«Grace» by Jeff Buckley
A pocos días de su cumpleaños número 30, hoy hablamos de un álbum que se hizo por y para gente triste, y que ya ha alcanzado su estatus de culto. Para todes quienes necesitaban un poquito de sol para romper la depresión estacional, hoy les traemos un poquito más de melancolía, que todavía es invierno.
Jeff Buckley es hijo del también cantautor Tim Buckley, quién no estuvo presente en su vida y que vió solo una vez en persona antes de que este falleciera, cuando Jeff tenía solo 9 años. Tampoco estuvo presente en su funeral, pero su primera presentación en vivo como cantante fue en un concierto en 1991, en la iglesia St. Anne en Nueva York en tributo a su padre, y lo tomó como una plataforma para de alguna forma decirle lo que no había podido decirle en vida y mostrarle sus últimos respetos.
En 1994 publicó «Grace», que recibió opiniones mixtas de los críticos, que en su momento se esperaban el nuevo salvador del rock alternativo y se encontraron con un álbum que hacía mucho más ruido jazz y clásico que rock y pop, aunque lo que en realidad hace es una mezcla ecléctica de todo lo que él amaba, que se ve reflejada en su perfecta elección de covers, desde «Corpus Christi Carol» hasta su preciosa versión de «Lilac Wine», original de Nina Simone
Con el inevitable lazo que compartía con su padre, Jeff quiso distanciarse de ese estilo musical y generar su propio sello, con cambios de tempos y armonías en medio de las canciones y una voz impresionante, sincera y desgarradora . Su icónica versión de «Hallelujah», no se basa en la versión original de Leonard Cohen, sino en una versión más corta de John Cale, adaptándola a guitarra en lugar de piano y dándole aún más vida con la intensidad de su voz y sus fraseos un poco más casuales y vulnerables.
«Mojo Pin» nos retrata una especie de adicción, que si lo tomamos literal por la letra, es hacia las drogas ya que está llena de eufemismos, pero en realidad bien podría tratarse de una persona, según Buckley, alguien que sientes que necesitas y que todo el universo te dice que debes tenerla, comienzas a ver sus shows favoritos, a comprar lo que necesite, a beber lo que bebe, fumar lo que fuma y copiar sus pequeños gestos y se vuelve la cosa más peligrosa.
En el track homónimo y primer single, «Grace», la letra es de Buckley sobre el instrumental de Gary Lucas, y se inspiró en la despedida con su novia en un aeropuerto en un día lluvioso, y habla sobre no temer a la muerte cuando se tiene amor verdadero y también sobre lo larga que se puede sentir la vida a veces, a pesar de que la muerte puede venir en cualquier momento. “Wait in the fire” (espera en el fuego) repite a lo largo del coro, y se refiere a una idea mística islámica de que su amor por Dios es como el fuego, y que mientras mayor sea su paciencia en este fuego, mayor es su cercanía a Dios, como que su vida terrenal es el fuego, en el que se ve acompañado por el amor de su pareja, pero siente cierta impaciencia por la muerte de todas formas: “it reminds me of the pain I might leave behind”(me recuerda al dolor que podría dejar atrás).
En el segundo single «Last Goodbye». habla de un hombre terminando una relación con su pareja cuando aún se aman, pero se ha hecho evidente que no son el uno para el otro, por lo que es mejor dejarlo antes de que empeore y conservar lo bueno que dejó cada uno en el otro. En «So Real» habla de una conexión tan buena con alguien que le asusta, que lo deja en un lugar de vulnerabilidad tal que le da miedo perder, y por supuesto, que la otra persona quizás no sienta lo mismo.
«Lover, You Should’ve Come Over» es sin dudas el himno triste del álbum, comenzando por la lúgubre primera imágen que planta en nuestra cabeza, cuando dice que contempla a los dolientes funerarios en la lluvia, en un funeral de relaciones tristes, una fila de sus relaciones fallidas, por lo que se pregunta: “maybe I’m too young to keep good love from going wrong” (tal vez soy demasiado joven para evitar que un buen amor salga mal), mientras anhela que vuelva un amor que se acabó pero que ahora parece ser el correcto, pero reconoce ser muy joven como para quedarse y muy viejo para soltarse y huir, las contradicciones que han llevado sus relaciones al fracaso.
Lo enfatiza en el puente donde repite una y otra vez que nunca se acaba, y ofrece su reino, sus riquezas y su sangre por estar con ella una vez más, por volver a tener lo que en su momento no valoró, y manteniendo la esperanza de que esta persona vuelva, asegurando con desesperación que aún no es demasiado tarde.
En «Eternal Life» pasamos de la tristeza a la rabia, rabia dirigida los asesinatos de los Manson, la segunda guerra mundial, el asesino de Martin Luther King, y en verdad cualquier persona organización que se sienta con el derecho de matar u oprimir a otros en base a su color, su nivel socioeconómico, sus creencias religiosas o lo que sea. La vida ya es demasiado difícil y complicada por sí sola como para tener que lidiar con esto además. Es un mensaje para todos estos asesinos de que estas acciones no están pavimentando su camino al cielo, más bien lo contrario.
«Dream Brother» es el cierre del álbum original, y en él le habla a su amigo, su “hermano de sueño” ya que ambos comparten su pasión por la música y el sueño de formar una carrera, pero está pronto a ser padre. Acá resurge el tema de Tim, ya que Jeff le dice a su amigo que no sea como el que dejó su nombre atrás, porque lo esperarán como él mismo esperó y nadie vino nunca, refiriéndose a su padre que lo abandonó por perseguir su carrera musical.
Lamentablemente, el 29 de mayo de 1997, Jeff Buckley murió ahogado en el río Mississippi en un extraño accidente, tan solo 3 años después de publicar su primer y único álbum de estudio, y con planes de comenzar a grabar su siguiente proyecto. Se quedó con las reseñas mixtas y con su autocrítica: “I Know I can do better” (sé que puedo hacerlo mejor) dijo, pero la oportunidad se truncó con una muerte demasiado temprana.
Luego de su fallecimiento, su disquera agregó la canción «Forget Her», que el mismo Buckley había dejado intencionalmente fuera por considerarla muy simple y directa, reemplazandola por «So Real», un gesto irrespetuoso sin dudas, pero que nos regala un pedacito más de Jeff y su poderosa voz. Nuevamente habla sobre el dolor de ser abandonado por su pareja, lamentándose por perderla y tratando de convencerse de que no era tan buena para olvidarla, pero no pudiendo hacerlo.
Un álbum que tiene algo para todos: enamorados, despechados, con daddy issues, con rabia contra el sistema que nos insta a matarnos entre nosotros. Un álbum que a pesar de tener ya 30 años, no deja de sentirse vigente, en sonidos y letras, predecesor de muchos artistas ya consagrados y un clásico para llorar un ratito. Con todo eso dicho, alto al fuego ahora! que nunca está de más y Jeff estaría más que de acuerdo.