
A 30 años de «(What’s the Story) Morning Glory?»
La caótica gloria y el egocéntrico frenesí del estrellato
El camino hacia el estrellato no es fácil, y con «Definitely Maybe», su álbum debut, Oasis lo tenía muy claro. Tras un desarrollo caótico, grabaciones descartadas y tensiones internas, la banda logró dar forma a un disco que no solo los catapultaría al éxito inmediato, sino que también los posicionaría como una de las bandas más emblemáticas de una generación que buscaba hacerse escuchar.
Pero la historia no podía quedar ahí. En medio de la fama abrumadora y la atención mediática constante, Noel Gallagher sabía perfectamente que debía seguir escribiendo. Lo que comenzó como el sueño de convertirse en una estrella de rock, ahora lo enfrenta a una nueva pregunta: ¿Qué escribes cuando ya te convertiste en una?
Hoy, a 30 años de su lanzamiento, Noel nos da la respuesta. Escrito en tan solo dos semanas, «(What’s the Story) Morning Glory?», marcaría para siempre la historia de la música británica. No solo se convirtió en uno de los álbumes más recordados y exitosos de los años 90, además de consolidar a Oasis como una de las bandas más icónicas de todos los tiempos, permitiéndonos hoy, tres décadas después, disfrutar una vez más de su energía, su caos, y su legado inmortal.
“Esta es una de esas canciones que no hablan de nada” o al menos así la presentaba Noel. Simulando el inicio de, hasta ese entonces, una desconocida «Wonderwall», pero explotando de una manera mucho más frenética, «Hello» nos da la bienvenida no solo al álbum, sino también a la era más desenfrenada de Oasis. Con un riff característico y una energía digna de una gran apertura. La canción, originalmente pensada para «Definitely Maybe», terminaría convirtiéndose en el puente preciso entre ambas eras de la banda, entre la euforia juvenil que acompañaba sus inicios hasta el estallido desenfrenado culminado de «(What’s the Story) Morning Glory?».
En pleno 2025, su letra resuena más fuerte que nunca. Especialmente ese recordado “It’s good to be back” / “Es bueno estar de vuelta”, que cobra un nuevo significado con el regreso de la agrupación a los escenarios con un show que, como no podía ser de otra manera, comienza con «Hello».
Pero si «Hello» lograba demostrar todo lo que Oasis buscaba transmitir, la siguiente canción que nos acompaña en este viaje, aquella que daría inicio a la recordada batalla del Britpop y que Noel definió como una de sus “canciones hechas cuando estoy sobrio”, se convertiría en nada más y nada menos que una leyenda.
Con un sonido despreocupado y rebelde, «Roll with It» encarnaría la esencia pura de la banda: “deja de quejarte y sigue adelante”. Solo que, esta vez, con el mundo entero como espectador. Grabada en tan solo dos tomas, y marcando el debut del entonces nuevo baterista Alan White, la canción se destacaría dentro del álbum como una de las más representativas del espíritu crudo y directo de «(What’s the Story) Morning Glory?».
¿Sabían que Liam Gallagher no quería cantar esta canción? Bueno, eso es lo que confiesa su hermano. Y no es lo único, «Wonderwall» sería, además, la encargada de dar el verdadero inicio al álbum.
¿Cómo se puede explicar «Wonderwall»? Esa canción que probablemente escuchaste en una reunión de amigues, en algún karaoke o que te encontraste en MTV. Con un sonido bastante diferente al resto del repertorio de la banda, más vulnerable e íntimo, la canción se convertiría, para bien o para mal, en uno de los mayores éxitos internacionales de Oasis.
La revista NME aseguró en su momento que «Wonderwall» estaba dedicada a la entonces novia de Noel, Meg Matthews, algo que él mismo confirmó, solo para desmentirlo años después. Según él, lo hizo por miedo a avergonzar a su pareja. Con un significado ambiguo que cambia dependiendo de la voluntad de los hermanos, «Wonderwall» se convertiría sin duda en una canción que trascendería en el tiempo.
