
«My Mad Fat Diary»
Advertencia: En el siguiente especial se abordan temas relacionados al suicidio, trastornos de la conducta alimentaria, problemas de autoestima y bullying.
Hoy en nuestro jueves de cine recordamos una serie que probablemente (esperamos de todo corazón), haya estado presente en tu adolescencia. Una obra que tiene todos los elementos necesarios para poder atraparte: diálogos ingeniosos, buen cast, una trama emocionalmente honesta y un soundtrack que es un verdadero chef kiss. Nos referimos a la tristemente infravalorada «My Mad Fat Diary».
Basada en el libro «My Fat Mad Teenage Diary» (2007). Esta serie nos sitúa en el condado de Lincolnshire, Inglaterra a mediados de los 90’, donde se sigue la historia de Rachel Earl (Sharon Rooney); una adolecente de 16 años que acaba de salir de un hospital psiquiátrico y que ha pasado cuatro meses internada luego de intentar terminar con su vida.
Basada en el libro «My Fat Mad Teenage Diary» (2007). Esta serie nos sitúa en el condado de Lincolnshire, Inglaterra a mediados de los 90’, donde se sigue la historia de Rachel Earl (Sharon Rooney); una adolecente de 16 años que acaba de salir de un hospital psiquiátrico y que ha pasado cuatro meses internada luego de intentar terminar con su vida.
Al salir, Rae se reencuentra con su “mejor amiga” Chloe, quien no es consciente de su salud mental, de sus problemas de autoestima, ni mucho menos que estuvo internada, ya que a su madre no se le ocurrió nada mejor que decirles a todos que en los últimos meses “Rae estaba de viaje en París”. Es por ello que desde un inicio nuestra protagonista intenta mantener este hecho en secreto, al mismo tiempo que trata de impresionar a los amigos de Chloe: Izzy, Archie, Chop y Finn, “intentando ser normal”.
A pedido de su antiguo psicólogo y tras salir del hospital, Rae comienza a escribir un diario de vida, en el cual no oculta nada y es completamente transparente respecto a lo que piensa y siente. De esta manera, podemos conectar, empatizar y vernos reflejades con las reflexiones de Rae, quien a pesar de tener sus recaídas y estar pasando por mucho, tiene una irreverente, cómica y sarcástica manera de expresarse.
A lo largo de la serie, y gracias a las conversaciones de Rae con Kester, su terapeuta, nos damos cuenta de lo difícil que es para la protagonista el ver cualidades positivas de sí misma, debido principalmente al concepto socialmente establecido de lo que es “ser femenina”. Sin embargo, hay algo de lo que Rae está muy orgullosa y no tiene miedo de presumir y reconocer en público: su excelente gusto musical.
Y por supuesto que no lo vamos a discutir, ya que durante las 3 temporadas de la serie (16 capítulos en total), pudimos disfrutar de una magnífica musicalización. Con bandas características de la época en la que está ambientada, tales como: Blur, Oasis, The Stone Roses, Pulp, Suede, The Cure, Mazzy Star, No Doubt, Garbage, Radiohead, The Smiths, New Order, Placebo, Weezer, Portishead, Depeche Mode, R.E.M y un largo etcétera.
De esta forma, nos encontramos con escenas emblemáticas dentro de la serie que han quedado grabada en la memoria de les espectadores gracias al vínculo musical que las acompaña, como por ejemplo sus momentos románticos con Finn, acompañados por «Champagne Supernova» y «Wonderwall» de Oasis.
U otros más divertidos, como cuando Rae le pide disculpas al poster de su más grande amor Damon Albarn, diciéndole “te amo, pero necesito salir de casa y buscar chicos reales”. O cuando Rae le pregunta capciosamente a Chloe “a quién escuchas más ¿a Morrissey o al vocalista de The Smiths?” a lo que ella responde “depende de mi humor”.
Incluso, en la segunda temporada tuvimos la oportunidad de conocer la voz de Sharon Rooney, gracias a la interpretación de «Nothing Compares To You» de Prince, por parte de Rae.
Indudablemente «My Mad Fat Diary» es una serie que te mantiene atento de principio a fin, gracias a la equilibrada cuota de humor y drama que maneja de en cada capítulo, pero más importante aún, es una serie que te atrapa por las temáticas que aborda en cada uno de ellos: el vivir con algún trastorno de la conducta alimentaria, tener una difícil relación con tu madre, sentirte incapaz de merecer amor, lidiar con el bullying y los estándares de belleza, la curiosidad por el autodescubrimiento y probablemente el más importante para Rae: el aprender a valorarte a ti misme.