It’s just like magic!: El inolvidable, íntimo y mágico show de Jackson Wang en Chile
Reseña: Belén Rojas Fotografías: @el.eme
El pasado lunes 22 de mayo, el cantante, compositor y bailarín chino, Jackson Wang subió a los escenarios del Movistar Arena para presentarse por primera vez en nuestro país de manera solista con su, esperado por muchxs, MagicMan World Tour.
Pero antes de contarles todos los detalles del concierto, un breve y necesario contexto: cuando el integrante de GOT7 lanzó su segundo álbum de estudio, «Magic Man» (2022), descubrimos que estábamos ante su faceta más interesante. Tras haber atravesado un difícil colapso mental, Jackson contó haberse sentido perdido y sin saber qué estaba haciendo realmente, dudando de sus propias capacidades y sintiendo que no trabajaba lo suficiente.
Y aquí surge «Magic Man», como una manera de canalizar sus emociones, dejar atrás su viejo yo y renacer artísticamente. De esta forma, y estando completamente involucrado en el proceso de creación del álbum, Jackson nos invita a conocer su lado más honesto, con todo lo bueno y lo malo, creando tres “personalidades” para expresar de mejor forma las distintas facetas de sí mismo, las que por supuesto, evidenciamos en este increíble show.
Con un setlist que pasó casi por toda su discografía y un espectáculo que duró cerca de 3 horas, podríamos decir que el concierto se dividió en cuatro partes, las que se vieron marcadas por sus diversos cambios de outfits y escenografía, lo que también fue un recurso para evidenciar las facetas anteriormente mencionadas y que contribuyeron en la creación de las distintas atmósferas que quiso mostrar el artista.
Las puertas del recinto abrieron a las 19:00 hrs, pero no sería hasta minutos previos a las 21:00 hrs que la euforia se comenzaría a percibir por parte de lxs fanaticxs del artista. Con los videoclips de «Blow», «Come Alive» y «Cheetah» proyectándose en las pantallas, se armó la previa a lo que sería un espectáculo sumamente completo por parte del artista.
A las 21:05 hrs exactamente fue cuando Jackson descendió de los cielos, en el característico ascensor del tour; las luces moradas y azulinas en conjunto con el humo se encargaron de implantar el suspenso en un público que solo quería verlo aparecer, y cuando finalmente pisó el escenario, junto a sus ocho bailarines, los gritos no tardaron en escucharse.
«100 Ways» y «Go Ghost» fueron las encargadas de dar inicio al show, con Jackson y todo el cuerpo de baile vestidos de negro, que sorprendieron al público con sus increibles coreografias y puesta en escena. El carisma del multifacético artista se hizo notar desde su primera interacción, presentándose a sí mismo por si alguna persona no lo conocía e invitándonos a encontrar “nuestra propia magia” durante el espectáculo.
Posteriormente interpretó «Blackout», una canción perteneciente a «LOST & FOUND», donde sacó a relucir su lado más cargado de sensualidad. Al terminar de cantar, Jackson abandona el lugar y los bailarines comienzan a realizar una presentación con túnicas, casi como un ritual, mientras que el cantante espera para salir de nuevo del ascensor, solo que esta vez vestido de negro, con guantes y camisa roja para interpretar «Just Like Magic» mientras lo reciben elevándolo por los aires. Se trata de otra faceta, simbolizada por el color rojo, el fuego, “la tentación y la locura”, como ha descrito con sus propias palabras.
Alrededor de los veinte minutos de presentación, Jackson detuvo el show ya que notó que algunas personas estaban desmayándose en cancha preferencial, debido al caos y la euforia que se vivía en el lugar. Ante esto, fue enfático en señalar que no continuaría hasta que todxs estuvieran bien: “primero es la seguridad, después la entretención”, señaló en diversas ocasiones.