Pero mientras el mundo entero la amaba, para los Gallagher la historia era completamente diferente, discutieron sobre quién debía cantarla, llegando incluso a los golpes e insultos, ya que, paradójicamente, ambos coincidían en algo: ninguno creía que la canción fuera suficientemente buena.
Según Noel, la decisión final se basó en dos factores: logró convencer a Liam de que aquella canción que tanto detestaban estaba destinada a convertirse en un éxito y, además, él quería sí o sí interpretar otra canción: «Don’t Look Back in Anger».
Al igual que en el caso de su antecesora, comenzar a hablar de «Don’t Look Back in Anger» no es tarea fácil. Incluyendo el icónico piano de «Imagine» de John Lennon, la canción, que a esta altura se considera un himno universal, escaló gracias a su mensaje directo: “no mires al pasado con odio; recuerda que todo el camino que recorriste te llevó a ser quien eres hoy”.
Entre guitarras distorsionadas, Noel confesando que no tiene idea de quién es Sally, y un mundo que resignifica la canción una y otra vez hasta volverla parte de la cultura popular, «Don’t Look Back in Anger» es pura magia. No solo dentro de este álbum, sino en la historia de la música británica, marcando precedentes que, hasta el día de hoy, siguen inspirando a artistas alrededor del mundo.
Acercándonos cada vez más a la mitad del álbum y con canciones que, sin duda, ya se habían vuelto historia, Oasis todavía tenía mucho que contar, por ejemplo, su propia realidad como banda, algo que se reflejaría claramente en «Hey Now!».
Criticada por su propio compositor, Noel Gallagher, como una canción que no suele captar tanto la atención de un público que, según él, busca más temas que suenen como «Supersonic», «Hey Now!», aborda lo difícil que es estar en una banda, los constantes cambios, lo estrepitoso y agobiante que puede llegar a ser el peso de la fama. Con un sonido extraño, «Hey Now!» representa un momento de tensión dentro de este llamado constante a la despreocupación, deja en claro que ese mensaje de “seguir adelante” no está dirigido solo a la audiencia, sino que también es algo que los propios miembros de la banda intentan repetirse a sí mismos… incluso cuando se enfrentan decisiones cruciales y el peso de ya no estar simplemente caminando por las calles de Manchester.
«The Swamp Song (Excerpt 1)», la canción que marcaría la mitad del álbum, es un misterio. Descrita en pocas palabras por Noel como un instrumental que nació mientras grababan entre canciones, funciona como una transición ruidosa y estrepitante entre la tensa «Hey Now!», y la siguiente: «Some Might Say».
«No soy alguien original, solo soy un fan», declara Noel en el track by track por los 25 años de «(What’s the Story) Morning Glory?» y «Some Might Say» es la prueba viviente de eso.
Siendo el primer sencillo del álbum y el primer número uno en la historia de la banda, esta canción, con un sonido sutilmente melancólico, presenta referencias críticas hacia la religión, el optimismo forzado y la necesidad de escapar de las opiniones ajenas que incesantemente se presentan en nuestro día a día. Todo esto mientras se conserva la esperanza que, al final del día, encontrará la luz.
Inspirada en la figura de Richard Ashcroft durante los momentos tensos que vivía con The Verve, previo a su salida definitiva, «Cast no Shadow» refleja el deseo y la presión que sienten los compositores al escribir mensajes con significado, atados por el peso de sus palabras y la necesidad de provocar una emoción genuina en el público.
Compuesta tras una discusión entre los hermanos Gallagher, la canción se destaca por sus arreglos de guitarra y la armonía vocal entre Liam y Noel. Aunque inicialmente fue pensada como una B-side, logró abrirse paso hacia el álbum y hoy se reconoce como una de las canciones más emotivas e íntimas de «(What’s the Story) Morning Glory?», dejando entrever la sensibilidad que se esconde detrás del proceso de composición.
