
«Cherry» de Rina Sawayama
Aunque el mes del orgullo llegó a su fin en junio, las historias de las personas LGBT+ siguen existiendo día a día. Por eso, en este Sábado de Unknown Treasures, queremos explorar una de las mejores canciones de Rina Sawayama y su himno queer, «Cherry».
Lanzada en 2018 durante su era ciber-nostálgica, esta canción mezcla los géneros de j-pop, city pop y el R&B de la década de los 2000, inspirándose en la música de artistas icónicos como Mariya Takeuchi y Mariah Carey.
Líricamente, la canción es sumamente personal en comparación al resto de su discografía de esa época, explorando sus sentimientos internos como mujer pansexual. Según Rina, «Cherry» es “una canción sobre la vergüenza, pero sobre negarse a sentir vergüenza”.
Este himno queer marcó una gran diferencia en la música de la cantante y un “riesgo” para Rina en este momento: “creo que esta fue la primera vez que escribí sobre [mi pansexualidad] tan claramente que simplemente no pude ocultarlo, (…) Consulté con mucha gente para asegurarme de que el mensaje fuera correcto. No quería estigmatizar más a la comunidad, pero los mensajes que he recibido de mis fans son muy emotivos, valió la pena correr el riesgo”.
De esta manera, «Cherry» navega la vergüenza internalizada, la invisibilidad de la identidad pansexual de Rina y, finalmente, la autoaceptación. Captura la experiencia típica del descubrimiento que viven las personas queer bajo una producción tanto melancólica como eufórica.
Pero la canción, la letra y la producción no son lo único icónico de «Cherry», ya que el video musical también celebra la cultura LGBT+ con un elenco y equipo creativo lleno de personas queer. Además, tanto la canción como el video celebran la cultura de Rina, referenciando los cerezos japoneses (cherry) y el género city pop.
Aunque Rina continuó explorando estas temáticas íntimas en «SAWAYAMA» (2020) y «Hold The Girl», por ejemplo, en canciones como «Chosen Family» y «This Hell», «Cherry» fue un riesgo y punto perfecto en la discografía previa y posterior de la cantante.
Sin duda, esta celebración de la identidad queer es la representación perfecta de Rina: arriesgada, profunda, confusa y sin vergüenza, homenajeando a los íconos pop y queer que vinieron antes que ella. Y si ustedes aún no han explorado su discografía, vale totalmente la pena encontrar las joyas escondidas de su música.