Everything Everywhere All at Once
Este martes se dieron a conocer las nominaciones a los premios Oscar de este año y aprovechando el jueves de cine (y nuestro genuino amor por la película), tenemos que hablar del filme más nominado, el más creativo y más caótico de la temporada. Hoy hablamos de «Everything Everywhere All at Once».
Es una comedia dramática de acción y ciencia ficción (si, difícil de encasillar) del 2023, escrita y dirigida por Daniel Kwan y Daniel Scheinert, también conocidos como The Daniels, y protagonizada por Michelle Yeoh, Ke Huy Qwan, Stephanie Hsu y Jamie Lee Curtis. Ya cuenta con varios premios de las distintas asociaciones, incluyendo mejor(es) director(es), mejor actor de reparto y mejor película en los Critics’s Choice Awards.
Sigue la historia de Evelyn, una inmigrante china en Estados Unidos que mientras trata de resolver sus problemas financieros, se hace cargo de su padre anciano, tiene problemas para comunicarse con su hija y su matrimonio sufre una crisis, viéndose embarcada en un aventura interdimensional en la que solo ella es capaz de salvar al mundo.
Un viaje donde literalmente todo es posible, donde atravesamos de un género a otro como si no existiera ninguna barrera, y de una emoción a otra como una montaña rusa. Pasamos por universos ridículos, improbables, futuristas, fantasiosos, de piñatas, de animaciones, de rocas y de dedos de salchicha, con referencias a «In the Mood For Love», «Ratatouille», «2001: A Space Odyssey», etc. Si de algo estamos segurxs es que para disfrutar esta película, hay que dejarse llevar por el absurdo.
Vemos escenas de acción increíblemente coreografiadas, chistes visuales, vestuarios y maquillaje estrafalarios, pero debajo de todo eso (o por encima también) hay temas hermosos e introspectivos que nos sacarán más de una lágrima. Cada actor interpreta a muchas versiones de sus personajes, y cada personaje tiene algo que nos hará identificarnos con él o desear tener a alguien como él en nuestra vida.
Todo esto se nos entrega con dispositivos visuales tan originales y creativos que parece tener un presupuesto mucho más gigante del que tiene. «Avatar: The Way of Water» logró maravillas visuales digitales con un presupuesto de 250 millones de dólares, y esta solo con 25 millones nos transportó a cientos de universos paralelos con efectos prácticos y de edición en su mayoría.
La música también tiene la difícil labor de cambiar de género junto con la trama, y aún mantener la cohesión y la coherencia. Esta tarea imposible estuvo a cargo de la banda experimental Son Lux, y llevada a cabo con tal habilidad que les valió su primera nominación a los premios Oscar. Destaca el uso de «Clair de Lune», que traspasa los universos en diferentes versiones, y por supuesto la colaboración de Mosses Sumney, André 3000 y Randy Newman, quien le da la voz al mapache cocinero.
No podemos olvidar la participación de Mitski y David Byrne en «This Is a Life», nominada también a mejor canción original en los Oscars. La película puede parecer abrumadora al inicio, pero a medida que se desarrolla descubrimos que realmente es una historia simple, pero no por eso pequeña, la de una vida y del amor, y eso se ve reflejado perfectamente en su canción final, con un ritmo sencillo y marcado en partes, y explosiones enormes en otras. Esperamos con ansias ver su presentación en la ceremonia.
Debemos mencionar las actuaciones estelares de dos estrellas poco probables. El papel protagónico estaba pensado para Jackie Chan en un inicio, pero no aceptó, dejando el camino libre para Michelle Yeoh que luego de varias décadas en la industria haciendo toda clase de papeles, desde una chica Bond hasta una guerrera y una madre, comenzó a notar que tomaban más en cuenta su edad que sus habilidades para contratarla, y en esta película tuvo la oportunidad de demostrar todo de lo que es capáz, que es un montón.
Por otro lado, Ke Huy Qwan comenzó su carrera a los 13 años, participando en «The Goonies» e «Indiana Jones and the Temple of Doom», pero no siendo considerado en ningún otro proyecto por 30 años, viéndose obligado a encontrar trabajo detrás de cámaras como coordinador de dobles y asistente de director. La película marcó el resurgimiento de su carrera y una pequeña muestra de todo lo que nos hemos perdido en estos 30 años de no verlo en la pantalla.
Intentamos con todas nuestras fuerzas no hacer tanto spoiler, porque es de esas películas que sorprenden y que son capaces de cambiar la vida, así que solo queda recomendarla mucho y desearle el mayor de los éxitos en esta temporada de premios. Veanla con el mismo amor con el que fue hecha.