#Caminoallolla2026: MARINA
A exactamente tres meses del esperado regreso de una artista que no solo ha marcado generaciones, sino que ha construido un lugar sólido en la industria musical y en nuestros corazones, comenzamos a despedir el 2025 y a prepararnos para una nueva edición de Lollapalooza que, sin duda, dará mucho de qué hablar. Hoy, en este nuevo Camino al Lolla, exploramos la trayectoria de una reina indiscutida: una artista que cada vez que pisa nuestro país nos deja con ganas de más y que, esta vez, llega por primera vez con un show en solitario, dispuesta, casi como un acto de salvación colectiva, a purificarnos de todo mal. Hoy hablamos de MARINA.
¿Cómo empezar a hablar de MARINA? Ícono absoluto de la era Tumblr, símbolo de la lucha por el empoderamiento femenino y dueña de una versatilidad innegable. La artista galesa ha encantado al mundo con su talento por más de una década. Debutó en MySpace bajo la premisa de “Soy Marina y ustedes son los diamantes”, frase que daría origen al seudónimo que la acompañaría durante años y marcaría su vida para siempre: Marina and the Diamonds. En 2010 lanzó su primer álbum, «The Family Jewels», con el que pisó fuerte y dio inicio a su expansión hacia América.
Con letras que transitan entre la autodestrucción, la lucha interna y el crecimiento personal, «The Family Jewels» ofreció el primer vistazo de una artista que, a diferencia del pop dominante de la época, se atrevía a explorar territorios más oscuros, honestos y profundos. Sin embargo, el verdadero salto llegaría en 2012 cuando, acompañada de una cabellera rubia platinada y el icónico corazón dibujado en su mejilla, irrumpió «Electra Heart». Con una estética ligada a los sueños adolescentes rotos, MARINA dio voz a los corazones solitarios, transformando sus conciertos en rituales cargados de dramatismo, melancolía y magia, conquistando a una generación que buscaba ser escuchada en medio de la presión y la velocidad con la que avanzaban los años 2010.
Para 2015, la imagen de MARINA ya recorría el mundo. Consolidada como una artista versátil y consciente, comenzó a levantar un mensaje claro: el autocuidado y la salud mental por sobre cualquier exigencia externa. Ese mismo año lanzó su tercer álbum, «FROOT», donde asumió un rol más protagónico como productora y profundizó en temáticas como el feminismo y el apoyo a la comunidad LGBTIQA+, haciendo de su voz una herramienta de activismo político. Con este disco, MARINA llegó por primera vez a Chile en 2016 como parte del cartel de Lollapalooza, ofreciendo un espectáculo al atardecer que reunió lo mejor de sus tres trabajos y fue coreado de principio a fin por una multitud completamente entregada que esperaba tenerla de regreso con un concierto propio.
Pero no todo sería fácil. Tras enfrentar problemas de salud mental, además de un profundo agotamiento físico y emocional, la artista decidió tomarse un receso de la música. Su regreso se concretó en 2019 con «LOVE + FEAR», ya como artista independiente y bajo el nombre de MARINA abrió un nuevo capítulo en su carrera. Más tarde, «Ancient Dreams in a Modern Land» marcaría su retorno postpandemia y su regreso a Latinoamérica en 2022, nuevamente en Lollapalooza. Esta vez, presentó una puesta en escena más segura y expansiva, acompañada de coristas y un mensaje directo, encantando a un público que vivía ese reencuentro entre mascarillas, alcohol gel y una necesidad urgente de reconectar con lo que más amaban, la música.
Durante estas giras, MARINA amplió aún más el espacio para hablar de política y luchas sociales en sus shows, reforzando su compromiso con el medioambiente, las disidencias y el feminismo, e invitando a su fanaticada a ser parte activa del cambio.
Con todo este recorrido, podría pensarse que MARINA ya había alcanzado su punto más alto, pero lo mejor aún estaba por venir. Este año, tras el lanzamiento de un libro de poemas donde aborda su experiencia con la salud mental, la artista volvió a sorprender con «Princess of Power», un disco que la trae nuevamente a nuestro país como parte de Lollapalooza, pero con una gran sorpresa, su primer sideshow en Latinoamérica.
Este evento promete ser una experiencia única e irrepetible. Con una estética lúdica y futurista, una escenografía mucho más elaborada y una MARINA completamente empoderada, según sus propias palabras, en el mejor momento de su carrera, reconociendo al espectáculo como algo más que un concierto sino que un viaje emocional donde, en compañía de su fanaticada, la artista abraza todas sus etapas hasta transformarse como una mariposa. Romanticismo, teatralidad y fuerza escénica se combinan para ofrecernos una experiencia que va mucho más allá de lo musical.
Símbolo, emblema y voz de una generación incomprendida que ha crecido junto a ella, MARINA es, sin duda, uno de los platos fuertes de esta nueva edición de Lollapalooza. Su regreso a Parque O’Higgins no solo genera altas expectativas, sino que promete no dejar a nadie indiferente, deslumbrando una vez más a una fanaticada que la ha esperado fielmente y que, hoy más que nunca, se reconoce y se encarna en su música, clásica, icónica e imprescindible.