«I Barely Knew Her» de Sombr

10-09-2025 | Reseñas

 Lo resonante del desamor en las calles de Nueva York 

Reseña por Valentina zúñiga

Tras el innegable éxito que ha cosechado durante todo este año, el 22 de agosto, sombr lanzó su esperado álbum debut, «I Barely Knew Her». Marcando no solo su entrada oficial en la industria musical después de varios EPs y sencillos desde 2021, sino que también su presencia como narrador de una historia que, aunque ya ha sido contada, se siente renovada y llena de frescura, acompañado por el productor Tony Berg, el artista nos lleva a través de una travesía emocional en las caóticas y melancólicas calles de Nueva York. En «I Barely Knew Her», sombr nos invita a acompañarlo en su exploración del desamor, mientras lucha por reconstruir su identidad frente al caos emocional que lo rodea, abriendo una puerta hacia su vulnerabilidad más sincera.

La travesía comienza con «crushing», donde lo cotidiano se encuentra cara a cara con el anhelo. 

¿Qué pasa con la euforia del amor cuando este se desvanece? A lo largo de la canción, sombr se plantea esa interrogante, mientras medita sobre cómo el deseo y las expectativas terminaron por jugarle en contra, sumiéndose en el dolor y la decepción de un primer amor que acabó mucho antes de lo que esperaba. El sentimiento de inferioridad frente a la otra persona se hace palpable, pero él sigue adelante, consciente de que la ruptura era inevitable.

En «12 to 12», la inseguridad persiste, intensificada por un ritmo bailable que suaviza la codependencia de la letra. La canción revela cómo el protagonista sigue anhelando a alguien que ya no forma parte de su vida, pero cuya presencia sigue atormentando su mente. Aunque busque distracciones en fiestas y reuniones sociales, su mirada siempre busca el rostro de esa persona, preguntándose si, en algún rincón, podrá encontrarse nuevamente con ese amor perdido.

Con una producción que nos recuerda al pop alternativo noventero, «i wish i knew how to quit ya» presenta una de las metáforas más clásicas del amor: la adicción. Aquí, sombr muestra su vulnerabilidad más cruda. En pleno síndrome de abstinencia, sabe que esta persona no es buena para él, pero a pesar de todo, no puede evitar recaer, consciente de que su conexión con ella es mucho más profunda de lo que está dispuesto a admitir, incluso consigo mismo.

En «back to be friends», una de las canciones más populares del álbum, sombr canaliza toda la nostalgia de la era Tumblr. La letra plantea una pregunta dolorosa: ¿cómo se regresa el tiempo cuando los vínculos cambian? Con una melodía que combina nostalgia y frustración, el artista aborda uno de los mayores temores al transformar una amistad en una relación de pareja: el miedo a que no funcione. En este caso, la relación no funcionó, y lo que es aún más desgarrador, la otra persona sigue adelante como si nada hubiera pasado. Las dudas surgen, mientras el protagonista se enfrenta a la incomodidad de no entender si eso fue todo lo que realmente querían, sintiéndose profundamente usado.

A mitad del álbum, sombr ofrece un giro al sonido. Acompañado solo por un piano y una guitarra, camina solo por las calles, hablando al fantasma de su amor perdido: ¿tu vida sigue igual a cuando me fui? La incertidumbre sobre el futuro de la otra persona, el vacío entre avanzar y seguir atado al pasado, se manifiesta con fuerza. Las preguntas flotan, pero no hay respuestas claras con una letra que cuestiona: “¿Fui lo que querías? ¿Aunque fuera solo por un momento?” La reflexión deja entrever no solo la carga de la inseguridad acumulada a lo largo del álbum, sino también la aceptación de que no habrá respuestas. En este limbo emocional, las teorías sobre lo que pudo haber sido nunca llegarán a resolverse, porque la otra persona ya no está.

