Geordie Greep: Improvisación y bailes en Teatro la Cúpula
Reseña por Valentina Uribe
Fotos por @franciscoaguilar.ph
Uno de los discos que más furor causó el año pasado fue «The New Sound», que nació cuando Geordie Greep dejó black midi y se embarcó en una aventura musical. Lo sucedido dio buenos frutos, tan buenos que permitió que Greep se lanzara con un tour por América Latina, razón por la que muchos melómanos se reunieron en Teatro La Cúpula este jueves 13 de noviembre para presenciar un show lleno de músicos increíbles que lo dieron todo en el escenario.
Machis Punkis abrieron el show con un toque instrumental y psicodélico, que se siente como un viaje en alucinógenos. Por su parte, la audiencia usa ese show como música de fondo para sus conversaciones y risas, pero aún así se mantienen lo suficientemente pendientes para celebrarles y aplaudir el final de su presentación.
El espectáculo de Machis Punkis termina a las 20:30 hrs. exactas y es entonces cuando el recinto comienza a llenarse. El show de Geordie, que debió haber comenzado a las 20:45, no empieza hasta las 21:00 hrs., por lo que el público pasa quince minutos gritando con algo de ansiedad.
«Walk Up» abre la noche, por fin. Prontamente, la energía acumulada comienza a crear problemáticas, provocando que las rejas que separaban el público del escenario cedan ante la fuerza de sus fans. Así, mientras la banda toca «Terra» y «The New Sound», el público se desvive en círculos. Esto dividió la audiencia en dos: la gente que lo daba todo en cancha, y quienes no querían ahogarse en los moshpits, quedándose en las gradas alrededor.
Para este punto del show, seguridad le pide al artista que hable para que la gente se calme un poco. Las palabras de Geordie son “The Barrier is not strong enough for your fury” (La reja no es lo suficientemente fuerte para su furia). La gente intentaba ocupar todo el espacio de la cúpula para que no hubiera accidentes. “Anyone here got Netflix?” (Alguien aquí tiene Netflix?), preguntó el músico mientras la gente se acomodaba. “There’s a show there called «Astroworld”… That’s not gonna happen tonight” (hay un show allí que se llama «Astroworld”… Eso no va a ocurrir esta noche), haciendo alusión al accidente del festival donde, durante el set de Travis Scott, murieron 10 personas asfixiadas.
En «Through a War», Geordie le indica a la banda que improvise mientras él sale del escenario. A estas alturas del show, no sabemos si el artista está molesto, pero el problema con las rejas es lo suficientemente importante para que, cuando vuelve al escenario, acompañado de seguridad, comiencen a quitar las barreras. “We wanna be closer” (queremos estar más cerca), comenta entre las celebraciones del público, que ahora están directamente contra el escenario.
Retomando el concierto, «Blues» y «Holy, Holy» se convierten en el punto más alto de la noche, con el público vuelto loco y casi sin poder escucharse bien la voz del músico de lo fuerte que cantaba la gente. Podría haber sido un problema de acústica, pero al artista no parecía importarle, pues para la banda lo más importante era que sonaran los instrumentos, especialmente para la sección final del show.
«Bongo Season», «As If Waltz» y «The Magician» fueron el cierre de la noche y, al igual que las canciones anteriores, fueron alargadas con lo que parecían ser transiciones improvisadas. A los músicos se les veía prestando atención a los cambios, a las señas y a la energía que se iba transformando para crear piezas musicales complejas y hermosas en vivo. Si bien «The Magician» es la canción más larga en el disco de estudio, en esta versión, «Bongo Season» fue la que abarcó más tiempo en el setlist, con casi 10 minutos de juegos entre la banda y la respuesta del público cantando “bongo season” cada vez que había una oportunidad.
Esta segunda mitad del show fue solo mostrar la calidad de músicos que son, cerrando con el solo de piano y la despedida de Geordie. Entre aplausos y gritos del público, este se convirtió en un show definitivamente inolvidable para les asistentes.