The Lumineers en Chile: reencuentro, intimidad y una inolvidable noche de folk

07-11-2023 | Reseñas

Reseña por Belén Rojas
Fotos por @pauloxreyes @thelumineers y @fauna_prod

En el marco de su tour por sudamérica, el pasado viernes 3 de noviembre The Lumineers regresó a Chile para presentarse en el Teatro Caupolicán, instancia en la que, después de casi una década, volvieron para entregarnos un emocionante concierto en el que repasaron gran parte de su discografía, incluyendo las canciones de su última entrega «BRIGHTSIDE» (2022).

Con un público que venía calentando motores desde las 20:00 horas, gracias al íntimo y contemplativo show que tenía preparado el cantautor oriundo de Los Andes, Nando García, The Lumineers subió al escenario para encontrarse con un recinto repleto de fans que esperaban ansioses por escucharles.

Y por supuesto que conectaron con su público desde un comienzo, ya que las conocidas y aclamadas «Cleopatra», «Flowers In Your Hair» y «Ho Hey» fueron las canciones escogidas para abrir la jornada, al mismo tiempo que cada une de les seis integrantes de la banda se distribuyeron en un escenario en el que destacaron por su positiva energía y ganas de integrar a les asistentes en el show.

Wesley Schultz, vocalista y uno de los fundadores de la agrupación, confesó que “como banda nos sentimos muy agradecidos por tener nuevamente la oportunidad de tocar en nuestro país”, y sus palabras realmente quedaron plasmadas a lo largo de la noche, especialmente por la motivación y cercanía de los músicos con les fans.

Con luces tenues, una bola de disco decorando el cielo del teatro y la euforia de muches, «Angela» fue la siguiente canción que tocaron, donde todes acompañaron con palmas durante el coro. Seguida de ella vino «Where We Are», canción basada en un accidente automovilístico que enfrentó Wes y su esposa hace un tiempo y que por supuesto, terminó por conmover al público. Sin embargo, y como es característico de la banda, en sus letras también dejan entrever esperanza, por lo que se escuchó con claridad cómo todes coreaban “Where we are, I don’t know where we are, but it will be okay” (“No sé dónde estamos, pero todo saldrá bien”.), casi como un mantra.

Posteriormente, con el escenario teñido de iluminación morada, fue el turno de «Dead Sea», “uno de los mejores cumplidos que te puede decir alguien cuando está enamorado” en palabras de Wes. A esta canción le siguió «A.M. RADIO», una de las favoritas perteneciente a su último álbum, donde mientras Wes cantaba “Forever run” el público le respondía afectuosamente “I couldn’t give you up”.

Las conocidas y ya clásicas en su repertorio «Slow It Down» y «Charlie Boy» fueron las siguientes canciones en el setlist, que dejaron en evidencia la gran capacidad de la banda para conectar a miles de personas en un ambiente cargado de nostalgia, esperanza y reminiscencia de sus primeros años de carrera.

Minutos más tarde y luego de una pequeña pausa, el recinto se iluminó por completo cuando el conjunto comenzó a interpretar «BRIGHTSIDE». Desde lo más alto del Teatro Caupolicán hasta cancha, gran parte del público encendió las linternas de sus celulares creando una hermosa postal. Fue en esta canción cuando Schultz bajó del escenario por primera vez para interpretar la canción juntos a les fans, causando mucha euforia en les mismes. La energía se desató cuando comenzaron a interpretar una versión de «Gloria» mucho más animada, bailable e intensa que la versión de estudio, dando cuenta de la versatilidad de los músicos para experimentar nuevos caminos con su propia música.

A esta canción le siguieron dos muy esperadas por la audiencia: «Sleep on the floor» y «Ophelia», ocasión en que Wes aprovechó para acercarse a la cancha e interactuar con algunes fans, mientras sobre el escenario les musiques sacaban a relucir su carisma.

La banda nos sorprendió durante la segunda mitad de su show interpretando un cover de «Walls (Circus)» de Tom Petty, canción que han tocado hace varios años en sus conciertos a modo de homenaje al músico estadounidense fallecido en el 2017, del que como banda siempre han manifestado gran admiración.

Otro emocionante y divertido momento se vivió con «Big Parade», canción perteneciente al álbum homónimo de la banda, que incluyó hasta una increíble voltereta sobre el piano por parte de Stealth Ulvang. En este punto de la noche parecía que todo estaba por terminar, más aún cuando Wes se tomó el tiempo de agradecer a cada integrante de la banda en medio de la canción.

Todes se retiraron dejando el escenario en completa oscuridad, y como era de esperarse, los gritos de les fans pidiendo que volvieran resonaron por todo el teatro. 

Minutos más tarde, solo Wesley y Jeremiah subieron al escenario para interpretar «Donna», donde la iluminación se enfocó únicamente en ellos dos situados en el piano. Más tarde, el resto de la banda se les unieron y por primera vez en la noche Wes se apoderó del piano para interpretar «Submarines», culminando la noche con dos de los nuevos éxitos de la banda: «REMINGTON» y «REPRISE».

Finalmente, la última canción fue una de las favoritas del público: «Stubborn Love», que partió con el característico violín de Neyla Pekarek, al que fueron uniéndose el resto de los instrumentos, y es así como esta oda al dolor que puede experimentarse como efecto colateral de amar sin medidas, logró poner el punto final a un show cargado de emociones.

Más allá de querer promocionar su nuevo álbum, el objetivo de The Lumineers sin duda alguna fue revivir sus mejores éxitos con un setlist generoso, entregándonos un show de excelente calidad.  La banda nos dejó en claro que con sus largos 18 años de carrera, en esencia siguen siendo les mismes, demostrándonos que lo suyo es la sencillez y el tocar cada fibra de nuestro corazón con sus canciones, con un espectáculo más que completo en el que se pudo percibir toda la calidez de su folk que tanto nos encanta.