream Perfect Regime) frente a un público que agotó las entradas del show en menos de 15 minutos.
DPR fue el primer show de URI MUSIC ENT. en Chile y, a pesar de que las personas involucradas en producción se jactaban de haber hecho shows antes, se notó que hubo faltas que esperamos no existan para sus próximos shows. Entre estas faltas se encuentra la impropia elección del lugar del evento. Se escogió un lugar bastante reducido para la capacidad de los fans de llenar un recinto, el poco espacio se hizo notorio cuando la gente comenzó a desmayarse en un efecto de estampida durante la presentación de DPR LIVE, por lo que el mismo artista tuvo que parar el show para dejar que el público “se calmara”, algo que, nuevamente, se pudo evitar con un recinto más grande. La apertura de puertas fue demasiado tarde, al punto que, en el momento en que DPR CREAM estaba haciendo su dj set, todavía había gente entrando al concierto, lo cual también provocó algunos accidentes en el trayecto de los fans hacia las plateas y encontrones con los guardias, pero todo pareció olvidado una vez que los artistas se tomaron el escenario.
El Teatro Caupolicán se hizo a gritos y furor cuando DPR CREAM apareció para dar inicio al concierto.Entre los momentos notables de su parte del espectaculo, aparte de la constante llegada de fans durante su puesta en escena, «Color Drive» fue una canción notable en euforia que cumplió con calentar los motores, y las cuerdas vocales, de los asistentes.
El segundo en salir en escena fue DPR LIVE, quien,con fuerte sonido y energía, fue aumentando el impacto del show, acompañándose de diversas escenografías que, en su simpleza, complementaron perfectamente en el escenario. Simples, a excepción de un astronauta inflable de varios metros de altura, el cual se movía al ritmo de la música durante la canción «Neon».

DPR LIVE se destacó por lo original de su puesta en escena y, sin contar el percance de los problemas en el público y las constantes pausas para calmar a los fans en cancha, Dabin fue un impulso de energía para el mal rato que pasaron los fans desde el comienzo con «Legacy». El ambiente coqueto, fuerte y alegre de sus canciones mantuvo las energías del público a tope desde el inicio hasta el glorioso cierre de su show con «Hula Hoops». A diferencia de DPR IAN, Dabin usó más accesorios, se caracterizó por expresarse de forma más liviana, más cómica, desde monólogos que pasaban rápidamente por sus canciones contando una historia, hasta el ambiente con el humo en el suelo y las flores durante Venus, e incluso la ayuda de un incógnito en peluca rosada durante «Yellow Cab», en donde ambos acabaron bailando sobre el escenario. Pasara lo que pasara fuera del escenario, la energía de los artistas se mantuvo intacta.
Pero este tipo de puestas en escena fue gran parte de la experiencia del show, aportando en la ambientación y el goce de la música, haciendo así las presentaciones de DPR LIVE y DPR IAN aún más memorables.
Ninguno de los asistentes olvidará al ya mencionado astronauta, la tela que se movía lentamente simulando oleajes, ni los tres pares de manos que seguían las instrucciones de la canción, mucho menos las hermosas y grandes alas negras con las que Christian se tomó el escenario, ni su máscara con cuernos.
La presencia en el escenario del grupo hizo fácil pensar solo al final en las complicaciones que surgieron durante el concierto, cuando el show debió ser detenido unos minutos, por el mismo artista, por la seguridad de las personas en cancha, sector que se caracteriza por su exigencia física en las personas. Los fans pueden estar seguros del cariño y preocupación de parte de DPR hacia ellos.
El cambio entre DPR LIVE y DPR IAN fue increíblemente notorio, no tanto en la energía que cada uno entregó al público, sino en el escenario, Christian tiene temas con luces más oscuras, también usando accesorios de escenografía y ayudandose de las luces para, por ejemplo, mostrarse como un enorme angel caído en la intro de «MITO» con grandes alas negras y cuernos, lo que en contraste con la personalidad del artista parece irónico. Incluso, él mismo aseguró entre canciones que su disco no fue intencionalmente oscuro, solo… Salió así, y es el caso con sus dos discos. Todo en el público fue euforia desde la intro, el baile de «Ribbon», el solo de bajo en «Calico», y cuando volvió Dabin al escenario para «No Blueberries». El mismo artista tuvo su momento de reflexión antes de tocar «Nerves», hablando de momentos bastante difíciles en los que le costaba incluso mirarse al espejo, lo cual enfatizó con la presencia de un espejo al final de la canción.

El show finalizó con todos los integrantes y miembros del staff en el escenario, bailando y coreando el famoso “¡DPR we gang gang!” mientras del cielo caían mariposas de papel, recuerdo que muchos fans procuraron llevarse consigo.
Al empezar a vaciarse el recinto quedó la sensación de haber vivido un buen show, por lo que se puede decir que la primera visita de DPR en Chile fue todo un éxito para ellos, los fans y para URI MUSIC, la productora a cargo.
El final del show, con todo el crew en el escenario y ellos recibiendo regalos, banderas, firmando cosas, grabando, fue digno de quedar en la memoria de todes quienes asistimos. Pasando los problemas de producción y audio, el Regime Tour fue como ningún otro, no era solo música en vivo, era una obra de teatro por completo, con una historia que contar, y dejando a los asistentes del evento con el corazón llenito de amor.
