Billie Eilish en Lolla 2023: nuestra extraña adicción
Con un pequeño extracto de la intro de «Oxytocin» apoderándose de cada rincón del Costanera Center Stage, la noche del viernes recibiría su primera Headliner: Billie Eilish. En su debut por nuestro país, la artista marcó además su primer Show en Latinoamérica.
Iniciando su presentación con «Bury a Friend», Billie se tomó el escenario con su energía y talento, junto a un público que desde el primer momento hizo notar su euforia, estallando en un coro que la acompañaría durante toda la noche. Un show que estuvo lleno de sorpresas y cambios radicales entre temas animados como «My strange adiction», hasta sumergirnos en la complicidad de canciones como «Xanny».
El show tuvo que detenerse por algunos minutos para resguardar la seguridad de lxs asistentes, siendo la misma cantante quien destacaría el ánimo y la fuerza del público, tratando en diferentes ocasiones de asegurarse que todxs estuvieran disfrutando del espectáculo. Estas palabras se sumaron a uno de los momentos más divertidos de la noche cuando de forma espontánea la fanaticada comenzó a corear el icónico “Mijita rica” hacia Billie, quien declaró no entender a qué se referían pero que sonaba increíble.
Fue el juego de luces y pantallas, la animada personalidad de Billie y el cariño del público lo que hicieron de esta presentación un concierto memorable para todo aquel que había esperado la llegada de la cantante a nuestro país, o también para quienes hasta ese entonces no conocían su trabajo en profundidad. La artista se tomó un momento para agradecer el apoyo, presentar a su banda y, por supuesto, destacar a su más fiel compañero, su hermano Finneas, quien también tuvo un rol protagónico en esta velada, cantando junto a ella en reiteradas ocasiones.
Continuando con la noche, la cantante presentó temas irremplazables de su repertorio como «You should see me in a Crown» y «Oxytocin» , la cual iba unida a nada más ni nada menos que a «COPYCAT» y «Therefore I Am». A estas alturas, Eilish había hecho a todo el parque bicentenario saltar de la emoción, cautivando a todxs y llegando a lo más profundo del corazón de sus fanáticxs.
Rodeadxs de aplausos y alabanzas, lxs hermanxs O’Connell se tomaron un momento para tocar canciones de forma acústica, dándole paso a «I love you», «Your power» y posteriormente «TV», canciones que marcaron el momento más íntimo de la noche, uniendo a la cantante junto a sus fans quienes cantaban juntxs un gran “Maybe I, maybe I, maybe I’m the problem”. La atmósfera cambió completamente con la llegada de una recopilación de «Bellyache», «Ocean eyes» y «Bored», éxitos que habían acompañado a Billie desde el comienzo de su carrera.
Posteriormente, el contraste de «When the party is over», junto con las lágrimas de miles de personas y los gritos de emoción que produjo la intro de «All the good girls go to hell», nos hizo darnos cuenta de que la presentación ya estaba por acabar, aunque parecía que nadie estaba listx para dejarla ir. «Everything i wanted» llegó para hacer cantar y balancearse a un público rendido por todas las emociones que se habían experimentado en este encuentro, mismxs que dieron todo de si mismxs cuando comenzó a sonar «Bad guy», una de las canciones más esperadas del show, haciendo moverse hasta el último centímetro del escenario.
Ya al final solo quedaba una de las canciones más conocidas y queridas por lxs fans. «Happier than ever» estalló todos los sentimientos que miles de personas se habían contenido hasta ahora. En una fuerza inigualable, el parque se unía junto a Billie para la segunda mitad de la canción, explotando en un gran “You made me hate this city”, sorprendiendo a la intérprete.
Billie se despidió de Chile con una sonrisa de oreja a oreja, alegre y agradecida del recibimiento que le habían entregado, cerrando así un espectáculo completo, cargado de música, momentos tristes, divertidos e increíbles. La jornada acabó con una Billie lanzando girasoles hacia su público, saludando y riendo a más no poder, dándonos la esperanza que muy pronto podamos disfrutar nuevamente de su presencia en nuestros escenarios, y dejando la invitación para seguir acompañándola y ver qué otras cosas tiene para entregarnos. Un cierre con broche de oro para esta primera noche del festival, con un público fascinado y con una alegría contagiosa.