
black midi
En este miércoles de recomendaciones, traemos a una banda de rock británica conocida por su ambición de romper los límites de lo conocido. Hablamos de black midi, agrupación originaria de Londres que ha explotado en popularidad en este último tiempo, a causa de su energética y arriesgada propuesta que fusiona elementos progresivos, del math rock y lo más loco del jazz, provocando una mezcla coherente a la par que inesperada para el oído entrenado.
La agrupación de jóvenes prodigios se conformó hace ya seis años, en el 2017. Nuestro vocalista y guitarrista principal es Geordie Greep, un joven que acaba de cumplir sus 24 años y goza de utilizar trajes elegantes en el escenario. Mientras narra historias complejas de poder y conflicto, ejecuta melodías de lo más extrañas en su guitarra, donde la extravagancia es la norma. A su lado se encuentra el talentoso bajista, Cameron Picton, quién también realiza voces en canciones como «Near DT, MI», «Western», «Slow» y «Eat Man Eat», mientras que Morgan Simpson se dedica, más que a tocar batería, a marcar el ritmo de la sinfonía caótica y magistral que caracteriza el alma de black midi.
El magnífico trío se conoció al estudiar en la prestigiosa BRIT School, ya desde hace unos años, y es acompañado por Seth Evans en teclados y sintetizadores y Kaidi Akinnibi en el saxofón.
En la banda, son conscientes que su música posee un nivel alto de técnica y no resulta ser de fácil escucha para el oído cotidiano. Así lo menciona Geordie en una entrevista a Miami New Times: “La mayor parte de la música suena un poco ridícula. Ninguno de los elementos necesariamente funciona en conjunto de una manera en la que se ha probado que funcionan en conjunto antes, necesariamente. Muchas de las canciones siguen historias divertidas sobre, ya sabes, guerra ficticia, carreras de caballos, prostitución, el diablo, asesinatos a sueldo, todo este tipo de cosas que no son necesariamente el tipo típico de composición de canciones de música popular”.
Su álbum debut es «Schlagenheim», que vio la luz el 21 de junio de 2019. Una pieza genuinamente extraña, con patrones de tiempo raros y en la que el caos está a la orden del día. Se presentan temáticas alocadas a la vez que se destacan los elementos característicos de la banda, esto es, las inflexiones nasales de Geordie, los cambios del compás inesperados, y una pared inicial de ruido que, con tiempo y calma, permite vislumbrar una bella obra de arte.
Dos años después, «Cavalcade», su segundo álbum, gozó la adquisición de los teclados de Evans y el saxofón de Akinnibi, además de incluir otros elementos de viento similares. Resulta certero decir que suena a cómo se ve en su portada, caótico, lleno de figuras y estructuras extrañas, en la que hay zonas oscuras y otras más claras, pasando desde lo frenético de un gobernante malvado en «John L», para inmediatamente después retratar a la actriz de los años 40 en «Marlene Dietrich», y luego de esto hablar del dolor de las articulaciones como analogía del paso del tiempo en «Chondromalacia Patella», y así, transitando por distintas temáticas, como esperar que la vida pase para que esta acabe, o la fusión inevitable con la tierra después de la muerte.
Cabe destacar que su musicalización responde a esto de maneras poco convencionales, y sumergirse en el universo que ofrece este disco nos recompensará con referencias de todo tipo, conexiones e imágenes de lo más curiosas y reflexivas.
«Cavalcovers» es un pequeño disco en que la agrupación le añade su toque propio a canciones como «21st Century Schizoid Man» de King Crimson, «Love Story» de Taylor Swift y «Moonlight on Vermont», de Captain Beefheart.
Hellfire, lanzado en 2022, toma los elementos ya expuestos anteriormente y les da otra vuelta, llevándolos a un plano aún más técnico. Comenzando con la canción homónima, nos presenta la velocidad y energía que estará presente en los distintos temas, desde la conexión con personas condenadas al inframundo, como la velocidad y lo adrenalínico de una vida de riesgo. En «Sugar/Tzu» se musicaliza un match de boxeo con resultados fatales, mientras que «Eat Men, Eat» presenta una narrativa distópica de dos hombres en una aterradora búsqueda en el desierto y una siniestra conspiración en una minera. En «The Race is About to Begin» se presenta una musicalización de carrera de caballos, junto a sus pensamientos y lógicas destructivas ¡Y suena bien!. El disco mantiene estos matices de individuos infernales, incluyendo un soldado deshumanizado con trastorno de estrés postraumático, un proxeneta cristiano y a una persona que es convencida por la mafia de hacer el trabajo sucio.
Con relación a sus premios, de nueve nominaciones que la banda ha tenido en su historia, ha ganado dos: Un UK Music Video Award por la Mejor Cinematografía en Video, por el de «Sugar/Tzu», y Mejor Disco Heavy, en los Libera Awards, que fueron el pasado 15 de junio.
A Geordie le encantan los covers, tendiendo a sorprender en sus shows intercalando secciones instrumentales al inicio o al final de sus canciones, tocando temas como «Galvanize» de The Chemical Brothers, «Can’t Stop» de Red Hot Chilli Peppers o «Symptom of the Universe» de Black Sabbath. Además, la agrupación tiende a entrar en el escenario con un tema en específico para cada locación. Por ejemplo, en su show en Nueva Jersey del año pasado, entraron al escenario con «Wake Up This Morning», canción de Alabama 3 que también es la introducción a la cruda serie de mafiosos italoamericanos Los Soprano, o en su show en Seúl, Corea, en el que entraron con «ETA» de NewJeans.
Esta apreciación por los productos extranjeros no se extraña, considerando su respeto y admiración por productos fuera de su esfera más cercana, como declara Geordie en una entrevista con Tokion: “Muchas piezas musicales sudamericanas tienen una calidad musical muy alta, muy complejas en cuanto a acordes, melodía y ritmo, pero están hechas para un público amplio. Odio el tipo de música que niega un disfrute tan esencial de la música, la música en la que el oyente no puede entender el tempo o el ritmo, o la música que es simplemente complicada y difícil de entender. La buena música, o la mejor música, tiene una estructura muy compleja que consta de melodía, ritmo y voz, pero es muy fácil de escuchar y hace que los elementos esotéricos sean accesibles”.
En vista que la agrupación se tomará la Blondie el 5 de diciembre de este año, tenemos algunas recomendaciones pertinentes: Hacer ejercicio y estar en buen estado físico, para resistir los saltos, además de situarse en una locación central, si lo que se busca es una experiencia más auditiva que física. Además, por lo caótico y enérgico de los distintos elementos que presenta la banda, recomendamos el uso de tapones para los oídos, y cuidarnos entre nosotros.