
«Loveworm» de Beabadoobee
Es necesario escuchar un poco de gente triste para poder acompañar esa nostalgia habitual de los domingos, y más en este último del mes más frío del año. Para ello, hablaremos de una de las voces emergentes del indie rock: Beabadoobee, pero especialmente sobre «Loveworm», un álbum que ha logrado captar sentimientos adolescentes de una forma tan única que transmite ese toque personal a través de cada canción.
La artista tenía 18 años cuando lanzó este tercer proyecto musical que parece sacado de su propio diario de vida. Un álbum que, sin importar la etapa en la que una persona se encuentre, logra reencarnar las emociones y situaciones que abundan en la adolescencia. Desde la angustia y anhelos hasta la apreciación de las diferentes formas de amar son los tópicos de los que nos quiso hablar Bea, incluso con unas ansias cinematográficas.
A través de siete canciones, nos inunda en un espacio reconfortante y cálido conseguido gracias a una voz e instrumental característica, esto en conjunto con una narrativa que, al momento de estar inmerso en estos casi 26 minutos, vuelve innecesario el sobreprensar sobre su contenido, sino que es mejor simplemente entregarse a lo más íntimo de cada tema.
“Please come back” (Por favor vuelve) se repite al final de «Disappear», para explicar que alguien con el que se entablaba una relación, simplemente desapareció y no es posible entender el cómo ni el por qué. Al momento de componerla, Bea expresa su deseo de que se muestre como una canción que podría ser parte de la película «Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos».
Tratar de dejar a ir a alguien que sabes que te hace daño, pero que aún así es difícil, es lo que se retrata en «1999». Una de las piezas más personales, en donde ella misma afirma que fue creada para sonar como parte de una pieza cinematográfica.
“The way you touch me is a curse and I’m not willing to let it all hurt” / «La forma en que me tocas es una maldición y no estoy dispuesta a dejar que todo duela»
Para recompensar el aire melancólico, «Apple Cider» es la siguiente en la lista. A través de una melodía que cambia por completo la línea triste para subir el ánimo a cualquiera, se nos habla de esos crushes en donde la confusión es protagonista. Al escucharla, es innegable la inspiración de Sonic Youth, dada su lírica que no es para nada confundible.
Al parecer, no era suficiente con los sentimientos que la versión de estudio trae con ella, por lo que Beabadoobee sacó una versión de este EP con ella en su habitación y su guitarra, bajo el nombre de Bedroom Sessions. Esta edición se siente aún más cercana y, gracias a los videos que la acompañan, se logra ver todo lo que despierta al momento de interpretar cada canción, además de un icónico póster de Tom Hanks que sobresale ante todos.
Con esa capacidad de llevar a cabo una lírica que es posible de transportar en el tiempo, Beatriz demuestra que es una artista que tiene mucho que entregar a la industria y que con interpretaciones como esta, solo afirma sus grandes habilidades.