Unos quince minutos después, cuando todo pudo regularizarse, el show continuó con éxitos como «All The Way», «Drive You Home» y «Blue», canciones cargadas de una vibra más nostálgica. En esta ocasión, los bailes que acompañan son más suaves y contemporáneos, la iluminación es tenue, se utiliza bastante el color azul y se proyecta una especie de galaxia para darle un toque más onírico al lugar. Jackson aprovecha el ambiente creado para dar un mini discurso, contándonos que en esta experiencia podremos conocer un lado íntimo de él, con el que espera podamos sentirnos identificadxs, agradeciendo infinitamente el apoyo recibido por sus fans y reiterando más de una vez que la vida no es algo fácil, que “está bien no estar bien” y que cada unx debe buscar su propio estándar de felicidad.
Durante «Dopamine», el Movistar Arena luce hermosamente iluminado, ya que todxs lxs asistentes levantaron los finger lights que les dieron al ingresar y crearon una bella postal moviendo sus manos al ritmo de la canción. Una vez terminada esta, se comienza a proyectar un emotivo video del artista, siendo una oportunidad para reflexionar sobre la vida de este, la salud mental y terminó siendo un mensaje motivacional para aquellxs que no están enfrentando un buen momento en sus vidas.
El ambiente nuevamente cambia y da paso a la pequeña banda que acompaña al artista. Con un escenario iluminado por luces rojas, los músicos nos presentan una antesala bastante rockera del nuevo segmento del show que se viene. De a poco se va montando la escenografía con sillas y mesas y algunos ya pueden imaginarse que es lo que se viene: Jackson vestido completamente de rojo sale del ascensor para interpretar «LMLY», una puesta en escena bastante teatral a la que le seguiría «Vibes», la que igualmente estuvo acompañada por algo de actuación tanto de Jackson como de sus bailarines.
Pero la interacción de Jackson con su público no fue solo de palabras, ya que, en uno de los momentos más esperados de la noche, un par de afortunadas tuvieron la oportunidad de subir al escenario con el cantante durante la presentación de «Love You 3000» y «Poison». Sin duda alguna, una instancia que estuvo llena de emoción tanto para ellas como para todas las personas que disfrutaron de esta dinámica ya típica del artista.
«Come Alive», una de las canciones más icónicas del artista, fue la elegida para continuar con el concierto. Esta vez las pantallas hacen la ilusión de lava ardiente y Wang baja del escenario con más poder que nunca, la euforia y lxs fans se hace notar y no cesa, ya que la canción siguiente es «Champagne Cool», donde, como ya es tradición, su equipo y él bebieron de una champagne en medio de la performance.
«The Moment» y «Cheetah» fueron las siguientes canciones que presentó, en las que las protagonistas fueron completamente sus bailarinas y sus prolijas coreografías, hasta que llegó el momento de la aclamada «Blow».
Humo, luces, confeti, fuego y toda la energía terminó por desbordar en cada rincón del Movistar Arena, Jackson Wang presentaba, probablemente, su canción más aclamada y de la manera más explosiva, con un motivado público acompañando al cantar.
Cuando muchos pensaban que el show ya había llegado a su fin, Jackson y todos sus bailarines salen del ascensor con más motivación que nunca, solo que esta vez sin maquillaje y con ropa más casual. Comienzan a lanzar algunas poleras y gorros, hasta quitarse su propia ropa para arrojarla al público, todo esto con remixes de algunas de sus canciones de fondo, porque ¡ojo! Como si no hubiese sido suficiente el increíble espectáculo que nos trajeron, el objetivo fue armar una verdadera fiesta en el Movistar Arena.
De esta forma, terminaron por subir a muchxs fans al escenario para bailar, saltar y simplemente disfrutar de todo el momento junto a los bailarines, quienes se mostraron muy cariñosos y cercanos con el público en todo momento. Por supuesto que tampoco pudo faltar la foto grupal con el público de fondo.
Luego de una intensa jornada, llega el momento de la despedida y no podría ser de otra forma más que Jackson pidiéndonos que lleguemos bien a casa, nos duchemos, vayamos a dormir y soñemos con él. Y nosotrxs somos obedientes así que le hicimos caso. Se percibe una emoción generalizada de satisfacción por el concierto, Jackson ha superado muchísimas expectativas ¡Y ya queremos que vuelva!