
«American Football (LP1)»
Nuevo domingo, y como ya es costumbre, les traemos un nuevo especial de gente triste, esta vez de la mano de una banda conocidísima de la década. Nos referimos a la banda estadounidense American Football.
A finales de los años 90, el emo se encontraba en una época de transición. Se había alejado de sus inicios de post-hardcore, caracterizado por un sonido duro y angustioso que lo definió en los años 80 y que habían dado a luz a la “primera ola” del emo.
El movimiento se encontraba en los últimos años de su “segunda ola”, donde el sonido se movió de la distorsión de su antecesora época hacia un sonido más apaciguado, con guitarras brillantes y arpegios memorables. Bandas como Sunny Day Real Estate, The Promise Ring y Cap’n Jazz guiaron esta nueva dirección sónica, creando un subgénero denominado midwest emo, nombrado así debido al sector de Estados Unidos de donde provenían gran parte de estas bandas.
Dicho estilo se volvió el estándar de la segunda ola del emo. Sus riffs complicados pero pegajosos, con influencias del math rock, y sus letras guiadas hacia puntos más melancólicos que la rabia de la primera ola lo cimentaron en la historia del emo. Sin embargo, a esta le hacía falta su magnum opus, una obra maestra que capitulara esta época del movimiento y que definiera el futuro de este.
Es en este escenario que American Football, una banda proveniente de Urbana, Illinois, lanzaría su primer disco, el cual sería la cúspide de la segunda ola del emo y pasaría a definir el futuro del género. El debut de American Football, titulado homónimamente, describe las sensibilidades y sentimientos de una relación romántica fracasada, con una visión fuertemente adolescente, pero al mismo tiempo, con madurez emocional y profundidad personal. El disco destaca por su experimentación sónica, ya que contiene presencia del math rock en sus compases no tradicionales y una instrumentación compleja con elementos que, posterior al álbum, se volverían parte del canon del midwest emo. El ejemplo ideal de estos elementos es la utilización de una trompeta para acompañamientos, o incluso para solos que definen la canción, como es el caso de «For Sure», el cual es uno de los puntos más altos del disco y donde la trompeta guía la dirección y el tono de la canción.
Sin embargo, a pesar de lo experimental que puede ser el disco para personas que no están familiarizadas con el género, el debut de American Football se sostiene gracias a que la base de la banda es muy sólida: los instrumentos y la voz de Mike Kinsella se complementan de manera fantástica de principio a fin, orquestando de gran manera todos los instrumentos a su disposición. El disco está atado por el tono de las letras de Kinsella; melancolía, rabia, vergüenza, pero sobre todo nostalgia son los sentimientos que expele el disco, con la gran mayoría de sus canciones siendo desgarradoras líricamente, pero pegajosas por su espectacular melodía.
El disco cuenta con una canción que no solamente resume el tono y la dirección de este álbum, sino que también se convertiría en el himno definitivo del midwest emo. «Never Meant» es el estándar por el cual este subgénero se evalúa, y pasó a ser una de las, sino la canción más fundamental de lo que hoy en día consideramos Emo. Su riff icónico, sus letras nostálgicas pero pegajosas y su complementación instrumental entre la batería y ambas guitarras lanzó a «Never Meant» y a American Football, a un estatus que ninguna canción o banda del estilo había logrado previamente, un icono de culto con profundas repercusiones hasta hoy en día.
El disco cuenta con una canción que no solamente resume el tono y la dirección de este álbum, sino que también se convertiría en el himno definitivo del midwest emo. «Never Meant» es el estándar por el cual este subgénero se evalúa, y pasó a ser una de las, sino la canción más fundamental de lo que hoy en día consideramos Emo. Su riff icónico, sus letras nostálgicas pero pegajosas y su complementación instrumental entre la batería y ambas guitarras lanzó a «Never Meant» y a American Football, a un estatus que ninguna canción o banda del estilo había logrado previamente, un icono de culto con profundas repercusiones hasta hoy en día.