«2009» de Mac Miller
Imagina que eres un adolescente deseando convertirse en músico, pero luego llegan personas externas y te dicen que realmente tu voz no es muy buena para ser cantante. Eso no te detiene, al contrario, buscas la manera de poder costear tu sueño a cómo dé lugar, llegando a trabajar como dealer para tus compañeros de escuela, todo con el fin de poder crear música y poder enseñarla al mundo.
El tiempo pasa, La fama te alcanza y la vida se vuelve más pesada, te encuentras en un punto muy complicado de tu vida, pero a la vez estás preparado para crear un disco con el cuál compartes lo más íntimo de tu corazón, dando un giro completamente nuevo a tu carrera, una que, por desgracia se vería frenada de golpe. Es con esta premisa que, en este nostálgico sábado, nos sumergimos en la melancolía de Mac Miller y su álbum «Swimming» honrando una de sus canciones más íntimas y vulnerables, «2009».
Compuesto por trece canciones, «Swimming» nos enseña la catarsis de Mac, quien tras diferentes batallas, se encuentra en su búsqueda por reencontrarse consigo mismo, explorando la idea de ver los conflictos desde una manera más positiva y así “nadar hacia la orilla”.
Es bajo este contexto que nace una de las baladas más significativas de su repertorio, «2009», penúltima canción del álbum. Acompañada de un piano, se separa de las producciones experimentales, creando un espacio íntimo en donde Miller nos invita a acompañarlo en su reflexión, usando el año 2009 como un punto de temporalidad hacia adelante, haciendo una especie de recuento sobre los últimos años de su vida y como cada decisión y error lo han llevado a transformarse en la persona y el artista que es hoy en día.
Abrazando la quietud, haciendo las paces con ese yo del pasado, «2009» avanza melodiosamente hasta convertirse en una significativa muestra del cambio, una luz en la oscuridad o en la esperanza que mañana es un nuevo día, creando una atmósfera que va desde la nostalgia hasta la auto aceptación, centrándose así en la autenticidad, Dejando ver un testimonio real de una persona que ha aceptado lo peor de la vida y que, a pesar de todo, decide seguir adelante.
Dejando ver lo difícil y complicado que es el vivir, Mac nos menciona que es mejor enfrentar nuestros miedos para así comenzar a nadar, que nunca es demasiado tarde, incluso aunque así lo parezca.
Una canción con un hermoso mensaje, un álbum lleno de emociones y de dualidad, tal como la esencia del ser humano en sí mismo, eso y más nos regalaría Mac Miller en lo que sería su último trabajo con vida, música que, al día de hoy, a seis años de su partida nos sigue reconfortando recordándonos que hay un mañana, que no importa lo perdide que nos encontremos, siempre podremos llegar de alguna manera hacia la orilla.