Regresando a ese sonido noventero, el álbum avanza con «dime», una súplica cargada de desesperación. A lo largo de la canción, el protagonista no solo rechaza la idea de ser olvidado, sino que también reconoce que, aunque la otra persona busque nuevos horizontes y siga adelante con su vida, él haría lo que fuera necesario para alcanzarla. Repitiendo una y otra vez en el coro: “¿Puedo hacértelo entender?”, la desesperación y la pérdida de autovaloración giran en torno a la idealización que ha creado sobre la otra persona. Esto no solo revela su devoción, sino también el peligro de perderse en la ansiedad. Dejando ver, ante todo, esa vulnerabilidad profundamente humana, mostrando cómo la obsesión por un amor no correspondido puede convertirse en algo aterradoramente real.

Así, comenzando a despedirnos del álbum, llega «undressed». En ella, sombr expresa el dolor de no querer perder la conexión única que compartió con alguien, a la par del miedo a enfrentar una pérdida similar. La canción transmite de manera clara su negación a buscar nuevas conexiones significativas, mostrando el temor de repetir un ciclo de desamor. A través de sus letras, el artista aborda la idea de que, al enamorarse de otra persona, nuestros amores pasados parecen borrarse, un concepto que golpea con fuerza. Desear lo familiar, no lo desconocido.

Entre la desesperación y la tristeza, el artista no logra comprender que no se trata de reemplazar a alguien, sino de aprender a dejar ir. Pero al mismo tiempo, no quiere perder su recuerdo, resonando en su letra: “No quiero que los hijos de otro hombre tengan los ojos de la niña que no olvidaré”. Preguntando: ¿seré capaz de olvidarla? ¿Y si no lo soy, qué hago entonces?

Seguimos avanzando junto a «come closer», canción que refleja la dependencia y la incertidumbre que nos generan ciertos vínculos incompletos, desgarradores en su naturaleza. A través de la metáfora de un perro callejero que sigue a quien le dio un poco de amor, la canción captura la dificultad de amar de manera intermitente. sombr expresa el anhelo de estar cerca de esa persona que, en su vulnerabilidad, le ofreció algo de afecto, mientras la otra parte busca conexiones externas, desmoronando la poca valentía y amor propio que él había logrado encontrar. Esto lo une, involuntariamente, a una persona que, aunque no lo elige, tampoco lo deja ir completamente, atrapándolo en una relación marcada por la confusión.

¿Alguna vez saliste con alguien, pero nunca llegó a ser algo oficial? Algo similar es lo que sombr explora en «we never dated». A lo largo de la canción, el artista revela el dolor que la otra persona le causó, pero al mismo tiempo plantea una pregunta desgarradora: ¿cómo pudo esto hacerme tanto daño si ni siquiera fue algo real? Este cuestionamiento sobre la idea de si las emociones son reales y hasta dónde somos capaces de llegar por alguien, incluso cuando la relación nunca fue clara ni saludable, resuena con fuerza. Nuestro protagonista comienza a reconocer las señales rojas, pero la verdad estaba allí, mucho más evidente de lo que imaginaba. Sin embargo, se negó a verla, condenando con la frase: “No, no puedo hacer que me ames”, mientras observa los estragos que la otra persona dejó en su corazón y en su mente.

Despidiéndonos del álbum, llega «under the mat», una confesión en la que sombr reconoce que la relación estaba condenada al fracaso. No había forma de que ambos pudieran salir bien, pero, en el fondo, deseaba equivocarse. A lo largo de la canción, el artista muestra cómo la otra persona no solo tenía diferencias de ideas, sino que cerró la puerta de su corazón, solo para esconderla bajo la alfombra, ocultando todo lo que quedaba debajo. Esta dinámica crea una constante persecución, que lo llevaría ahora, tras recordar todo lo vivido a una completa soledad.

Con «I Barely Knew Her», sombr pisa fuerte en la industria musical, dejando claro que ha llegado para quedarse. A través de la exploración de las etapas del duelo amoroso, el joven nos guía por sus procesos emocionales, mostrándonos con vulnerabilidad que, a pesar del dolor, siempre hay espacio para el crecimiento. Con un álbum introspectivo, auténtico y cercano, sombr abre la puerta a un nuevo capítulo en su vida, invitándonos a reconocer nuestras propias cicatrices. Su capacidad para conectar con la audiencia lo ha consolidado como una figura prometedora dentro de la nueva generación de artistas, una que sin duda, nos deja con ganas de escuchar más.

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