
Sofia Isella
“Todos apoyan a las mujeres… hasta que a ellas les va mejor que a ti”. Con esa sentencia provocadora nos recibe la artista que protagoniza este nuevo miércoles de recomendaciones. Mezclando lo sombrío con lo clásico, en los inicios de agosto nos sumergimos en el universo de una joven que, sin duda, logró captar nuestra atención, ponganse cómodes que hoy hablaremos de Sofia Isella.
Gracias a su propuesta escénica y a su forma satírica y poética de retratar profundas problemáticas sociales, Sofia Isella ha llamado la atención de muches. Y es que, con tan solo 20 años, influencias tan importantes como Sylvia Plath, y siendo asociada con grandes cantautoras como Ethel Cain y Billie Eilish, esta joven estadounidense comienza a pisar fuerte en la escena musical, cautivando no solo con su voz, sino también con su personalidad única y su potente forma de expresarse.
Hija del cineasta chileno-estadounidense Claudio Miranda y de la escritora Kelli Bean, Sofia nació en Estados Unidos, pero pasó gran parte de su infancia en constante movimiento. Viajó por el mundo debido a las exigencias laborales de sus padres, experimentando culturas diversas y una educación no convencional, incluida la escuela en casa; hasta establecerse finalmente en Australia durante su adolescencia. Entre aviones, mudanzas y reinvenciones encontró en la música un refugio seguro. Empezó a tocar el violín desde muy pequeña y, con el tiempo, sumó la guitarra, el piano y otros instrumentos.
Pero su mundo creativo no se detuvo ahí. Apasionada por la escritura, desde los ocho años comenzó a crear poemas y canciones, cuando, por coincidencia, todos sus regalos de cumpleaños fueron diarios de vida. Con el paso de los años, esos cuadernos se transformaron en el espacio donde plasmó sus primeros escritos, marcando el inicio de un camino creativo que hoy continúa expandiendo.
Así, entre experiencias personales, una breve pero intensa cercanía por la religión, su amor por el terror y una relación constante (aunque algo tardía) con el internet, Isella fue construyendo un universo propio. Un espacio donde la crítica a la modernidad, el deseo de conexión emocional y la incomodidad con los límites impuestos se entrelazan.
Ese espíritu rebelde se manifestó durante su formación en música clásica, donde intentaba salirse de las normas en medio de lecciones estrictas, recibiendo constantes llamados de atención, pero lejos de frenarla, eso encendió una chispa: la idea de fusionar su amor por el violín clásico con todo lo que el mundo exterior, aún desconocido, tenía para ofrecerle.
Finalmente, en 2020, Sofia Isella publicó su primer EP titulado «I’m Not Yours», un trabajo que incluye canciones escritas cuando tenía apenas 15 años. En él, nos ofrece el primer vistazo a su visión artística, una donde la imagen de la mujer y la crítica a una sociedad que constantemente cuestiona su rol ocupan un lugar central. Años más tarde, en entrevistas, Sofia confesaría que uno de sus objetivos es vincular su música con la lucha por el reconocimiento de las mujeres como individuos y no como objetos de consumo.
Con el tiempo, entre lanzamientos de sencillos como «Us and Pigs» y «I Looked the Future in the Eyes, It’s Mine», Isella profundizó en temas como la modernidad, la artificialidad y la misoginia, para luego lanzar «Everybody Supports Women», canción que nos dio la bienvenida el día de hoy, una crítica directa a la hipocresía social: esa que promueve el amor propio femenino, pero solo dentro de límites tolerables. Señalando directamente como el mundo enseña a las mujeres a «caminar con cuidado», a ser valientes… pero sin incomodar, a ser bellas pero no para ellas y, siempre, estar por debajo.
Este sencillo la pondría en el radar global. Su letra poderosa y su interpretación vocal la destacaron como una voz prometedora. Tal fue su impacto, que ha sido invitada como artista invitada de Bastille y en 2024 en el «The Eras Tour» de Taylor Swift, oportunidad que le permitió llegar a miles de nuevos oyentes, quienes rápidamente cayeron rendidos no solo ante lo extravagante de su sonido oscuro, elegante y directo, sino también su personalidad honesta y su presencia escénica fiel a su raíz.
A pesar de venir de una familia vinculada al arte, la cantante mantiene un perfil bajo. Reconoce el apoyo de sus padres en su carrera y no esquiva el término “nepo baby” (hija de padres famosos), pero ha elegido mantenerse lejos del ruido de la fama. En varias entrevistas ha declarado que prefiere que el mundo conozca su música, pero no necesariamente la reconozca a ella por la calle. Destacando su contenido en redes sociales como el límite, prefiriendo mantener cercanía genuina con su fanaticada en sus shows, mismos que han ido creciendo cada vez más.
Desde el arte de sus portadas, que ella misma diseña, hasta la dirección creativa de sus lanzamientos, Sofia construye una propuesta conceptual, coherente y profunda. En 2024, presentó su segundo EP titulado «I Can Be Your Mother», con un sonido más pulido. Este nuevo trabajo se adentra en el autodescubrimiento, los estándares sociales, las expectativas impuestas y la sobreexigencia hacia la mujer.
Pero esto no quedaría ahí, siguiendo el mismo patrón de lanzamiento, este 2025 llegaría su tercer EP «I’m camera» jugando con la idea de siempre estar grabando o siempre ser grabada, aquí la artista nos muestra todas las aristas del crear fuera del propio cuerpo, la desconexión y la búsqueda de la satisfacción se entrelazan entre relatos que parecen ser cartas abiertas a une otre.
Siendo el tercer paso de una carrera que promete sorprendernos cada vez más, Sofia Isella nos adentra cada vez más a su universo, esculpiendo una identidad artística que desafía las formas. Una voz que incomoda, que abraza lo oscuro y lo transforma en arte. No temiendo decir lo que piensa, creando un espacio en donde vale la pena poner la vista y esperar pacientemente todo lo que la joven quiera enseñar.