Con una clara referencia a The Beatles, continuamos con «She’s Electric», una canción divertida y despreocupada que nos presenta a dos personajes envueltos en lo que parece ser una relación casual. Entre defectos y virtudes, el protagonista nos habla de esa chica que lo hace sentir vivo… pero con un detalle importante: una familia bastante peculiar, por decir lo menos.
Al final de la historia, el protagonista es acusado de haber dejado embarazada a la prima de la chica, generando una situación incómoda para todes les involucrades y llevándolo a replantearse seriamente su lugar en todo esto, distanciándose de aquella chica.
Una forma satírica y ligera de abordar el compromiso y las relaciones amorosas, la canción sería declarada como una historia ficticia por Noel Gallagher… pero quién sabe, quizás más de algune allá afuera se ha visto en los zapatos del protagonista.
Acercándonos cada vez más al final del álbum, nos encontramos con la canción que le da título al disco: «Morning Glory». Un tema que nos invita a reflexionar sobre lo que significa enfrentarse al día a día en un mundo que se percibe cada vez más gris.
Considerada por la banda como una canción cínica sobre el consumo de drogas, «Morning Glory» aborda la lucha interna de empezar una nueva mañana mientras cargamos el peso de nuestras propias decisiones, errores y cicatrices. Entre guitarras saturadas y una energía destructiva, se hace presente el deseo de demostrarle al mundo que eres alguien, incluso cuando apenas puedes levantarte, siendo una declaración cruda, directa y desesperada que encuentra en la música y, en ocasiones, en las drogas, una vía de escape.
«The Swamp Song (Excerpt 2)» «No sé por qué, pero quería incluir ese sonido», esa sería la definición que Noel daría a la segunda transición de este álbum, la cual nos abriría paso al último capítulo de esta historia.
Si «Roll with It» era una de esas canciones que Noel podía crear estando sobrio, «Champagne Supernova» representa aquellas que el mayor de los Gallagher compuso bajo los efectos de las sustancias, algo que, en esta era, comenzaría a mostrarse con más frecuencia.
La versión original, con siete minutos de duración y un solo de guitarra inolvidable protagonizado por Noel y Paul Weller, es el punto culminante de esta obra.
«Champagne Supernova» es tan poderosa como suena. Si hablamos de letras difusas y con múltiples interpretaciones, Oasis se lleva el premio. Y es que, con múltiples significados posibles, incluso para su propio autor, la canción refleja una mezcla de sensaciones. Noel ha mencionado que, en ocasiones, la letra le hace pensar en antiguas bandas que desaparecieron rápidamente, consumidas por el tiempo cuando estaban a punto de hacer historia.
Con miedo de incluirla en el álbum debido a su extensa duración, Gallagher dudó hasta el último momento si debía publicarla o no. Pero decidió seguir su instinto, esa voz interna que le decía: «esta será una gran canción».
Hoy, «Champagne Supernova» es una de las piezas más alabadas por la fanaticada y un himno que cierra el disco con broche de oro.
Caótico, lleno de canciones que se volverían emblemas de la mitad de los 90, «(What’s the Story) Morning Glory?» es un disco que marcaría el legado de Oasis de forma permanente. Desde su energía explosiva hasta las baladas que dejan escapar esa vulnerabilidad escondida, el álbum equilibra a la perfección la arrogancia, la despreocupación, el miedo y la emocionalidad.
Desde unos jóvenes hambrientos de éxito hasta convertirse en un fenómeno global, con «(What’s the Story) Morning Glory?» Oasis busca responder una pregunta que muchas bandas enfrentan luego de un debut exitoso: ¿Y ahora, qué?
Abordando lo que significa crecer, soltarse, divertirse, avanzar pese al dolor y la melancolía, este álbum deja una huella imborrable en la memoria colectiva. Una que, a tres décadas de su estreno, sigue emocionando, quizás hoy más que nunca.