Trilogía «Before»
La recomendación audiovisual de esta semana va de la mano con el minimalismo de una de las mejores trilogías románticas del cine. Hablamos de «Before Sunrise», «Before Sunset» y «Before Midnight».
En el momento en que Richard Linklater, director y escritor de la película, conoce a una mujer con la que nunca pensó que pasaría una noche paseando y hablando por las calles de Filadelfia, supo que debía llevar su historia a la ficción. La conexión instantánea fue el punto en común que reflejó a través de Jesse y Céline, dos extraños que coincidieron en el mismo tren con destino a Viena.
Cada película tiene su propia identidad, pero siempre el tiempo y las largas caminatas por alguna ciudad europea acompañadas de conversaciones son el factor común. «Before Sunrise», la primera estrenada en 1995, narra como un americano y una francesa se conocen en un viaje en tren y, tras notar su clara química, deciden recorrer la ciudad austriaca teniendo conversaciones acerca de sus aspiraciones, perspectivas de vida y reflexiones acerca de cualquier tema que se les cruce por la mente. Todo esto antes del amanecer, en donde cada uno tendría que seguir con su camino original.
Una de las escenas más íntimas y en donde la música se vuelve protagonista, toma espacio en la tienda de discos en donde Jesse y Céline se dirigen a una cabina para probarla y escuchar una canción por primera vez. «Come Here» de Kath Bloom fue la elegida y no pudo haber sido una mejor opción, ya que logró capturar ese nerviosismo y tensión entre ambos. “I almost fell in love with him right there, but then Rick said cut” (casi me enamoro de él ahí mismo, pero entonces Rick dijo corte) fueron las palabras de Julie Delpy hacia Ethan Hawke, dando a entender lo especial y auténtico de ese momento.
Nueve años más tarde, nos damos cuenta que tal vez un final feliz estaba muy lejos de llevarse a cabo. En «Before Sunset» (2004) nos muestran a Jesse y Céline encontrándose nuevamente en la icónica librería Shakespeare and Company, en París. Sus vidas tornaron sentidos diferentes luego de que en ese 6 de junio de 1996, justo un año después de conocerse, su reencuentro no sucedió. En esta segunda parte, descubrimos las razones, la realidad y el presente de cada uno, al verlos como personas individuales que construyeron una vida, dejando esa noche como un sueño.
El incluir canciones del disco homónimo como «An ocean apart», «Je t’aime tant» y «A Waltz for a Night» de la misma Julie Delpy en la película la hace aún más memorable. Más aún si esta última es interpretada por Céline al final del filme hacia Jesse, que captura de forma perfecta sus sentimientos y que nos deja con las dudas sobre qué pasará posteriormente.
Siguiendo la misma lógica de espera en tiempo real para poder reencontrarnos con los personajes, en 2013 sale la tercera y última parte de esta trilogía: «Before Midnight». En ella, su vida como familia está consolidada y nos traen un golpe de realidad. Sus vacaciones en Grecia se vuelven un escenario para poder reflexionar acerca de su presente y su pasado, además de demostrarnos que su relación es como cualquier otra, a pesar de la forma tan romántica de cómo empezó.
Sin dudas esta trilogía es digna de ver por lo menos una vez en la vida, tras demostrarnos la cercanía e intimidad que puede lograr una película, al punto de pensar que estás acompañando y escuchando a los personajes en sus recorridos contrarreloj. Se nos muestra lo que podría, lo que debería y lo que realmente es una verdadera historia de amor.