
«Corazón partío» por Rebe
¿Qué tienen en común un funcionario cualquiera de camino al trabajo y una adolescente desolada a la que le han roto el corazón?
Contra todo pronóstico, puede que ambes tarareen la misma canción. Estamos hablando de «Corazón partío», la icónica balada de Alejandro Sanz que los más jóvenes hemos hecho nuestra gracias a artistas como la española Rebe, cuyo cover nos acerca a esta canción y nos abre los ojos ante la belleza de una música que, en la mayoría de los casos, no solemos escuchar.
«Corazón partío» se estrenó en 1997 en el disco «Más» y es considerada como la canción icónica de Alejandro Sanz, conocidísimo cantautor español- ganador de 4 Grammys y representante de Europa en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020– quien no necesita mayor presentación.
El sencillo fue un éxito absoluto, manteniéndose más de 70 semanas en las listas de las canciones más escuchadas en España, México y Argentina. En otras palabras, es una canción que ha sonado mucho, tanto en la radio como en todos los bares, incluso tarareada por tu tía al barrer, y que inevitablemente y desde siempre, nos suena. La conocemos como a esa prima segunda que saludamos apresuradamente en las reuniones familiares pero cuyo nombre nunca recordaremos con exactitud.
Pero al ser retomada por ni más ni menos que Rebe, la autodenominada “Princesa de España”, podemos apreciar la profunda belleza de esta canción.
Rebe es una música española que canta, escribe y compone lo que, si tuviésemos la imprudencia de pegarle una simplista etiqueta, podríamos atrevernos a denominar como pop de habitación. Comenzó en la música como parte del grupo LULI REBE & SUS XOCOLATINAS, pero pronto lo dejó para emprender una carrera en solitario. Una artista como pocas, que no cesa nunca de experimentar y crear nuevos géneros y estilos. Hizo su debut en 2019 con el EP «Recuerdos de Cuando Me Aplastó una Roca y Me Morí » bajo forma de casettes en edición limitada, cosidas a mano por ella misma (Se agotaron incluso horas antes de la publicación).
En enero de 2024 ha sacado su sexto y más reciente álbum, «es que acaso no me oyes??». Con una estética propia que la identifica tanto en la música como en todo el halo que la rodea, se apropia y retrabaja referentes de todos los universos para crear un patchwork único. Muy firme en su dirección artística, llegó a rechazar una colaboración con el trapero C. Tangana porque consideraba su estilo demasiado comercial, renunciando así a un trampolín a la fama.
Volviendo a lo nuestro, es gracias a la entonación suave de su voz y el acompañamiento de la guitarra y el sintetizador que hace suya esta balada. Se reemplazan los tonos flamencos de la versión original por un ritmo de ensueño meloso. Nos mece hasta sumirnos en un dulce y triste trance. Además, feminiza la letra, apropiándose del sufrimiento del autor y cantando así su propio dolor. Y por si fuera poco, publica la primera versión de su cover en un directo emitido en youtube, acompañada a la guitarra por Juan Azul. Esto no hace más que realzar la crudeza y autenticidad del sufrimiento que evoca la letra, pues la invasión de un espació tan íntimo como puede ser el cuarto de une refuerza la vulnerabilidad inherente al directo. En otras palabras, Rebe amasa la plastilina de «Corazón partío», y lo convierte en un sollozo que nos conmueve como si tuviésemos una amiga llorando en nuestros brazos después de que un chico le haya roto el corazón.
Así, la dulzura del estilo de Rebe, las circunstancias y su voz cargadas de sentimiento, nos hacen (re)descubrir la belleza de esta balada que tanto conmovió a nuestros padres. Y al redescubrirla, nos damos cuenta de que una canción escrita cuando apenas habíamos nacido describe bella y perfectamente nuestro propio dolor. Su desgarradora letra evoca el sentirse solo y perdido cuando, tras una ruptura, ya no podemos contar con la persona que antes era nuestro faro, nuestro punto de referencia.
“Después de la tormenta siempre llega la calma, pero sé que después de tí, después de tí no hay nada”
Con sus imágenes tan dramáticas y extremas, logra evocar la dimensión trágica que adopta a veces nuestro sufrimiento cuando solo queremos dejarnos mecer lánguidamente por él, retorciéndonos en nuestra propia tristeza.
“¿Quién me va a pedir que nunca le abandone?
¿Quién me tapará esta noche si hace frío?
¿Quién me va a curar el corazón partió?
¿Quién llenará de primaveras este enero
Y bajará la luna para que juguemos? ”
Aunque, en realidad, la fuerza de este cover reside en subrayar lo universal que es tener el corazón hecho pedazos: en sus dos versiones, esta balada apela y conmueve al corazón partío de quienquiera que la esté escuchando. Nos muestra el poder extraordinario de la música y del arte en general: recordarnos que lo que nos une como seres humanos es la capacidad de sentir, ya sea al sufrir cuando nos dejan con el corazón partío o al conmovernos por la belleza de una canción como esta.
“Los más desesperados son los cantos más bellos” escribió el romántico francés Alfred de Musset. El cover de Rebe le da la razón, al mostrarnos que al ser interpretado por unos nuevos labios, la belleza de un sufrimiento pasado puede trascender su época y tocar en lo más profundo a la siguiente generación.
Así, tanto una adolescente dolorida como un funcionario yendo al trabajo podrán ser profundamente conmovidos por un corazón partío, que sea el del mundialmente conocido Alejandro Sanz o el de la mismísima “Princesa de España”.
Aunque, en realidad, la fuerza de este cover reside en subrayar lo universal que es tener el corazón hecho pedazos: en sus dos versiones, esta balada apela y conmueve al corazón partío de quienquiera que la esté escuchando. Nos muestra el poder extraordinario de la música y del arte en general: recordarnos que lo que nos une como seres humanos es la capacidad de sentir, ya sea al sufrir cuando nos dejan con el corazón partío o al conmovernos por la belleza de una canción como esta.