Adrianne Lenker
Este viernes de mujeres bacanes queremos hablar sobre una artista que nos ha demostrado constantemente su habilidad de mezclar su vulnerabilidad tanto musicalmente como dentro de su lírica. Mejor conocida como la vocalista, guitarrista y escritora en la banda Big Thief, hoy queremos destacar a Adrianne Lenker por su trabajo como solista.
Nacida en Indianápolis y criada en Minnesota, Estados Unidos, la infancia de la cantante ha tenido un gran impacto dentro de su discografía, luego de pasar sus primeros años en un culto religioso, algo con lo que ha tratado de resolver a través de su música en su adultez.
Adrianne empezó a escribir música a los ocho años, aprendiendo a tocar guitarra desde los seis, gracias a su padre. Ella incluso lanzó su primer álbum, «Stages of the Sun», a los trece años, con cuatro de las canciones escritas junto a él.
La relación musical entre ambos es complicada, especialmente considerando la sombra religiosa que plagó su infancia, lo que es evidente al escuchar el trabajo que han realizado juntos. Actualmente, el disco no está disponible en ninguna plataforma de streaming, aunque por lo menos una de las canciones está en Youtube.
«Stages of the Sun» es muy distinta a la música que Adrianne ha escrito a lo largo de su carrera, y no es sorprendente la escasez de este álbum en internet o en foros de discusión de música, especialmente cuando la cantante no considera este disco más que educación para su actual carrera.
Por esto, cuando hablamos de los proyectos solitarios de Adrianne, su verdadero debut fue «Hours Were the Birds», lanzado a principios de 2014, dos años antes del primer álbum de Big Thief. Como explica perfectamente la descripción del disco, «Hours Were the Birds» es un disco que explora un nuevo viaje para Adrianne, explorando nuevos territorios con valentía y honestidad.
Acompañada de una guitarra, el álbum fluye fácilmente, casi sonando como un concierto acústico entre ella y sus oyentes. Una de las temáticas que explora el disco es la soledad, especialmente en «A Love of Some Kind», donde la cantante pide formar una relación de amor, sin necesidad de ser definida más allá de lo típico.
Cuatro años más tarde, Adrianne lanzó su nuevo álbum, «abysskiss». Escrito durante el tour con Big Thief, el disco fue grabado en sólo una semana, lo que se demuestra en el enfoque y concentración dentro de las canciones.
Con temáticas que exploran la muerte y pérdida de seres queridos, «abysskiss» nos muestra un lado totalmente diferente de la cantante, más melancólico, complicado y triste que «Hours Were the Birds». La lírica oscura escondida debajo de la guitarra monótona complementa perfectamente la melodiosa voz de Adrianne.
Su próximo proyecto fue escrito y lanzado en 2020, dos años después, a través de dos álbumes complementarios: «songs» e «instrumentals». Por un lado, el primer disco contiene 11 canciones, mientras que el segundo tiene sólo dos, durando 21 y 16 minutos respectivamente, con ambos siendo amplificados por el sonido lo-fi acústico.
Bajo el contexto de la cuarentena durante la pandemia, además de la inspiración tras la ruptura de una relación, ambos discos nos remontan a una época de inquietudes y pánico por el futuro, mostrándonos la vulnerabilidad típica dentro de la música de Adrianne, con algunas de sus mejores canciones, tanto lírica como musicalmente.
Más recientemente, Adrianne lanzó su último disco hace un par de meses, en marzo de este año. «Bright Future» fue producido de manera totalmente análoga, en sólo una sesión, sin el uso de audífonos y sin escuchar las canciones luego de grabarlas. Gracias a esto, el álbum amplifica el aspecto crudo, íntimo y real que representa el trabajo de Adrianne. La producción de «Bright Future» también incorpora nuevos sonidos, usando más instrumentos y agregando complejidad al disco.
La discografía de Adrianne es ideal para estos helados días de lluvia, y queremos celebrar su trabajo, al ser una mujer que nos ha demostrado cómo ser vulnerable y honesta a lo largo de su carrera, manteniendo también la mezcla entre el dolor y la belleza de incluso los peores momentos.