
Lavender Country
Junio, el mes del orgullo es un espacio de protesta, celebración y memoria para gente queer, lo que es difícil considerando que mucha de su historia no ha sido escrita y no es enseñada. En este miércoles de recomendaciones, les presentamos a Lavender Country y su álbum homónimo.
Un ejemplo de estereotipos perdidos en el tiempo y que no han sido enseñados es el dato de que el color lavanda durante mucho tiempo fue asociado con hombres gays. Patrick Haggerty, un escritor y activista de Seattle, tomó este estereotipo y lo llevó a uno de los espacios menos abiertos a la gente queer: la música country. En 1972, conformó su banda Lavender Country junto con Eve Morris, Michael Carr y Robert Hammerstorm (el único miembro heterosexual). En 1973, lanzaron su primer álbum «Lavender Country», que es ampliamente considerado el primer álbum de country gay de la historia de la música popular. Eso significa que este año es su aniversario 50, aunque no se sabe bien qué día cumpliría años.
El proyecto siempre fue llevado adelante por Haggerty, escritor principal de las canciones y el integrante sobre el que más información se tiene. Su infancia fue la de cualquier niño normal de clase trabajadora en el estado de Washington, y al contrario de muchas historias tristes, su padre siempre lo apoyó en su feminidad y orientación sexual, pidiéndole que no ocultara quien era realmente. El problema surgió cuando se unió al Cuerpo de Paz, del que luego fue echado por su orientación, lo que lo motivó a participar en activismo gay.
Su álbum de 1973 fue financiado por organizaciones gay de Seattle e inicialmente tuvo una distribución limitada a mil copias. Este comienza con una declaración de optimismo gay en «Come Out Singing», cuando su segunda línea dice claramente “I’m glad I’m gay”(me alegro de ser gay). Esta canción toma pianos de Rock ‘n’ Roll dignos de Elvis Presley, mientras Haggerty nos entrega en la letra una muestra preciosa de amor por la vida con su orientación. En este sentido, este álbum se transforma en una cápsula de la historia queer, después de las revueltas de Stonewall en 1969, pero antes de la crisis de VIH/SIDA en los 80, cuando la música queer se torna más escapista o sufriente.
«Lavender Country» está lleno de canciones de amor, que van tomando distintas formas. En «Gypsy John», Haggerty toma como natural el amar a una persona de tu mismo género, aunque igualmente no es correspondido por el hecho de que este objeto de amor viaja demasiado. Vale la pena mencionar lo chistoso que es cómo Haggerty pronuncia el nombre John en la canción. Más tarde, en «Georgie Pie» se trata una temática clásica de la vida queer: estar en una relación con una persona que sigue en el clóset. En ese caso es incluso un poco peor, porque la persona ni siquiera quiere reconocer los sentimientos que tiene por Haggerty, con los versos siendo puntualizados por una hermosa línea de violín. «To a Woman» es la única canción escrita y cantada por Eve Morris, teniendo una temática lésbica, cuyos acompañamientos se acercan más al folk que al country.
Un aspecto muy interesante de Lavender Country es lo chistoso que es el cantante con sus letras. En este sentido, vale la pena escuchar «Cryin’ These Cocksucking Tears», cuyo título hace referencia a llorar por un hombre hetero y a las lágrimas que salen cuando a alguien le dan arcadas por atragantarse… De todas maneras, la canción es hilarante con sus líneas llenas de doble sentidos y su condena a este hombre hetero que se mete con gays creyendo que es mejor que el resto. De todas maneras, la canción tiene una historia muy interesante debido a que una conductora de radio de Seattle lesbiana fue despedida de su trabajo por poner esta canción en vivo. Sin embargo, debido a su contenido cómico ha logrado eclipsar parte del legado del resto del álbum, hecho que logró molestar a Haggerty durante mucho tiempo.
El tema es que Lavender Country es más que canciones de amor homosexual y letras hilarantes sobre felaciones, sino que trata muchas temáticas LGBTQIA+. En «I Can’t Shake the Stranger Out of You» se les hace una advertencia a hombres gay que solo se relacionan con su comunidad a través del sexo y la posibilidad de que se queden solos. «Straight White Patterns» reclama la obligación que sienten estos de acercarse a los estándares heteronormativos. «Back In the Closet Again» muestra la discriminación que sienten las personas queer de parte de otros movimientos y activistas de liberación de gente negra o movimientos de trabajadores.
Probablemente, la canción más importante del álbum es «Waltzing Will Trilogy», donde el cantante nos muestra tres historias desgarradoras, y que lamentablemente eran y son muy comunes. La primera es de un niño que es obligado a ir a terapia de conversión y lo someten a terapia de electroshock. La segunda trata de un hombre gay que es condenado injustamente de pedofilia y luego es abusado por los guardias de la cárcel que al mismo tiempo lo discriminan. La última trata de un hombre que tiene sexo con un hombre hetero, este en negación lo golpea y luego policías lo brutalizan por sodomía y lo terminan asesinando. Haggerty no cuenta estas historias con pena, sino con rabia, debido a que ninguno tendrá restitución por las violencias que recibieron. Es importante recordar que las instituciones, tanto psiquiátricas como la justicia y las policías no siempre son aliados de la gente queer, sino que depende de quienes están a cargo.
Sin embargo, el álbum termina con una canción positiva: «Lavender Country», un himno que nos invita a salir del clóset y visitar un campo de lavanda en que entra cualquier persona que sea parte de la comunidad; nos llama a dejar la retórica anti-pluma y a simplemente disfrutar de nuestra vida.
«Lavender Country» cómo álbum es posiblemente una de las experiencias más queer en términos musicales que se puede experimentar. Esto es porque el disco está pensado como un artefacto de activismo, por lo que busca ocupar espacio y mostrar fuertemente que la comunidad LGBTQIA+ está en todas partes y no se puede ignorar.
Después del lanzamiento de este trabajo, la banda se disolvió en 1976 y Haggerty se dedicó principalmente al activismo, hasta que en 2019 lanzó «Blackberry Rose and Other Songs and Sorrows From Lavender Country» con otro grupo de músicos bajo el nombre Lavender Country.
Es importante recordar que cualquier artista queer que opere en el country sea Trixie Mattel, Orville Peck, Brandi Carlile o cualquier otro le debe todo a Lavender Country. Si bien el grupo no tuvo un alto impacto comercial debido a su escasa disponibilidad, sí tiene un alto impacto por su valentía, al ser la primera vez que posicionaba a la comunidad en un espacio tan hostil como es la industria country. Patrick Haggerty logró ver los resultados de su trabajo antes de que falleciera el 2022, y será una parte relevante de la historia de la música al ser uno de los pioneros en un estilo que muchas veces no acepta a gente queer.
